Parque Nacional Plitvice y Zadar ✏️ Diarios de Viajes de Croacia

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21 de julio. No nos podíamos entretener mucho porque sólo teníamos de margen hasta las 8 de la mañana para dejar el coche aparcado, además el viaje a Plitvice será de 2 horas y no queremos llegar muy tarde. A pesar de que Zagreb es la capital europea del café, nos quedamos con las ganas de tomarnos uno relajadamente, (aún así, el café que probamos en el resto de lugares era bastante bueno), así que compramos 2 croissants para el desayuno para el camino 10 knr y ponemos rumbo a Plitvice. Tomamos la autopista con peaje hasta Karlovac, 19 knr.

Las entradas al Parque nacional Plitvice cuestan 180 knr/adulto (hay descuento para niños y estudiantes, entre otros), también se paga el parking. A las 10 de la mañana ya había muchos coches, pero también hay mucho sitio y aparcamos sin problema. Hay cola en las taquillas, tardamos aproximadamente media hora en conseguir los tickets, van muy lentos. Parece que va a llover pero el cielo aguanta hasta que justo vamos a iniciar la visita. A partir de ahí llueve de forma constante y las temperaturas no son muy altas.

Se inicia el recorrido hasta un embarcadero donde cogemos un barco que te deja en un sitio en el que puedes comenzar una ruta corta o coger allí otro barco que te lleva a otro lado del parque para hacer una ruta más larga, desde la que se ven panorámicas de los lagos. Nosotros, como llovía tanto, comenzamos haciendo la ruta corta y después, como abrió un poco el día, hicimos la larga, en total tardamos 5 horas, pero el camino es casi siempre llano y no se hace pesado, es muy agradable. Nos llueve durante toda la mañana, lo que es incómodo y estropea bastante el recorrido porque no vamos preparados (y el 80% de la gente, tampoco, por lo que el par de tiendas de souvenirs que hay en el parque hacen el agosto vendiendo impermeables).

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Los recorridos están todos marcados y son en su mayoría por senderos hechos con maderas aptos para todas las edades (había muchas familias con niños pequeños). Finalmente dejó de llover y salió el sol, así que continuamos con la ruta larga. Hicimos las dos rutas seguidas y antes de volver al parking, comimos en un merendero anexo al embarcadero. Comida 94 knr (2 hamburguesas, patatas, agua y fanta. La calidad es penosa, posiblemente una de las peores hamburguesas de nuestra vida. Tienen la carne hecha desde horas antes para servir de forma rápida y antes de colocarlas en el pan la meten en un caldo para que se calienten un poco. No es lo mejor pero no hay más opción a no ser que te lleves tu propia comida que sería la mejor idea. Salimos y pagamos el parking: 42 knr (7 knr/hr. aproximadamente).

Volvemos a tomar la autopista, peaje hasta Zadar 27 knr. Nuestro alojamiento allí era el Guest House Pegla (457 knr), muy cerca del centro, muy limpio y nuevo en principio; posteriormente empezamos a notar ciertos inconvenientes: debía haber algún escape en las cañerías y el suelo del baño se encharcaba, las cañerías olían fatal, el wifi no llegaba bien a la habitación. Lo recomiendo, pero con algunos ‘peros’. Eran 3 habitaciones para huéspedes anexas a la casa de los dueños, que eran muy atentos. En la misma puerta del alojamiento hay aparcamiento, pero es de pago y muy caro; a 5 minutos se puede aparcar de forma gratuita, además, en cuanto preguntas a los dueños, se ofrecen para acompañarte.

*** Imagen borrada de Tinypic ***

Zadar es pequeño, pero muy agradable. Visitamos el centro y fuimos a ver una de esas cosas que desconocíamos y que nunca olvidaremos: el órgano del mar. Se trata de una serie de tubos bajo unas escaleras de marmol que suenan con el empuje de las olas. Es un sonido precioso que, acompañado de la puesta de sol, resulta hipnotizante. Después del paseo cenamos en la terraza del restaurante Tribunal (un plato compartido de jamón y queso, un rissotto, atún muy fresco del día y 2 cervezas 311 knr).

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