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El primer día,fue un verdadero Tour de force que arranca en nuestro hogar,Asturias.Teníamos nuestro vuelo desde el aeropuerto de Bilbao a las 5 de la tarde,así que salimos de casa con bastante antelación para no llevar un susto por los posibles imprevistos de la carretera,hay que apuntar que este viaje empezaba un 2 de Agosto.Salvo por una buena tromba de agua justo al entrar en Euskadi,llegamos al parking low-cost en el que dejamos el coche durante los siguientes días sin problema (no voy a hacer publicidad gratuíta,digamos que está en Zamudio,pero el sitio merece realmente la pena,relación calidad precio buena,servicio de llevada y recogida al aeropuerto...hasta me lo lavaron y devolvieron impecable).
Una vez en el aeropuerto,comenzó una tormenta bastante importante,y no se si es frecuente en ese aeropuerto,pero el sonido de los truenos era impresionante,por lo que decidimos que dentro casi mejor.No creo que a ninguno le agrade tener un vuelo con semejante tormenta,así que mejor abstraerse un poco.
El vuelo a Venecia salió con una media hora de retraso,lo cual por una vez no nos vino mal,ya que a esas alturas ya había despejado,pero si que tuvimos que avisar al hotel donde nos alojaríamos esa noche en la capital de Eslovenia de que era bastante probable que llegasemos a media noche.
Una vez en Venecia y después de haber recogido las maletas,de frente al mostrador de la compañía de alquiler de vehículos,y superado los trámites de la tarjeta de crédito y demás nos fuimos a recoger un Fiat Punto (para ellos Opel Astra o similar) que aunque de primeras no nos gustó demasiado,al final hasta le cogimos cariño.Lo hicimos con Europcar,y nos salió muy bien de precio.La ampliación del seguro para una cobertura más amplia la hicimos con Allianz que salía más barata.Esta opción salía en la misma página de Vueling(compañía con la que volamos ida y vuelta) desde la que hicimos la reserva del coche.
También nos habíamos asegurado de que con las coberturas que teníamos podíamos salir a los países que queríamos visitar sin problema.
Programamos el GPS y sin pausa nos ponemos en ruta,casi tres horas de carretera hasta Ljubljana en las que hubo tiempo a de todo un poco,pero sobre todo mucho tráfico y un peaje poco antes de la frontera donde había una caravana enorme.Una vez pasado,lo más importante era hacernos con la maldita VIÑETA,imprescindible para moverse por las autopistas de Eslovenia sin que te multen.Podemos asegurar que no es ninguna broma,pues nos encontramos con unos asturianos en Zagreb días después,y la multa que les pusieron era de 300 Eurazos (150 si lo pagas sobre la marcha,que majos).
Pues bien,poco mas adelante del peaje,y después de habernos librado por los pelos de que un camión volcara delante de nosotros,encontramos una gasolinera/chiringuito de cambio de monedas,donde la gente hacía cola para cambiar divisas y comprar la viñeta.
Aquí la suerte nos sonrió al fin y mis ganas de beber algo y comprar cualquier cosa para comer por el camino,me llevaron a entrar dentro,donde además de comprar las típicas cosas de gasolinera,también se puede comprar la viñeta y ¡sin esperar cola!Total,que pagué 15 euritos y le grité a mi novia que hacía cola que nos íbamos en un momento muy Pekin Express,con la sensación absoluta de que habíamos ganado la prueba.
Vuelta al coche y conducción mas tranquila hasta llegar a nuestro hotel,donde muy amablemente nos estaban esperando para darnos la llave de la habitación,a la que subimos casi sin despedirnos a darnos una ducha y meternos en la cama.Más de 12 horas de viaje bien merecían un descanso. )
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