En el campamiento compramos una gira al lago Kindictikul. El la página veb del campamiento estaba escrito que la gira cuesta 7 mil rublos por un coche (1 euro ~ 62 rublos), pero allí nos pidieron 10 mil rublos. Dijimos que no, que es mucho para nosotros y dentro de unos minutos ellos aceptaron nuestra propuesta y nos fuimos por 7 mil rublos por nosotros 5.
Aparte de nosotros fue otro coche con otros turistas del campamiento. Pero no fuimos lejos porque pronto rompió el coche de otros turistas y tuvimos que esperar casi una hora hasta que lo reparara. Después seguimos nuestra ruta. Durante el viaje al lago hicimos muchas paradas para ver lugares interesantes: los túmulos, los petroglifos, los restos de viviendas antiguas y por supuesta los paisajes bonitos.
Un paisaje de Altai

Los petroglifos

Los coches en que fuimos

Después de pararnos una vez ordinaria el coche en que fuimos no quiso poner en marcha. Estabamos en un lugar donde imposible encuntrar cualquier ayuda. Para no perder el tiempo nosotros cenamos allí. No sé ciertamente cuanto tiempo pasamos allí pero por fin entendieron el problema y lo casi resolvaron. Por lo menos el coche podía poner en marcha después de empujarlo. Entnonces a partir de entonces y hasta la llegada al campamiento unos hombres empujaron el coche y el conductor lo puso en marcha. Fue muy divertido Adiviné que era una parte de excurción planficada

Por fin llegamos al lago Kindiktikul. El clima en este lugar es muy severo por eso el lago todavía estaba debajo del hielo.
El lago Kindikticul. Detrás de las montañas ya está Mongolia.


Un solo alerce

Pasamos allí unas dos horas y seguimos la gira. Regresamos al campamiento por otra ruta. Y allí encontramos unos guardafronteras (os recuerdo que Mongolia estaba muy cerca). Para pasear por este territorio hay que tener pasaporte. Y todos nosotros lo tenemos a parte de mi marido. Él lo olvidó en casa. Lo más curioso es que él mismo me había recordado que yo llevaía mi pasaporte conmigo. Pues, pasamos una hora allí esperando cuando le dan una multa y cuando ya estaba oscuro seguimos el viaje.
Ellegamos al campamiento, cenamos y fuimos al baño para bañarnos. El baño era muy bueno y no costaba mucho, sólo 500 rublos por una hora.
Esta noche cambiamos el aíl por una yurta en el mismo campamiento, porque la yurta era más barata.
En aíl hacía mucho calor por la noche porque concervaba muy bien la temperatura. Para calentar los aíles y las yurtas en cada uno había una estufa. Y si en el aíl la usamos sólo una vez por la noche, en la yurta tuvimos que usarla casi toda la noche porque hacía mucho frío.