Después de un viaje infernal por carreteras nacionales francesas atestadas de camiones, llegamos a Colmar, en tierras Alsacianas.
Es tan bonito que te quita el sentido
. Cada rincón, exquisitamente cuidado, merece una fotografía, y el plato de choucrout en el Restaurante Pfeffel, en plena plaza Unterlinden, que nos metimos entre pecho y espalda, sin comentarios
. Estoy seguro de que más de uno ha muerto de eso.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Dormíamos en el pequeño Eguisheim, a 7 km. Igual de bonito o más si cabe, pero en chiquitín. Lleno de tiendas de degustación y venta de los vinos de la zona.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El hotel Hostellerie du Chateau está en la plaza, al ladito del castillo. Un sitio encantador con un gerente muy amable. Salimos a cenar al sitio que había justo enfrente y luego encontramos un bar para tomar una cerveza, lleno de gente, viendo el Francia-Italia. Vimos perder a Francia y después de tener que contarle a un borrachín que no éramos italianos sino españoles, nos volvimos al hotel antes de tener que dar más explicaciones
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Es tan bonito que te quita el sentido


*** Imagen borrada de Tinypic ***
Dormíamos en el pequeño Eguisheim, a 7 km. Igual de bonito o más si cabe, pero en chiquitín. Lleno de tiendas de degustación y venta de los vinos de la zona.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El hotel Hostellerie du Chateau está en la plaza, al ladito del castillo. Un sitio encantador con un gerente muy amable. Salimos a cenar al sitio que había justo enfrente y luego encontramos un bar para tomar una cerveza, lleno de gente, viendo el Francia-Italia. Vimos perder a Francia y después de tener que contarle a un borrachín que no éramos italianos sino españoles, nos volvimos al hotel antes de tener que dar más explicaciones
