A las 2.30 de la mañana nos levantamos para ir a ver amanecer al Bromo. Nos recogían a las 3.00. Es increíble e indescriptible el jaleo que había en la calle ya a esa hora, todo el mundo iba al mismo sitio, como si fuera una feria. El caso es que era día festivo, el día nacional de Indonesia, y allí estaba medio país.
Para subir a la plataforma o mirador desde donde se ve amanecer, se va con un 4x4, y nos tocó uno rosa chicle, y mientras que nosotros pensábamos que seríamos lo únicos en habernos levantado tan pronto porque normalmente la gente sale a las 3.30, nos quedamos flipados al ver la cantidad de coches aparcados a lo largo de la calle esperando ya a los clientes, tantos que había atasco y se iba casi en procesión, y a la entrada del parque hubo que hacer cola para comprar las entradas. Y más alucinante aún, eran las motos, las había a miles y no estoy exagerando nada. Insisto, nos dijeron que era por ser día festivo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Total, que cuando llegamos nos tocó aparcar en la cuneta un poco lejos y subir caminando y sorteando las motos y a la gente, y luego pasamos por una zona de chiringuitos donde había mucha gente desayunando, momento en el que mi marido aprovechó para alquilar los abrigos guarretones sin pensárselo, y menos mal, porque si de noche hacía frío, mucho más al amanecer.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Cuando llegamos a la plataforma, aquello era mucho peor que el metro en hora punta, o un partido de fútbol porque incluso unos chicos encendieron una bengala y todos aplaudieron.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Para que os hagáis una idea de la cantidad de gente que había.
Nuestro guía nos buscó un hueco desde el que no veíamos nada, y nosotros acabamos buscándonos la vida moviendo una valla para poder acceder a un trozo de tierra donde había incluso un escalón para sentarnos, y allí que nos colocamos para ver amanecer, no era el sitio de vistas típicas, pero es que era imposible moverse.
Tengo que aclarar por si os sirve. El sitio en sí es como un mirador elevado (donde está el chico de la bengala), que tiene dos terrazas bajas a cada lado. Lo ideal sería subir al mirador para ver 180º, pero en nuestro caso era impensable. Y lo segundo ideal, colocarte en la terraza de la derecha del mirador (la derecha si miras de frente al paisaje) que es desde donde se ve la foto típica, pero nosotros como no lo sabíamos, era de noche, apenas se veía nada, estábamos agobiadísimos con la gente, y el único hueco que encontramos era detrás de esa valla del lado izquierdo, pues allí nos quedamos. Vimos un amanecer precioso, con la niebla retirándose con una rapidez tremenda, pero no era la vista esperada.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al salir el sol, los locales empezaron a cantar el himno nacional, y unos 15 min después de salir el sol, la gente empezó a desfilar calle abajo, así es que se despejó algo y ese fue nuestro momento. Pudimos acceder a la zona de la derecha para ver el Bromo y demás cráteres, aún quedaba algo de niebla y ahí sí que la vista era sobrecogedora.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Tras las fotitos de rigor, hicimos lo propio, salimos pitando hacia el coche adelantando a todos los que podíamos para ver si evitábamos el atasco de bajada. A medio camino nos localizó el tío de los abrigos y se los devolvimos. Al alquilarlos sospechábamos que estaban guarretes, pero ahora que los veíamos a pleno sol…no quiero ni acordarme. Bajando se pasa por chiringuitos para desayunar, y nos ofrecieron en varias ocasiones unos adornos de unos 20cm que eran formas de animales (un osito, perro, ramo de flores) hechas con flores secas de colores, preciosas y baratas, que yo no compré por no entretenerme y pensando que las volvería a ver, y también esto fue un error, porque no las ví en ningún otro sitio que visitamos en el viaje, porque al parecer son flores que sólo se crían ahí, así es que al que le guste no desaprovechéis la oportunidad. Ahora podría tener un osito en mi casa…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de sortear mucha gente, coches y motos (íbamos con mil ojos), llegamos al 4x4 y tiramos carretera abajo, para comenzar la excursión por el parque volcánico en sí aunque con alguna paradita por el camino porque las vistas eran muy bonitas
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En unos 20 min llegamos al “mar de cenizas” que hay que atravesar para llegar al volcán que se puede subir. Allá que íbamos en nuestro cochecito rosa chicle, subiendo y bajando dunas de ceniza como si fuera una atracción de feria, y rodeados de motos que cada dos por tres se quedaban atascadas y las tenían que empujar.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A partir de un punto, hay que seguir caminando y cuesta arriba, y aviso que se camina fatal (llevad zapatillas de deporte), y entre eso, que yo llevaba unas playeras, que estaba sin desayunar y que me hacía ilusión, decidí alquilarme un burrito para subir (aunque luego sólo te suben la mitad de tramo) mientras mi marido, que está más entrenado, iba a pié.
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A estas alturas, ya habréis visto en las fotos que llevábamos mascarillas. Yo diría que son imprescindibles, eso y las gafas de sol, porque aunque parezca mentira, el polvo se te mete por todas partes. Vais a alucinar con los calcetines cuando os los quitéis...
Ya llegamos a las escaleras del volcán, y aquello seguía siendo hora punta, vamos que hubo que hacer cola hasta para subir las tropecientas escaleras que apenas se ven porque están cubiertas de ceniza.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Vista desde abajo y desde arriba de las escaleras
Una vez arriba, el espacio es muy limitado pero es chulísimo ver cómo sale humo del volcán, y aquello de sentir que estás justo encima de un volcán en activo da mucho subidón, jejeje. De hecho, no siempre se puede acceder, depende de la actividad sísmica que se esté registrando esos días.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Regresamos al hotel para desayunar, hacer las maletas y 5 h de coche para llegar al aeropuerto, que se nos hicieron muy cortas porque casi todo el viaje lo pasamos durmiendo después del madrugón.
Después de comer en el aeropuerto, cogimos un vuelo de Garuda a Denpasar (nos gustó mucho esta aerolínea que no conocíamos), y allí nos recogió Swenden de la agencia todobali.com, que sería nuestro excelente guía en Bali. Por cierto que a estas alturas, ya estábamos en zona de calor veraniego, estábamos en BALI.
Elegimos la agencia local www.todobali.com porque algunos foreros de los que me fío la recomendaban, hablan español y se podía pagar directamente allí y en euros, y la verdad, no nos decepcionó ni un ápice, sino todo lo contrario. Tanto en las comunicaciones previas como en los días que estuvimos allí, el trato fue exquisito. El chofer-guía fue muy simpático y muy profesional, y muy trabajador porque el hombre vivía a 2 h de camino de nuestro hotel y el pobre iba y venía todos los días. Nosotros le dimos la lista de cosas a ver y él lo distribuyó según los días, y supo adaptarse muy bien a nosotros, que somos de pocas explicaciones y muchas fotos, jejeje.
Nuestro hotel para los primeros días en Bali era el Alaya, en Ubud. Preferimos tener una “base de operaciones” en vez de cambiar cada noche de sitio, y por eso elegimos Ubud que está en medio de la isla y además es muy turístico, y desde allí hacíamos las excursiones.
Bueno, que llegamos al hotel Alaya ya tarde, cenamos muy bien en su restaurante (un pelín caro y con música en vivo), y a dormir. El hotel está en plena civilización (justo al dado hay un super) pero a la vez con vistas al campo como si estuvieras en las afueras, las zonas comunes tiene estilo “palapa” y es muy bonito. Lo habían inaugurado pocos meses antes y por eso pudimos coger un ofertón. Las habitaciones son muy grandes y todas con terraza que da a la piscina y arrozales, que en aquella época tenían un color verde espectacular (pedir habitaciones del bloque del fondo y en el primer piso). El personal muy atento, y aunque el desayuno no es buffet sino a la carta, tiene mucha cantidad y os recomiendo los huevos benedict, que están de muerte. Yo repetiría este hotel porque nos sentimos muy a gusto, y algunas tardes la piscina estaba para nosotros solos.
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Vista de la terraza, y vistas de los arrozales desde el hotel
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Estuvimos visitando la isla de Bali 4 días (luego 3 de relax en la playa), y para mi gusto nos faltó como mínimo 1 día de turismo y 1 en la playa, porque de hecho no tuvimos tiempo siquiera ver el Bosque de los Monos de Ubud (y eso que lo teníamos prácticamente enfrente del hotel) porque cuando regresábamos por las tardes de las excursiones o bien estaba cerrado o bien estábamos tan molidos que preferíamos quedarnos en la piscina.
Para subir a la plataforma o mirador desde donde se ve amanecer, se va con un 4x4, y nos tocó uno rosa chicle, y mientras que nosotros pensábamos que seríamos lo únicos en habernos levantado tan pronto porque normalmente la gente sale a las 3.30, nos quedamos flipados al ver la cantidad de coches aparcados a lo largo de la calle esperando ya a los clientes, tantos que había atasco y se iba casi en procesión, y a la entrada del parque hubo que hacer cola para comprar las entradas. Y más alucinante aún, eran las motos, las había a miles y no estoy exagerando nada. Insisto, nos dijeron que era por ser día festivo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Total, que cuando llegamos nos tocó aparcar en la cuneta un poco lejos y subir caminando y sorteando las motos y a la gente, y luego pasamos por una zona de chiringuitos donde había mucha gente desayunando, momento en el que mi marido aprovechó para alquilar los abrigos guarretones sin pensárselo, y menos mal, porque si de noche hacía frío, mucho más al amanecer.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Cuando llegamos a la plataforma, aquello era mucho peor que el metro en hora punta, o un partido de fútbol porque incluso unos chicos encendieron una bengala y todos aplaudieron.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Para que os hagáis una idea de la cantidad de gente que había.
Nuestro guía nos buscó un hueco desde el que no veíamos nada, y nosotros acabamos buscándonos la vida moviendo una valla para poder acceder a un trozo de tierra donde había incluso un escalón para sentarnos, y allí que nos colocamos para ver amanecer, no era el sitio de vistas típicas, pero es que era imposible moverse.
Tengo que aclarar por si os sirve. El sitio en sí es como un mirador elevado (donde está el chico de la bengala), que tiene dos terrazas bajas a cada lado. Lo ideal sería subir al mirador para ver 180º, pero en nuestro caso era impensable. Y lo segundo ideal, colocarte en la terraza de la derecha del mirador (la derecha si miras de frente al paisaje) que es desde donde se ve la foto típica, pero nosotros como no lo sabíamos, era de noche, apenas se veía nada, estábamos agobiadísimos con la gente, y el único hueco que encontramos era detrás de esa valla del lado izquierdo, pues allí nos quedamos. Vimos un amanecer precioso, con la niebla retirándose con una rapidez tremenda, pero no era la vista esperada.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Al salir el sol, los locales empezaron a cantar el himno nacional, y unos 15 min después de salir el sol, la gente empezó a desfilar calle abajo, así es que se despejó algo y ese fue nuestro momento. Pudimos acceder a la zona de la derecha para ver el Bromo y demás cráteres, aún quedaba algo de niebla y ahí sí que la vista era sobrecogedora.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras las fotitos de rigor, hicimos lo propio, salimos pitando hacia el coche adelantando a todos los que podíamos para ver si evitábamos el atasco de bajada. A medio camino nos localizó el tío de los abrigos y se los devolvimos. Al alquilarlos sospechábamos que estaban guarretes, pero ahora que los veíamos a pleno sol…no quiero ni acordarme. Bajando se pasa por chiringuitos para desayunar, y nos ofrecieron en varias ocasiones unos adornos de unos 20cm que eran formas de animales (un osito, perro, ramo de flores) hechas con flores secas de colores, preciosas y baratas, que yo no compré por no entretenerme y pensando que las volvería a ver, y también esto fue un error, porque no las ví en ningún otro sitio que visitamos en el viaje, porque al parecer son flores que sólo se crían ahí, así es que al que le guste no desaprovechéis la oportunidad. Ahora podría tener un osito en mi casa…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Después de sortear mucha gente, coches y motos (íbamos con mil ojos), llegamos al 4x4 y tiramos carretera abajo, para comenzar la excursión por el parque volcánico en sí aunque con alguna paradita por el camino porque las vistas eran muy bonitas
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En unos 20 min llegamos al “mar de cenizas” que hay que atravesar para llegar al volcán que se puede subir. Allá que íbamos en nuestro cochecito rosa chicle, subiendo y bajando dunas de ceniza como si fuera una atracción de feria, y rodeados de motos que cada dos por tres se quedaban atascadas y las tenían que empujar.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A partir de un punto, hay que seguir caminando y cuesta arriba, y aviso que se camina fatal (llevad zapatillas de deporte), y entre eso, que yo llevaba unas playeras, que estaba sin desayunar y que me hacía ilusión, decidí alquilarme un burrito para subir (aunque luego sólo te suben la mitad de tramo) mientras mi marido, que está más entrenado, iba a pié.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A estas alturas, ya habréis visto en las fotos que llevábamos mascarillas. Yo diría que son imprescindibles, eso y las gafas de sol, porque aunque parezca mentira, el polvo se te mete por todas partes. Vais a alucinar con los calcetines cuando os los quitéis...
Ya llegamos a las escaleras del volcán, y aquello seguía siendo hora punta, vamos que hubo que hacer cola hasta para subir las tropecientas escaleras que apenas se ven porque están cubiertas de ceniza.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Vista desde abajo y desde arriba de las escaleras
Una vez arriba, el espacio es muy limitado pero es chulísimo ver cómo sale humo del volcán, y aquello de sentir que estás justo encima de un volcán en activo da mucho subidón, jejeje. De hecho, no siempre se puede acceder, depende de la actividad sísmica que se esté registrando esos días.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Regresamos al hotel para desayunar, hacer las maletas y 5 h de coche para llegar al aeropuerto, que se nos hicieron muy cortas porque casi todo el viaje lo pasamos durmiendo después del madrugón.
Después de comer en el aeropuerto, cogimos un vuelo de Garuda a Denpasar (nos gustó mucho esta aerolínea que no conocíamos), y allí nos recogió Swenden de la agencia todobali.com, que sería nuestro excelente guía en Bali. Por cierto que a estas alturas, ya estábamos en zona de calor veraniego, estábamos en BALI.
Elegimos la agencia local www.todobali.com porque algunos foreros de los que me fío la recomendaban, hablan español y se podía pagar directamente allí y en euros, y la verdad, no nos decepcionó ni un ápice, sino todo lo contrario. Tanto en las comunicaciones previas como en los días que estuvimos allí, el trato fue exquisito. El chofer-guía fue muy simpático y muy profesional, y muy trabajador porque el hombre vivía a 2 h de camino de nuestro hotel y el pobre iba y venía todos los días. Nosotros le dimos la lista de cosas a ver y él lo distribuyó según los días, y supo adaptarse muy bien a nosotros, que somos de pocas explicaciones y muchas fotos, jejeje.
Nuestro hotel para los primeros días en Bali era el Alaya, en Ubud. Preferimos tener una “base de operaciones” en vez de cambiar cada noche de sitio, y por eso elegimos Ubud que está en medio de la isla y además es muy turístico, y desde allí hacíamos las excursiones.
Bueno, que llegamos al hotel Alaya ya tarde, cenamos muy bien en su restaurante (un pelín caro y con música en vivo), y a dormir. El hotel está en plena civilización (justo al dado hay un super) pero a la vez con vistas al campo como si estuvieras en las afueras, las zonas comunes tiene estilo “palapa” y es muy bonito. Lo habían inaugurado pocos meses antes y por eso pudimos coger un ofertón. Las habitaciones son muy grandes y todas con terraza que da a la piscina y arrozales, que en aquella época tenían un color verde espectacular (pedir habitaciones del bloque del fondo y en el primer piso). El personal muy atento, y aunque el desayuno no es buffet sino a la carta, tiene mucha cantidad y os recomiendo los huevos benedict, que están de muerte. Yo repetiría este hotel porque nos sentimos muy a gusto, y algunas tardes la piscina estaba para nosotros solos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
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Vista de la terraza, y vistas de los arrozales desde el hotel
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Estuvimos visitando la isla de Bali 4 días (luego 3 de relax en la playa), y para mi gusto nos faltó como mínimo 1 día de turismo y 1 en la playa, porque de hecho no tuvimos tiempo siquiera ver el Bosque de los Monos de Ubud (y eso que lo teníamos prácticamente enfrente del hotel) porque cuando regresábamos por las tardes de las excursiones o bien estaba cerrado o bien estábamos tan molidos que preferíamos quedarnos en la piscina.