La primera parada del día era Clermont-Ferrand, capital de Auvernia. Aquí fue fundada la empresa Michelin a finales del siglo XIX.
Nos hicimos con un plano de la ciudad en la oficina de turismo y comenzamos nuestra ruta por la catedral de Notre-Dame de l´Assomption, hecha de piedra volcánica de la región de Auvernia. Se cree que las vidrieras fueron realizadas en el mismo taller que hizo las de la Santa Chapelle en París. Es espectacular el contraste entre la piedra negra y las vidrieras.
Muchos de los edificios de la zona antigua están construidos con piedra volcánica.
No nos entretenemos mucho más en la ciudad, así que tras comer unos bocatas del Subway, salimos en dirección hacia el Puy de Dôme (los Monts Dômes comprenden 112 volcanes extinguidos, situados al oeste de Clermont-Ferrand).
Cuando llegamos el tiempo no acompañaba demasiado, pero después de hacer tantos kilómetros decidimos subir a la cima. Dejamos el coche en el parking gratuito y sacamos las entradas de unas máquinas expendedoras que hay en la entrada.
Las nubes no nos dejan ver mucho, pero aún así el lugar es precioso.
Cuando llegamos a la cima, la visión era escasa y hacía mucho frío.
Aquí están las ruinas del templo de Mercurio, descubiertas en 1872; están rehabilitándolas.
Hay también una torre de telecomunicaciones. Justo encima de las ruinas se puede entrar gratis al centro de interpretación del pico. Disponen de restaurante y tienda de souvenirs. (la población que se ve en la foto es Clermont-Ferrand)
Durante nuestra bajada, se empieza a despejar el día y podemos ver algo mejor la zona de los volcanes.
El día mejora y nos permite ver los espectaculares paisajes de la zona centro de Francia.
El siguiente y último destino a visitar del día es Salers. Es un pueblo que merece la visita, pero está alejado de carreteras principales y se tarda bastante en llegar.
Lógicamente, llegamos a le Puy en Velay de noche, pero eso nos permitió ver la estatua de Notre Dame de-France y la capilla de St-Michel d´Aiguilhe iluminados.
Nos alojamos en un Ibis Budget, donde a pesar de la hora, nos atendió un amable recepcionista. Tiene parking de pago en frente del hotel, pero al ser tan tarde no había que pagar. A pesar de ser de la misma cadena, el hotel está mucho mejor que el de París.