Por fin ha llegado el gran día. Después de varios meses de preparación, hoy 4 de agosto 2014, los Janonautas ponemos en marcha el gran viaje de este año: Escocia e Islandia. Van a ser en total 23 días de viaje que empiezan volando desde Barcelona hasta Glasgow (Prestwick). Desde allí iremos en tren hasta Edimburgo, en un corto trayecto de una hora, donde pasaremos los primeros días. Nos hemos levantado muy temprano para acabar de preparar las maletas y tenerlo todo a punto. Al ser un viaje de bastantes días vamos a llevar mucho equipaje: dos maletas grandes más otra pequeña. El vuelo es con Ryanair y, aunque hemos facturado las maletas, hay un sobrepeso que tendremos que pagar. Creemos que el exceso de equipaje nos va a costar caro pero el personal del mostrador en el aeropuerto nos permite un cambio en los billetes, añadiendo una maleta en la reserva de Clàudia, y el suplemento queda finalmente en 25 euros. Les agradecemos mucho que nos hayan facilitado el cambio. Nuestro avión sale puntual de Barcelona a las 11:50 horas y sin ningún problema aterrizamos en Glasgow a las 13:30 hora local (es una hora menos que en España). Ya estamos en Escocia y notamos la emoción del viaje que empieza.
Desde el mismo aeropuerto cogemos el tren que nos lleva a la estación central de Glasgow. El billete se tiene que comprar al revisor y hay un descuento del 50% presentando el billete de avión. Compramos el trayecto hasta Edimburgo pero en la estación central de Glasgow habrá que cambiar de tren.
Al llegar a Glasgow miramos los horarios de las salidas a Edimburgo y aún nos da tiempo de comer algo en un local de comida rápida.
A las 16:05 horas llegamos a Edimburgo. En la misma estación cogemos un taxi que nos lleva hasta nuestro hotel, el Edinburgh City Hotel. Los hoteles en Edimburgo son caros, y más en esta época en la que se celebra el Edinburgh Festival del que ya os hablaremos más tarde. Tras mucho buscar habíamos encontrado una buena oferta en este acogedor hotel que está en una zona muy tranquila a unos 15 minutos andando de la céntrica Royal Mile.

Al llegar nos atiende uno de los recepcionistas que es español y nos da todas las explicaciones sobre el hotel. Más adelante, durante el viaje por tierras escocesas, iremos coincidiendo con otros españoles que han tenido que venir a trabajar a estas latitudes.
El Edinburgh City Hotel fue un antiguo hospital. Pertenecía al Dr. James Young Simpson, un obstetra escocés que descubrió las propiedades analgésicas del cloroformo y las utilizó con fines médicos. Hay una estatua suya en los jardines Princes Street Gardens de Edimburgo.
El Edinburgh City Hotel fue un antiguo hospital. Pertenecía al Dr. James Young Simpson, un obstetra escocés que descubrió las propiedades analgésicas del cloroformo y las utilizó con fines médicos. Hay una estatua suya en los jardines Princes Street Gardens de Edimburgo.

Enseguida subimos a nuestra habitación para dejar las maletas y prepararnos para empezar a pasear por la ciudad. La habitación es espaciosa y el hotel muy silencioso. En los hoteles que rodean la Royal Mile puede ser difícil dormir con el ruido del Edinburgh Festival.

Nos abrigamos un poco y salimos para tener la primera toma de contacto con la ciudad. De momento tenemos suerte, no llueve y la temperatura es agradable aunque nos irá bien llevar un poco de abrigo. Cerca del hotel tenemos una buena vista del Castillo de Edimburgo, que visitaremos mañana.
Nos dirigimos hacia la Royal Mile y pasamos por la animada zona de Grassmarket, en la que hay un gran ambiente con los pubs que ya empiezan a llenarse.

En esta zona se localizaba la antigua horca de la ciudad donde eran ajusticiados los condenados. Hay una piedra conmemorativa del lugar donde estaba instalada. Aquí sobrevive todavía el pub The last drop que según se cuenta es el lugar donde llevaban a los reos a que tomaran el último trago.
Saliendo de Grassmarket subimos por la bonita Victoria Street que nos lleva hasta la Royal Mile.
La Royal Mile es la calle principal de la Old Town (Ciudad Vieja). Como su nombre indica tiene un recorrido de una milla escocesa (1,8 kilómetros) y es la distancia que separa el Castillo de Edimburgo del Holyrood House a ambos extremos de la larga avenida. Está dividida en cuatro zonas: Castlehill, Lawnmarket, High Street y Canongate.
Como en estos días se celebra el Edinburgh Festival, la Royal Mile está llena de gente y hay actuaciones y pequeños escenarios distribuidos por toda la calle. El Edinburgh International Festival se celebra todos los veranos desde 1947. Es el festival de las artes en el que durante tres semanas Edimburgo se llena de artistas de todo el mundo que ofrecen sus espectáculos de música, teatro, baile, etc. Las representaciones son tanto de importantes compañías internacionales como de debutantes y amateurs. Hay escenarios al aire libre, como los que se pueden ver en la Royal Mile, y escenarios en locales distribuidos por toda la ciudad. Los espectáculos pueden ser tanto de pago como gratuitos. La ciudad está toda empapelada de publicidad de las distintas obras. Nos hizo mucha gracia el anuncio de una parodia de la serie Juego de Tronos, que los Janonautas seguimos de forma entusiasta
El ambiente tiene algo de medieval. Recuerda aquellas películas que recrean la Edad Media con las calles de la ciudad abarrotadas de vendedores, saltimbanquis, escupefuegos, bufones y cuentacuentos.
Recorremos la Royal Mile hasta el puente de Waverley Station para desviarnos hacia Princes Street en la zona nueva de la ciudad (New Town). Princes Street es la principal arteria del New Town de Edimburgo. En esta calle podemos encontrar sobre todo locales comerciales y restaurantes. La Ciudad Vieja y la Ciudad Nueva están separadas por los enormes jardines de Princes Street Gardens.

Nos dirigimos hacia George Street, ya que queremos cenar en The Standing Order, un antiguo Banco reconvertido en pub del que hablaban muy bien en los foros sobre Edimburgo.
El sitio, The Standing Order, es un edificio neoclásico, construido entre 1874 y 1878, que fue sede del Union Bank of Scotland y que desde 1997 se ha reconvertido en un pub de la cadena JD Weatherspoon. Habíamos conocido este pub a partir de las reseñas que aparecen en algunos foros de viajes sobre Edimburgo (incluso salió en un episodio del programa "Españoles por el mundo") y quisimos acercarnos para probarlo.
El sitio, The Standing Order, es un edificio neoclásico, construido entre 1874 y 1878, que fue sede del Union Bank of Scotland y que desde 1997 se ha reconvertido en un pub de la cadena JD Weatherspoon. Habíamos conocido este pub a partir de las reseñas que aparecen en algunos foros de viajes sobre Edimburgo (incluso salió en un episodio del programa "Españoles por el mundo") y quisimos acercarnos para probarlo.

El diseño del edificio fue realizado por el conocido arquitecto David Bryce, y completado por su sobrino John. El local está situado en el número 62 de George Street, en el New Town de Edimburgo. El edificio es impresionante, tanto por dentro como por fuera.

El interior del local está dividido en varias salas y tiene una zona especial para familias con niños (family room). En la mayoria de pubs no está permitida la entrada a menores de 18 años a partir de las 20 horas.
La sala central, de techos altos, es la más espectacular y en ella está ubicada la barra de grandes dimensiones.
La sala central, de techos altos, es la más espectacular y en ella está ubicada la barra de grandes dimensiones.
En algunas de las salas más pequeñas todavía se conservan las cajas fuertes a modo de decoración.
Lo primero que debemos hacer es encontrar una mesa libre, misión casi imposible a según que horas, y memorizar el número de la misma. Las cartas ya están preparadas encima de la mesa. Una vez escogido lo que queremos comer y beber hay que ir a la sala central a pedirlo en la barra donde indicaremos además nuestro número de mesa y pagaremos. Las bebidas nos la sirven allí mismo y la comida nos la traerá alguno de los camareros cuando esté preparada. Una curiosidad: nuestra camarera era española.
Los Janonautas tuvimos suerte y encontramos un sitio libre en una de las salas que conserva una caja fuerte. Nuestra mesa la presidía un enorme cuadro de James Craig con su perro. Craig fue un arquitecto escocés al que se le debe el diseño de la zona de New Town de Edimburgo.
La comida es muy variada. El plato estrella son las hamburguesas aunque también se pueden tomar hot-dogs, ensaladas, platos típicos de pub y escoceses (haggis principalmente), fish and chips, pasta y platos orientales.
Uno de los platos que nosotros tomamos fue el pollo tikka masala y estaba delicioso. En la carta también hay ofertas de plato más bebida y promociones especiales algunos días y a algunas horas.
Uno de los platos que nosotros tomamos fue el pollo tikka masala y estaba delicioso. En la carta también hay ofertas de plato más bebida y promociones especiales algunos días y a algunas horas.
En la carta, junto a los platos, se muestra la información del número de calorías y se marcan los menús vegetarianos y aptos para celíacos. Respecto a las bebidas, además de los clásicos refrescos tienen una gran variedad de cervezas y sidras.
Se trata de un establecimiento de comida rápida, no se debe olvidar, pero la calidad es superior a otros restaurantes de estas características. Los precios son muy asequibles: los Janonautas cenamos un primero a compartir, los segundos individuales y las bebidas siendo 37 libras el importe total de la cena.
El local está abierto todos los días de la semana, de 8 de la mañana a 1 de la madrugada. La cocina funciona hasta las 23 horas. Es importante destacar que el local dispone de wifi gratis y que funciona muy bien. En resumen, fue una divertida experiencia que no nos defraudó y que os recomendamos.
Después de cenar continuamos con el paseo de regreso al hotel. Desde Princes Street tenemos otra buena vista del castillo.
Volvemos a pasar por la Royal Mile que continúa teniendo un gran ambiente. Vemos que en el castillo hay montadas unas gradas para la Military Tatoo. Es un espectáculo de bandas de gaiteros que durante el Festival, cada noche, interpretan marchas militares y música tradicional escocesa en el recinto habilitado de la entrada al Castillo. Habíamos asistido en nuestro anterior viaje a Edimburgo y nos resultó pesado y aburrido por lo que no teníamos intención de repetir.
Ya en el hotel ordenamos nuestras primeras impresiones sobre Edimburgo y son muy positivas. No sabemos si es debido a la celebración del Edinburgh Festival pero la alegría recorre sus calles que aunque abarrotadas no producen sensación de agobio. Es una ciudad pequeña, muy cómoda de recorrer a pie y que tenemos la intención de seguir explorando durante un par de días más.
Gastos del día:
• Tren aeropuerto de Glasgow-Edimburgo: 2.92 libras por persona.
• Bágels en la estación de Glasgow: 16 libras.
• Taxi Edimburgo: 6 libras
• Edinburgh City Hotel: 195 euros/noche habitación triple. Sólo alojamiento.
• Cena en The Standing Order: 37 libras.