Creo que con este viaje empezamos una bonita tradición: pasar el fin de año como trotamundos. Decidimos, a vistas que los planes de cena y fiesta hasta altas horas de la madrugada no nos atraían, marcharnos un par de días y comenzar el nuevo año en un lugar diferente al habitual.
Escoger el lugar no fue difícil: encontramos una oferta en una web de descuentos para pasar dos noches, con una cena y desayunos, en el Castillo-Palacio de Illueca. Además, teníamos un cofre-regalo de una escapada de una noche, y elegimos quedarnos en Calatayud, en el Mesón la Dolores.
Salimos del pueblo el día 31 de diciembre de 2012 bien temprano, y nos tomamos un café en Aguaviva, no sé si pasábamos de los -2ºC.. Nos dirigimos ya, entonces, hacia la primera parada de nuestro viaje, la preciosa Daroca. Ésta es una Villa Aragonesa con marcado carácter medieval, con sus murallas, sus castillos y sus torres. Subimos hasta lo más alto del castillo, siguiendo la ruta de las murallas.

Desde esta perspectiva se puede ver todo el pueblo, con sus tejados rojizos:

Continuamos la subida hasta lo alto del castillo y recorrimos el pueblo “por arriba”.
Después de esto, nos sentamos a comer en un banco “extramuros”, intentando absorber algo del sol que aquel día hacía, porque la temperatura allí era bajísima. Terminada la comida, nos tomamos un café en un bar que estaba lleno de dibujos de Mingote, y emprendimos el camino hacia Calatayud.
Cuando llegamos... ¡!bendito GPS! Porque la ciudad estaba cortada ya que celebraban una maratón o algo parecido. Fuimos a hospedarnos y decidimos quedarnos en el bar del hotel a tomar unas cañas. Se estaba muy a gusto allí. Teníamos que prepararnos la cena, las uvas... y acabamos disfrutando de una gran fiesta en la misma entrada del hotel.
Debo deciros que esta Hospedería nos encantó. Es preciosa y está muy bien conservada, además, ¡el desayuno estaba delicioso!
