Aunque Wengen era nuestro destino para este día, hasta llegar nos quedaba casi todo el día por delante. Alquilamos un coche en Ginebra para ir de ruta, en un principio queríamos ir a la ciudad de Berna, Gruyeres y llegar a Lauterbrunnen para coger el tren, pero ya se sabe que cuando vas de viaje los plantes a veces van cambiando sobre la marcha, y así fue. Llegamos hasta Gruyeres, un pueblo medieval en la cima de la montaña, con un encanto especial.
Decidimos pasear y disfrutar del pueblo, de sus casas decoradas con flores, de las calles adoquinadas y llegar hasta el castillo que culmina el pueblo, y de saborear nuestra primera foundue suiza, que estaba riquísima!
De Gruyeres teníamos pensado ir a Berna, pero nos saltamos la capital y continuamos el trayecto por la carretera que cruza el puerto de montaña del Jaunfross, una carretera secundaria verde, con un paisaje alucinante. Llegamos hasta Lauterbrunnen, dónde teníamos que dejar el coche en el parking de esta ciudad y coger el tren hasta Wengen, ya que en Wengen no se puede acceder en coche privado, sólo en tren. La verdad es que mereció mucho la pena, el trayecto en tren son 20 minutos con una maravilla de paisaje y con el majestuoso Jaunfrau de fondo. El tren tiene un coste de 6,60 francos suizos, unos 5euros.
Llegamos a Wengen, y teníamos la reserva en el Hotel Bernerhof, un hotel que era una casa de madera, sencillo pero bonito, como todo el pueblo de Wengen. Este pueblo es tranquilo, rodeado de majestuosas montañas, aun nevadas en el mes de junio, y verde muy verde y colorido por las flores que decoran las ventanas y balcones de las casas del pueblo.
[align=justify]Decidimos pasear y disfrutar del pueblo, de sus casas decoradas con flores, de las calles adoquinadas y llegar hasta el castillo que culmina el pueblo, y de saborear nuestra primera foundue suiza, que estaba riquísima!
De Gruyeres teníamos pensado ir a Berna, pero nos saltamos la capital y continuamos el trayecto por la carretera que cruza el puerto de montaña del Jaunfross, una carretera secundaria verde, con un paisaje alucinante. Llegamos hasta Lauterbrunnen, dónde teníamos que dejar el coche en el parking de esta ciudad y coger el tren hasta Wengen, ya que en Wengen no se puede acceder en coche privado, sólo en tren. La verdad es que mereció mucho la pena, el trayecto en tren son 20 minutos con una maravilla de paisaje y con el majestuoso Jaunfrau de fondo. El tren tiene un coste de 6,60 francos suizos, unos 5euros.
Llegamos a Wengen, y teníamos la reserva en el Hotel Bernerhof, un hotel que era una casa de madera, sencillo pero bonito, como todo el pueblo de Wengen. Este pueblo es tranquilo, rodeado de majestuosas montañas, aun nevadas en el mes de junio, y verde muy verde y colorido por las flores que decoran las ventanas y balcones de las casas del pueblo.