Tercer capítulo, Winter is coming en el Gran Cañón
Durante el trayecto ya sospechamos que con lo nublado que estaba el día, lluvia débil y viento…tal vez el helicóptero no pudiera volar. Nuestras sospechas se confirmaron…nuestro vuelo estaba cancelado …y podíamos intentarlo a las 13h.
Bastante decepcionados decidimos acercarnos hasta Grand Canyon Village a echar un vistazo antes de regresar para intentar el vuelo de nuevo, a la entrada del parque sacamos nuestro Pase Anual para los parques nacionales de USA (80 USD por coche, válido para un año natural).
Llegamos hasta Grand Canyon Village después de muchas vueltas (nos pareció algo complicado orientarnos en el pueblo…o tal vez estábamos un poco espesos esa mañana) conseguimos asomarnos al Gran Cañón en Mather Point.
Bastante decepcionados decidimos acercarnos hasta Grand Canyon Village a echar un vistazo antes de regresar para intentar el vuelo de nuevo, a la entrada del parque sacamos nuestro Pase Anual para los parques nacionales de USA (80 USD por coche, válido para un año natural).
Llegamos hasta Grand Canyon Village después de muchas vueltas (nos pareció algo complicado orientarnos en el pueblo…o tal vez estábamos un poco espesos esa mañana) conseguimos asomarnos al Gran Cañón en Mather Point.
En este caso opinión unánime: El Gran Cañón es bestial, una pasada, una autentica maravilla que nos dejó sin palabras. Hay que ir y verlo porque no hay nada igual.
Tras el primer impacto regresamos a la hora indicada a la oficina de Papillon…aun a sabiendas de que el día seguía igual o peor. Esta vez nos citaron de nuevo a las 16 horas…
Totalmente desilusionados volvimos a meternos en el Chevrolet con dirección al Gran Cañón, aprovechamos para confirmar nuestro hotel y pensamos en intentar algún trail…hasta que empezó a NEVAR…¡en Mayo! ¡en el Gran Cañón!...
Nos lo tomamos con filosofía y decidimos pasar el mal tiempo sentados en un restaurante, elegimos el de Bright Angel Lodge, al borde del Cañón y muy bonito. Comimos de maravilla y entramos en calor…la vida se ve de otra manera con el estomago lleno.
La camarera de Bright Angel nos hizo el favor de llamar de nuevo a Papillon…para ahorrarnos otro viaje…de nuevo nos citarón para más tarde, ya nos estaba cabreando un poquito el helicóptero.
Aprovechando que había parado de nevar, y ya que estábamos junto al Gran Cañón…nos pusimos en marcha para recorrer una parte del Hermist Rest Trail, parando en los miradores y en muchísimos puntos más, ya que el trail va prácticamente todo el tiempo junto al borde del cañón.
Tras el primer impacto regresamos a la hora indicada a la oficina de Papillon…aun a sabiendas de que el día seguía igual o peor. Esta vez nos citaron de nuevo a las 16 horas…
Totalmente desilusionados volvimos a meternos en el Chevrolet con dirección al Gran Cañón, aprovechamos para confirmar nuestro hotel y pensamos en intentar algún trail…hasta que empezó a NEVAR…¡en Mayo! ¡en el Gran Cañón!...
Nos lo tomamos con filosofía y decidimos pasar el mal tiempo sentados en un restaurante, elegimos el de Bright Angel Lodge, al borde del Cañón y muy bonito. Comimos de maravilla y entramos en calor…la vida se ve de otra manera con el estomago lleno.
La camarera de Bright Angel nos hizo el favor de llamar de nuevo a Papillon…para ahorrarnos otro viaje…de nuevo nos citarón para más tarde, ya nos estaba cabreando un poquito el helicóptero.
Aprovechando que había parado de nevar, y ya que estábamos junto al Gran Cañón…nos pusimos en marcha para recorrer una parte del Hermist Rest Trail, parando en los miradores y en muchísimos puntos más, ya que el trail va prácticamente todo el tiempo junto al borde del cañón.
Antes de llegar a Maricopa Point llamamos de nuevo a Papillon, y esta vez decidimos cambiar la reserva para el día siguiente, aunque solo tenían libre para las 11:30 y esto nos iba a obligar a apretar mucho la tarde…no queríamos renunciar a ver el Gran Cañón desde el aire.
Continuamos el trail junto al cañón por los miradores de “Powel, Hopi y Mohave point”, y tomamos el bus del parque hasta los últimos miradores de la ruta para regresar después hasta “Monument Creek” y hacer un último tramo…ya con las luces del atardecer, y para mi uno de los más bonitos del trail que nos llevo de nuevo hasta “Mohave point” pasando muy al borde del cañón por una senda muy segura aunque algo expuesta. Si solo quereis hacer un tramo del recorrido, este puede ser una muy buena opción.
Continuamos el trail junto al cañón por los miradores de “Powel, Hopi y Mohave point”, y tomamos el bus del parque hasta los últimos miradores de la ruta para regresar después hasta “Monument Creek” y hacer un último tramo…ya con las luces del atardecer, y para mi uno de los más bonitos del trail que nos llevo de nuevo hasta “Mohave point” pasando muy al borde del cañón por una senda muy segura aunque algo expuesta. Si solo quereis hacer un tramo del recorrido, este puede ser una muy buena opción.
Vimos atardecer desde “Hopi point” con los pocos valientes que se atrevieron con el viento helado que azotaba fuerte en el borde del cañón.
Cenamos en nuestro hotel: Yavapai Lodge, el día había sido duro, física y sicológicamente…la cena nos repuso y regresemos a la habitación vigilados por enormes ciervos que pastaban plácidamente en los alrededores.
El despertador chillo muy muy temprano, a las 5:00… ibamos a ver amanecer en Yaki Point. Nos vestimos dando tumbos y con los ojos pegados de sueño y salimos hacia el borde del Gran Cañón.
Habría otros 20 madrugadores compartiendo mirador con nosotros intentando captar las luces del amanecer sobre el anfiteatro de Yaki Point. Hubo alguna nube que nos fastidio un poco el momento…pero la verdad es que no nos pareció nada especial, y desde luego las paredes rojizas del cañón, cuando brillan de verdad es al atardecer. Aún así cualquier momento es bueno para asomarse al Gran Cañón.
Habría otros 20 madrugadores compartiendo mirador con nosotros intentando captar las luces del amanecer sobre el anfiteatro de Yaki Point. Hubo alguna nube que nos fastidio un poco el momento…pero la verdad es que no nos pareció nada especial, y desde luego las paredes rojizas del cañón, cuando brillan de verdad es al atardecer. Aún así cualquier momento es bueno para asomarse al Gran Cañón.
Volvimos al lodge a desayunar y a recoger las maletas, habíamos adaptado nuestro plan para hoy y mirando en las rutas de autobús decidimos coger la azul en el Centro de visitantes hasta “South Kaibab Trailhead”, punto de inicio del trail que queríamos hacer, South Kaibab Trail, la ruta completa dura varios días, y llega hasta el fondo del cañón para pasar al otro lado.
Nosotros descendimos hasta “Cedar Ridge” con unas vistas fabulosas durante todo el recorrido y con una perspectiva diferente…al ir descendiendo…entrando en el Cañón. Completar este recorrido nos llevo unas 2 horas, a la vuelta, paramos también en el mirador “Yaki point” y regresamos a por el coche para intentar…por enésima vez, volar sobre el Gran Cañón.
¡Esta vez sí!, nos prepararon para el vuelo y además nos hicieron un upgrade a un helicóptero mejor, con mucho más cristal, ya que con las anulaciones del día anterior estaban a tope.
El vuelo es una pasada, hasta que no ves el Gran Cañón desde el aire no te das cuenta de lo enorme que es…grandioso . Nos encanto el vuelo, las explicaciones y la banda sonora, aunque nos quedo la espinita de no haber podido tener ese primer vistazo del cañón desde el aire.
Repuestos del vuelo y con el planing del día apretando en el reloj salimos para recorrer la desert view drive y parar en alguno de los miradores, al final, y pensando en las más de 3 horas (más una por el cambio de hora en Utah) que nos quedaban hicimos paradas muy rápidas en “Grandview Point”, “Lipan Point” y finalmente en la Torre de los indios Anazasi, una vista diferente, ya que parece que el cañón se termina en el horizonte.
Nos despedimos con pena del Gran Cañón que nos había conquistado y salimos disparados hacia nuestro siguiente destino: territorio navajo.
Dormimos junto al Gran Cañón y en medio de un frondoso bosque de pinos en el Yavapai Lodge, donde pagamos 205,20 USD por una habitación para los 4 que nos sorprendio para bien. Además el restaurante ofrece mucha variedad y se pueden comprar bocatas y snaks para los días de trekking. La reserva la hicimos desde la página de Xanterra.