El viernes 25 de octubre de 2013 salimos desde Asturias rumbo a Liverpool, volamos desde Ranón a Stansted con Easyjet con puntualidad británica, nada más llegar nos fuimos al mostrador de Enterprise que era la compañía con la que teníamos el alquiler del coche. Enterprise tiene una oficina en la zona de llegadas del aeropuerto en la cual firmas el contrato de alquiler y en nuestro caso la ampliación del seguro a todo riesgo, que con esto de conducir al revés preferíamos estar cubiertos del todo, luego te dan un papel para que vayas hasta la cabina que tienen donde los coches que está a cinco minutos de la terminal según sales a mano izquiera, casualmente la caseta de Enterprise era la última de todas, jeje. Allí entregamos el papel y nos dieron el flamante Passat enorme, nosotros que queríamos uno pequeñito para manejarnos bien en cambio no tocó una barca de coche, pero bueno fue muy cómodo y muy fácil de conducir.
Después de revisar que todo estuviera en orden (no es la primera vez que por no revisarlo luego nos comimos nosotros un abollón que no habíamos hecho…) nos pusimos rumbo a Liverpool, por delante teníamos unas cuatro horas de entretenido viaje por carretera que se convirtieron en casi cinco debido al intenso tráfico que había al ser viernes tarde. Llegamos a Liverpool ya de noche, así que ese día cenamos y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente nos levantamos pronto para recorrer la ciudad, nos sorprendió que no estuviera lloviendo ya que aquellos días Reino Unido estaba en alerta por temporal de aire y lluvia. Liverpool es una ciudad que se camina muy bien, las cosas para visitar en el centro están cerca las unas de las otras con lo cual no es necesario coger transporte público, nosotros estuvimos paseando todo el día sin prisas y descansando a tomar algo y vimos perfectamente la ciudad.
La casa en la que nos quedamos estaba pegada al barrio chino, en pleno centro de la ciudad con lo cual también nos facilitó el desplazarnos a pie. La primera parada que hicimos fue a la Catedral anglicana de Liverpool, una iglesia impresionante, puesta en un montículo lo que la hace todavía más grande de lo que realmente es. La entrada es gratuita y dentro estaban montando un montón de mesas para la cena de Halloween, y es que la catedral tiene un restaurante, yo aluciné porque nunca había visto cosa igual.


Al lado de la catedral está el antiguo cementerio, como en casi todas las iglesias de Inglaterra, a mi me gustan mucho (igual es ser un poco macabro) estos cementerios en los que solamente está la lapida al suelo y que suelen ser del siglo pasado, dimos un pequeño paseo por él.

Luego pusimos rumbo al centro, pasando por las universidades y viendo la extraña catedral Metropolitana de Liverpool que tiene una forma un tanto extraña ya que es circular. Fuimos pasando por la estación central de trenes, el ayuntamiento, la biblioteca municipal… hasta llegar a una de las calles más comerciales y céntricas de Liverpool, donde encontramos todo tipo de tiendas y restaurantes, allí nos comimos nuestro primer fish&chips del viaje.




Después de reponer fuerzas nos dirigimos a ver uno de los emblemas de la ciudad el pub The Cavern, donde actuaban los Beatles, este no es el pub original sino una reconstrucción muy fiel al original. Se trata de un pub al que hay q pagar a ciertas horas para acceder, nosotros fuimos a medio día y la entrada era gratuita, estaba lleno de gente a las 3 de la tarde y había un grupo tocando, nosotros nos dimos una vuelta por la tienda de recuerdos, un par de fotos y volvimos al exterior a seguir viendo Liverpool. Se trata de una parada obligatoria en toda visita a Liverpool, pero yo esperaba algo más auténtico que lo que nos encontramos.



De ahí nos dirigimos al Albert Dock, dimos un paseo al lado de la ría hasta el museo de Liverpool, a lo largo de todo el paseo había una exposición temporal de ovejas con diferentes diseños. Los museos en Liverpool son gratuitos pero nosotros no entramos en ninguno, ya que tuvimos la suerte de tener un día más o menos nublado y sin aire ( por allí dicen que hace bastante) aprovechamos a caminar.




Decir que Liverpool tiene muchísimo ambiente de bares y gente joven, vimos muchas despedidas de solter@ por la ciudad, así que como era sábado por la tarde nos volvimos a la zona de The Cavern que hay bastantes pubs a tomar alguna que otra pinta y descansar de la caminata que nos metimos.