13 DE SEPTIEMBRE
Ese día lo empezaríamos haciendo una ruta por nuestra cuenta en los alrededores de Lower Sabie.
El tiempo seguía bastante chungo.. nublado y con poca pinta de despejar.
Cuando íbamos por una carretera de tierra vimos cruzar a una hiena con una pinta horrible... Estaba llena de fango y corría cojeando de la pata trasera. Parece que no había pasado muy buena noche y estaba huyendo de algún lío en el que se habría metido...

Lo siguiente interesante que vimos ya en carretera de asfalto fueron tres coches parados a un lado de la carretera. Nos acercamos esperando que fuera algún felino y en efecto. Ahí estaba, un elegante leopardo sentado a escasos metros de nosotros.


Parecía estar muy tranquilo. Estuvimos un buen rato observándole y a penas se movía, algún giro de cabeza hacia nosotros pero nada más.
Sin embargo, cuando ya llevábamos una media hora allí, ya no estábamos tres coches. Poco a poco se habían ido sumando más coches y el leopardo se levantó para intentar cruzar la carretera.

Se habían juntado taaaaantos coches que le fue imposible cruzarla. De hecho, intentó pasa jrusto delante del coche que estaba junto al nuestro, y se agobio bastante. Incluso mostró algún gesto de enfado/miedo hacia el coche por no poder cruzar. Se dio la vuelta y volvió a su sitio.



Nunca me había fijado en la forma de sus patas, es como si tuvieran unos pies enormes.

Cuando se volvió a sentar decidimos irnos y ceder la primera fila a otro coche. Fue realmente difícil salir de ahí. Sin exagerar se habrían juntado unos 20 coches, de los cuales 15 no se estaban enterando de nada, ya que al irnos todos preguntaban qué había ahí.
Cuando conseguimos salir de esa zona continuamos por la carretera en dirección Crocodile Bridge. Vimos nuestras primeras cebras y ñus.






También vimos una pelea de hipopótamos en el río. Menudos mordiscos se pegan...

En la foto de arriba no sólo aparecen dos hipopótamos. También se puede ver en la roca de la derecha una manada de leones descansando. Eran bastantes también, serían unos 15 repartidos entre las rocas y la hierba. Debía ser una manada vigilada por Sanparks porque uno de los machos llevaba un collar. También había crías muy pequeñas pero sólo apreciables con prismáticos. En las fotos a penas se ve algo... Me entraron ganas de pedirle una foto al del coche de al lado, que tenía una cámara con un objetivo más largo que mi brazo


Esa noche teníamos reservada una casita en frente del río Sabie, y justo estaba empezando a despejar así que disfrutamos de las vistas mucho más.

Tras descansar un rato, nos subimos en el camión de Lower Sabie hacia un nuevo Sunset Drive.
Hicimos una pequeña parada en Sunset Dam, donde siempre verás hipos y algún cocodrilo.

Monos...

También presenciamos el rapto de un pequeño monito.

Había una familia de monos, y vimos como uno arrancaba a un bebe de los brazos de su madre. Ésta estuvo espabilada y enseguida corrió tras el para recuperar a su cría.
Una vez de vuelta con su madre, la cara del bebé era todo un poema.

Poco antes de que cerraran las puertas del parque vimos otro leopardo. Pero estaba tumbado tan escondido entre la hierba que incluso costaba diferenciarlo sin ayuda de los prismáticos. Es increíble la facilidad que tienen los guías para ver animales donde tu sólo ves arbustos...
Ya de noche vimos más elefantes, jinetas, conejos y también un enorme puercoespin. Pero faltaba algo más.
Íbamos con los focos encendidos, y a nosotros nos tocó llevar uno. Tuvimos la suerte de ser los primeros en ver otro leopardo más, tumbado durmiendo en el borde de la carretera. Le alumbramos para verlo bien, y vimos cómo nos miraba fijamente a los ojos, todavía tumbado. El coche paró en seco y cómo no, la gente empezó a gritar. Asustado se levantó y se escondió entre los arbustos.

Cuando estuvo todo el mundo en silencio, el leopardo salió del arbusto y cruzó la carretera a tumbarse en otra zona.

También vimos dos rinocerontes caminando sobre la carretera. El guía nos explicó que era muy importante no alumbrar con el foco ni a los elefantes ni a los rinocerontes.
Los primeros por que se vuelven muy agresivos, y los rinos porque se vuelven locos.
Al alumbrarles con los faros del coche, vimos que en efecto se ponen a correr como en círculos sin rumbo. Daba una mezcla entre risa y pena



Muy contentos con el Sunset Drive, volvimos a la habitación. Mañana llegaba nuestro último día en Kruger.