COBA - KAMCHAT HA - TULUM ✏️ Travel Journeys of Mexico

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PREPARATIVOS:
Como he comentado antes, las excursiones las hicimos a través de www.excursionesrivieramaya.es. Una agencia que descubrí mirando este foro y que me sirvió para averiguar qué es lo que quería visitar.

Lo que me hizo decantarme por esta agencia, básicamente por los comentarios del foro y porque tienen una web muy clara en la que te exponen el programa con lo cual sabes en todo momento qué vas a hacer y qué vas a ver. Esa transparencia me dio muy buenas vibraciones. También el hecho que hasta que no estás en Mejico no pagas nada.

Raúl, uno de los socios, me ayudó a cuadrar los días para ver las cosas que quería ver excepto una: Xel ha. Nos envió por mail los bonos para llevarlos impresos con el horario de recogida en el lobby del hotel y listos.

EXCURSION
Pues bien, nos levantamos como a las 6 de la mañana ya que nos venían a buscar a las 6.45 por el lobby. Mi marido cuando se enteró de la hora que nos venían a buscar comenzó a rallarme con que se perdería el buffet a lo que le contesté que como él me dio vía libre... ajo y agua!

La noche anterior, envié un whatssap a la agencia con la excusa de si nos recogían en el mismo lobby (cosa que ya sabíamos) pero realmente lo que quería era que tuviesen mi numero por si había algún problema me pudiesen avisar.

Al llegar al lobby por la mañana, el hotel te deja una vitrinita y una máquina de café para poder desayunar a tu aire por si te levantas pronto lo cual agradecimos porque ya no sabíamos si íbamos a desayunar. Encendí el wifi del móvil y me encuentro un whats de la agencia que me dicen que llevan unos 15 minutos de retraso por un problema de la furgoneta.

A los 5 minutos llega nuestro guía Juan Carlos disculpándose por llegar tarde y preguntando si nos habían avisado. Nosotros le dijimos que no se preocupase que ya nos habían avisado que tardaría 15 minutos pero que solo había tardado 5.

Nos llevó a un centro comercial y allí pagamos las excursiones. Al contratar el pack de tres excursiones, pagas las tres a la vez. Pero como ya vimos la profesionalidad, no nos preocupó, la verdad.

A las 8.30-9 llegamos a las puertas de Coba donde Juan carlos nos hizo de guía y resolvió todas nuestras preguntas. Todos alucinábamos por todas las construcciones que veíamos por allí pero al llegar a la pirámide más alta... se nos cayó toda la baba que pudiéramos tener.

Mi marido no quiso subir por miedo a hacerse daño, yo sí pero no llegué hasta arriba del todo ya que a mitad de pirámide me giñé. Hice un par de fotos desde donde estaba y fui hacia abajo con mucho cuidado ya que los escalones, según el calzado que lleves, resbalas así que a bajar de culo peldaño a peldaño.

Sobre las 11.30 o así, llegamos al cenote Kamchat ha donde nos quedamos alucinados. Es un cenote subterraneo en el cual accedes por unas escaleras de caracol de madera e iluminado de forma artificial. Cuando llegas abajo, lo que ves es una agua azul turquesa transparente alucinante que lo que hacía era efecto espejo de tal manera que las piedras que habían al fondo (unos 10 metros) parecía que te las fueses a clavar nada más entrar.

Allí estuvimos todos solos (menos el guía) durante 45 minutos!! Nos sirvió para hablar con unas chicas que ya habían hecho dos excursiones con ellos y esa era la ultima. Estuvimos comentando los seis que si lo tienen muy bien montado, que si están muy preparados,... Todo eran elogios.

Al salir del cenote nos fuimos a comer a un sitio cerca de coba en el que se trataba de un buffet de comida mejicana y alguna cosa más internacional por si no nos gustaba la comida mejicana.

Juan carlos nos recomendó probar el pollo pibil y nos explicó como se hacía de tal manera que cuando lo probamos todos queríamos repetir de lo bueno que estaba. Hay que decir que la comida no estaba incluida pero por 120 pesos (7.20 €/persona) valía mucho la pena!!

Después de comer nos fuimos hacia Tulum donde juan carlos no hizo de guía por todas las ruinas y después a ver las vistas del castillo con el mar de fondo.
Al salir, nos dirigimos hacia playa paraíso para acabar el día.

Al llegar al hotel a las 17.30 nos cogimos unas piñas coladas para llevar a la habitación y así preparándonos para cenar.

Creo que esa noche cenamos en el restaurante italiano. Una maravilla!

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