Hoy se nos acaba Holanda y comenzamos la vuelta a casa.
Nos levantamos tranquilamente, recogemos y nos despedimos de los dueños de la casa. El pueblo nos encantó y es una pena que no aprovecháramos más la casa.
La idea inicial era poner rumbo a Bruselas para pasar el día y seguir camino a Namur para dormir allí. Sin embargo, después de la experiencia que habíamos pasado en Amsterdam donde nos habíamos agobiado bastante y la perra aun más, decidimos no meternos en más ciudades grandes y hacer alguna paradita de camino a Namur. Mirando el mapa una opción era Malinas, primero porque estaba en la ruta, y segundo porque nuestra perra es una pastor de belga de Malinas...así que estaba más que justificado!! Como Bruselas también estaba en la ruta decidimos no meternos en el centro pero si desviarnos en la zona del Atomium y así aprovechábamos el camino.
En Malinas ponemos rumbo a la plaza de la Catedral para aparcar en el parking subterráneo. La ciudad es muy muy bonita. Grandes plazas y unos edificios impresionantes.
Nos levantamos tranquilamente, recogemos y nos despedimos de los dueños de la casa. El pueblo nos encantó y es una pena que no aprovecháramos más la casa.
La idea inicial era poner rumbo a Bruselas para pasar el día y seguir camino a Namur para dormir allí. Sin embargo, después de la experiencia que habíamos pasado en Amsterdam donde nos habíamos agobiado bastante y la perra aun más, decidimos no meternos en más ciudades grandes y hacer alguna paradita de camino a Namur. Mirando el mapa una opción era Malinas, primero porque estaba en la ruta, y segundo porque nuestra perra es una pastor de belga de Malinas...así que estaba más que justificado!! Como Bruselas también estaba en la ruta decidimos no meternos en el centro pero si desviarnos en la zona del Atomium y así aprovechábamos el camino.
En Malinas ponemos rumbo a la plaza de la Catedral para aparcar en el parking subterráneo. La ciudad es muy muy bonita. Grandes plazas y unos edificios impresionantes.




Nos hicimos una pequeña ruta con algo de información que habíamos leído el día antes y acabamos en la zona del canal donde hay una pasarela sobre el agua donde pudimos soltar un rato a la perra porque apenas pasaba gente.


Comimos pronto en Malinas y pusimos rumbo a Bruselas. Aparcamos casi debajo del Atomium en zona azul, junto a un parque. La verdad es que el monumento llama mucho la atención y el entorno creo que debe bastante interesante, pero tampoco teníamos mucho tiempo, así que básicamente estuvimos dando unas vueltas alrededor, haciendo fotos y acabamos en el parque de al lado jugando con la perra.



Y ya pusimos rumbo a Namur. Llegamos al hotel y la verdad es que la primera impresión no fue muy buena. La zona del hotel, junto a la estación, nos pareció un poco marginal, en general la zona no está muy bien cuidada. Junto al parking donde dejamos el coche por indicaciones del hotel, está la oficina de turismo y nos dijeron un poco que podíamos ver siguiendo una ruta que tienen en una pequeña guía gratuita. Sinceramente la ciudad nos gustó tirando a poco...no sé, creo que fue la salida de Holanda donde todo está tan cuidado, ordenado y limpio; y aquí la gente era gris, poco amigable, nos costó que alguien hablara inglés (español ni nombrarlo).
Acabamos llegando a la ciudadela y subimos un rato; no está mal para soltar a la perra y que corriera un poco.
Acabamos llegando a la ciudadela y subimos un rato; no está mal para soltar a la perra y que corriera un poco.




Acabamos cenando algo rápido y pronto para el hotel. Y fue aquí donde nos dimos cuenta que el viaje se había realmente acabado, que Holanda nos había gustado demasiado y que nada de lo que viéramos ahora nos iba a impresionar. Triste pero real. Así que empezamos a barajar saltarnos un día, pegarnos más paliza de coche y volver un día antes a casa.