Tres millones y medio de obras de arte avalan su fama como el mejor museo de Estados Unidos y uno de los más importantes del mundo. Pero es tan grande que uno debe elegir cuidadosamente lo que quiere ver o puede terminar agotado y sin encontrar las obras que más le interesan.
Se sitúa en la margen derecha de Central Park, en la confluencia de la Quinta Avenida con la calle 82 East. Antes de iniciar el recorrido hay que tener en cuenta que muchas de sus exposiciones son rotatorias y que no todas las obras están expuestas cronológicamente.
En el siglo XIX, algunos millonarios cedieron sus colecciones y exigieron que se instalaran salas identificadas con los nombres de los benefactores y, por tanto, pueden encontrarse obras de arte de diferentes épocas y estilos en cada una de ellas. Lo mejor es pedir en el Visitor Center un plano actualizado.
Si se dispone de tiempo, vale la pena pasar un día y disfrutar de este amplio muestrario del arte universal. Pero si solo se cuenta con unas horas, hay que mirar lo que hay en las cinco grandes colecciones y elegir lo que más interese: arte antiguo - griego y romano - y egipcio, arte primitivo, arte medieval, pintura americana y pintura europea, desde los primitivos hasta el siglo XIX. A estas cinco grandes colecciones hay que añadir las salas dedicadas a China, África, Extremo Oriente e islam.
La muestra de pintura europea es verdaderamente destacable y en ella están representados todos los grandes maestros. Hay un muestrario importante de cuadros de los renacentistas italianos más destacados, pero también hay cuadros de Velázquez, Murillo, El Greco o Zurbarán, y hay una sala dedicada exclusivamente a Goya.
Aunque el MoMa es el principal museo de arte moderno de Nueva York, la colección del MET consta de unas 10.000 obras de artistas europeos y estadounidenses, algunos verdaderos iconos de la modernidad: ''Retrato de Gertrude Stein'', de Picasso, ''La Bandera Blanca'', de Jasper Johns y el tríptico de Max Beckmann Beginning. Hay 40 cuadros de Paul Klee y se siguen adquiriendo pinturas contemporáneas de los últimos años, fundamentalmente europeas y norteamericanas.
El arte impresionista ocupa también un lugar destacado, con cuadros de Cézanne, Manet y Monet; y postimpresionistas, como Coubert, Degas, Gauguin, Toulouse-Lautrec, Van Gogh y Rousseau.
Es de destacar la colección de Robert Lehman, un banquero coleccionista de arte que donó toda su obra en 1969. Para exponerla se habilitó el Pabellón Lehman, que reproduce la casa del millonario, con los muebles y los cuadros tal y como estaban colocados.
Con la entrada del museo, se pueden visitar los Cloister, los claustros y capillas medievales, llevadas a Nueva York desde Francia y España.
Quinta Avenida, en la esquina con la calle 82. Visita: martes, miércoles, jueves y domingo de 9.30 h a 21 h, lunes cerrado. Entrada: no es obligatorio pagar, pero la mayoría de la gente ''hace una donación'' de 20 $, y de 10 $ si es jubilado o estudiante. Se llega en metro, estación 86 Street-Lexington Avenue de las líneas 4, 5 o 6, y en los autobuses 1, 2, 3 y 4.
Se sitúa en la margen derecha de Central Park, en la confluencia de la Quinta Avenida con la calle 82 East. Antes de iniciar el recorrido hay que tener en cuenta que muchas de sus exposiciones son rotatorias y que no todas las obras están expuestas cronológicamente.
En el siglo XIX, algunos millonarios cedieron sus colecciones y exigieron que se instalaran salas identificadas con los nombres de los benefactores y, por tanto, pueden encontrarse obras de arte de diferentes épocas y estilos en cada una de ellas. Lo mejor es pedir en el Visitor Center un plano actualizado.
Si se dispone de tiempo, vale la pena pasar un día y disfrutar de este amplio muestrario del arte universal. Pero si solo se cuenta con unas horas, hay que mirar lo que hay en las cinco grandes colecciones y elegir lo que más interese: arte antiguo - griego y romano - y egipcio, arte primitivo, arte medieval, pintura americana y pintura europea, desde los primitivos hasta el siglo XIX. A estas cinco grandes colecciones hay que añadir las salas dedicadas a China, África, Extremo Oriente e islam.
La muestra de pintura europea es verdaderamente destacable y en ella están representados todos los grandes maestros. Hay un muestrario importante de cuadros de los renacentistas italianos más destacados, pero también hay cuadros de Velázquez, Murillo, El Greco o Zurbarán, y hay una sala dedicada exclusivamente a Goya.
Aunque el MoMa es el principal museo de arte moderno de Nueva York, la colección del MET consta de unas 10.000 obras de artistas europeos y estadounidenses, algunos verdaderos iconos de la modernidad: ''Retrato de Gertrude Stein'', de Picasso, ''La Bandera Blanca'', de Jasper Johns y el tríptico de Max Beckmann Beginning. Hay 40 cuadros de Paul Klee y se siguen adquiriendo pinturas contemporáneas de los últimos años, fundamentalmente europeas y norteamericanas.
El arte impresionista ocupa también un lugar destacado, con cuadros de Cézanne, Manet y Monet; y postimpresionistas, como Coubert, Degas, Gauguin, Toulouse-Lautrec, Van Gogh y Rousseau.
Es de destacar la colección de Robert Lehman, un banquero coleccionista de arte que donó toda su obra en 1969. Para exponerla se habilitó el Pabellón Lehman, que reproduce la casa del millonario, con los muebles y los cuadros tal y como estaban colocados.
Con la entrada del museo, se pueden visitar los Cloister, los claustros y capillas medievales, llevadas a Nueva York desde Francia y España.
Quinta Avenida, en la esquina con la calle 82. Visita: martes, miércoles, jueves y domingo de 9.30 h a 21 h, lunes cerrado. Entrada: no es obligatorio pagar, pero la mayoría de la gente ''hace una donación'' de 20 $, y de 10 $ si es jubilado o estudiante. Se llega en metro, estación 86 Street-Lexington Avenue de las líneas 4, 5 o 6, y en los autobuses 1, 2, 3 y 4.