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Sobre las 5:40 suena el teléfono de la habitación, ya estábamos despiertos, coge mi novio, era el chófer para recordarnos que nos recogería a las 6:30 en la recepción del Bávaro (yo creo que más bien llamó para despertarnos y que no nos quedásemos dormidos, jeje). Nos levantamos y fuimos a desayunar al bar del lobby del Bávaro ya que al ser tan temprano los buffets del desayuno aún estaban cerrados. Allí, en el bar del lobby, habilitan una zona con bollería, café, zumos, etc., para que la gente que va de excursión temprano pueda desayunar algo.
No paraba de llover, lo hacía desde las 4:00 de la mañana, pero el chófer llegó puntual. Él nos informó que aunque estuviese lloviendo, en la zona sur, en donde se realizaría la excursión podría estar haciendo bueno.
En el monovolumen sólo íbamos el chófer, mi novio y yo, pero antes de dirigirnos a Bayahibe tendríamos que pasar por el Hotel Catalonia a recoger a dos parejas. No paraba de llover y justo cuando llegamos al Catalonia llamó Gringo a nuestro chófer para comunicarle que se suspendía la excursión
, que en la zona sur tampoco paraba de llover, pero que si queríamos se aplazaba para el día siguiente a la misma hora y así fue, pues teníamos mucho interés en realizarla. El chófer nos llevó de vuelta a nuestro hotel y nos dijo que al día siguiente nos irían a buscar en el mismo coche, pero que no sería él, que sería otro chófer. Al llegar al hotel nos encontramos con una de las parejas que habíamos conocido y al poco rato nos encontramos con la otra pareja que también habíamos conocido el primer día. Ellos tenían contratada una excursión para ese día y nos quedamos acompañándolos en el lobby hasta que los fuesen a recoger. Una vez que esas dos parejas se fueron nos quedamos allí en el lobby tomando algo y aprovechando que había wifi gratuito navegamos un poco desde el móvil, seguía lloviendo. Al cabo de unos 45 minutos ya nos íbamos del lobby cuando vemos aparecer a las dos parejas, les habían traído de vuelta debido al mal tiempo y allí nos quedamos los seis entre risas y cócteles. La mañana nos transcurrió entre los bares de las recepciones del Bávaro y del Punta Cana. Seguía lloviendo.
Una de las parejas habían comprado en el aeropuerto de Madrid la tarjeta de teléfono para llamadas internacionales y la usaron desde el teléfono de la habitación pensando que sólo tendrían que pagar al hotel la conexión, pues bien, ya que estaba el día nuboso aprovecharon para hacer la reclamación, pues les facturaban por 5 llamadas de unos 3 minutos cada una, unos 75 $. En el hotel les dijeron que allí no conocían esas tarjetas y las llamadas que ellos hacían con el código de esa tarjeta, en realidad eran llamadas a través de un móvil
. Cerca del mediodía paró de llover, pero seguía nublado. Aprovechamos y fuimos hasta el Cortecito, nos dimos una vuelta por la tienda Los Pinos de precios fijos y por alguna que otra más.
Cuando llegamos al hotel los buffets ya habían cerrado pero esto no nos supuso ningún inconveniente ya que iríamos a comer al Sport Bar, abierto las 24 h. del día. Había alitas, hamburguesas, perritos calientes, pizza, croquetas, ensaladas, helados, etc.
La tarde la pasamos paseando cuando el tiempo nos lo permitía y en algún bar cuando llovía. Se nos pasó el día muy rápido a pesar del mal tiempo, ya que al estar con las otras dos parejas, entre las risas y las charlas se nos pasó el día muy rápido. Antes de ir a cenar pasamos por la habitación a ducharnos, esa noche quedamos con nuestros amigos en ir a cenar al restaurante a la carta El Arrecife, de comida internacional.
A mi chico la comida de este restaurante no le entusiasmó, pero lo que yo me pedí, la verdad es que me gustó mucho. Al lado de nuestra mesa había unos paisanos nuestros que habían llegado el día anterior. Nos preguntaron si había llovido los días anteriores, etc. Ellos tenían las pulseras del TI de color amarillo, las nuestras eran de color azul y nos explicaron la razón. Hay varios colores de pulseras y en función de las veces que te alojas en el complejo te dan un color u otro. Nosotros, como éramos novatos teníamos el color azul, estos paisanos ya habían ido en varias ocasiones y tenían la pulsera de color amarillo, luego va la negra, plateada, etc. Nos dijeron que en realidad da igual el color que la gran diferencia que ellos veían es que a la llegada a los “repetidores” les obsequiaban con cesta de frutas y botella de ron y que los vendedores los dejaban más tranquilos … TRUCO!!! Jeje, las pulseras azules por la parte de abajo son de color blanco, si se les da la vuelta, en la playa, con el sol, dan el pego y parecen las plateadas y los vendedores te dejan más tranquila.
Al acabar de cenar nos fuimos para la habitación debido a que al día siguiente nos esperaba de nuevo el madrugón.
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