Según nuestro itinerario que habíamos marcado desde España para seguir más o menos, este día deberíamos volver a Amsterdam pero el día de ayer nos había válido totalmente para darnos cuenta que Amsterdam no era para nosotros... Así decidimos hacer unos ajustes y visitar un poco la zona donde teníamos la casa. El día antes por la noche estuvimos buscando algo de información y decidimos hacer una pequeña excursión para luego seguir hacia la zona de Utrecht que queríamos ver.
Fuimos en dirección a la playa pero era imposible aparcar. Paramos en medio de la carretera donde había un acceso hacia las dunas y allí nos dimos cuenta de la distancia que había hasta el agua. Nos encontramos a una señora muy amable y nos explico que no podíamos soltar a la perra desde las 7 de la mañana hasta las 7 de la tarde, y que estos días había mucha gente en la playa, pero que no podíamos dar una vuelta paseo que va paralelo a la zona de las dunas (pasear por ellas está prohibido) y soltar a la perra allí.
Fuimos en dirección a la playa pero era imposible aparcar. Paramos en medio de la carretera donde había un acceso hacia las dunas y allí nos dimos cuenta de la distancia que había hasta el agua. Nos encontramos a una señora muy amable y nos explico que no podíamos soltar a la perra desde las 7 de la mañana hasta las 7 de la tarde, y que estos días había mucha gente en la playa, pero que no podíamos dar una vuelta paseo que va paralelo a la zona de las dunas (pasear por ellas está prohibido) y soltar a la perra allí.
Después de un rato decidimos seguir por la carretera de la costa en dirección a Schoorl y nos encontramos un parking donde había poca gente; pensamos que quizá aquí podíamos bajar a la perra hasta el agua porque le encanta y seguro que no molestaría a nadie.

Y aquí nos llevamos una buena sorpresa y una cosa que me encantó. El coche lo dejabas en un parking y había que subir unas escaleras para llegar al otro lado del dique donde se suponía que estaba la playa. Pero es que no había tal playa, sino una explanada de alquitrán que se perdía en la vista. Impresionante! no nos lo imaginábamos así y fue genial. Había gente paseando y en bici y no había problema en soltar a la perra. Es increíble lo que han hecho los holandeses con su tierra.



Seguimos hacia Schoorl para ver la zona de las dunas. Realmente acabamos en un chiringuito de playa tomando algo porque entendimos que para ver las dunas había que hacer una caminata y no nos apetecía mucho. Nos gustó en todo caso ver que la playa estaba llena de gente tomando el sol, bañándose y disfrutando del día. Acabamos hablando con un chico en el chiringuito que nos estuvo comentando como estaba el país y que nos estuvo preguntando a nosotros como estaba España. Si es que aquí la gente es super amable.




Nos fuimos rumbo a Utrecht para ver sus alrededores. Empezamos por el Castillo de Haar. Es obligatorio meterse en el parking y pagar creo que eran €4, que le vamos a hacer... Nosotros solo queríamos ver los jardines pensando que eran gratuitos pero había que pagar entrada y no nos convencía mucho teniendo en cuenta que más tarde íbamos a ir a más sitios donde pasear. Sí que comimos en la entrada del castillo, no estuvo mal. Luego nos fuimos, saliendo hacia la izquierda junto al canal, a ver el castillo desde lejos.



Seguimos con la ruta marcada y nos perdimos un poco. Queríamos parar en el camino para ver el castillo de Nijenrode y las mansiones de la zona pero entre que no había sitio y que nos pitaban por ir tan despacio para ver la zona, que decidimos pasar de esa zona y seguir hasta Maarsseveense Plassen. Nos gustó un montón, es un lago muy bonito y un sitio ideal para que la perra corriera un rato.

A lo tonto estaba pasando la tarde y como queríamos volver a la playa, decidimos no seguir con la ruta.
Volvimos a la playa junto a nuestra casa y nos dimos un paseo hasta llegar a la playa (la verdad es que hay un rato desde que dejas el coche hasta que llegas a la playa).
Volvimos a la playa junto a nuestra casa y nos dimos un paseo hasta llegar a la playa (la verdad es que hay un rato desde que dejas el coche hasta que llegas a la playa).

Ya casi no quedaba gente y la perra lo disfruto un montón. La playa es bastante larga y ancha aunque encontramos muchas medusas en la arena, fue un paseo agradable. Siguiendo hacia la derecha después de unos 20min se llega al área nudista. Nos encontramos con gente con perros y nuestra chica pudo jugar una rato.
Parece una tontería pero nos dimos un muy buen paseo y sinceramente me encantó.
Parece una tontería pero nos dimos un muy buen paseo y sinceramente me encantó.





Nos fuimos ya para casa para cenar y empezar a recoger porque nos íbamos de esta casa al día siguiente.