CUARTO DIA:
Era el turno de visitar el Museo britanico. Que decir que no se haya dicho antes. Aun que sepas que hay cosas maravillosas, siempre te quedas fascinado, por su bellez y por lo que representa historicamente.
Objetos como la piedra roseta, el Codigo de Hamurabi, la cabeza enorme de Ramses II de granito, el tesoro de Sutton Hoo, , los frisos del Partenon, como tambien los impresionantes bajorelieves del Rey Asurbanipal, asi como momias egipcias y templo reconstruido del antiguo Egipto, son cosas que no pueden dejarse de visitar si vas al Museo.
Luego dando un paseo no dirigimos al House Guard, donde coincidimos en el cambio de guardia a caballo.
Despues hicimos un paseo en barco por el Tamesis, donde paramos en el Puente de Londres, y esta vez si los visitamos. Te suben arriba con un ascensor y pasas todo el puente siendo el suelo de cristal donde vez a bajo del todo los coches, la verdad es que impresiona bastante y no recomendable a los que tienen vertigo. Tambien puedes pasar por el lateral del todo en la que no hay cristal.
Ya en la otra parte del Tamesis, dimos un paseo por todo el litoral, donde hay un buque de guerra convertido en un museo.
Tambien pasamos por la Hays Gallery, un antiguo muelle, convertido en un centro comercial. Alli nos tomamos un cafe en el Cafe Rouge (hay varios por la ciudad), donde una chica muy simpatica, española, no podia de ser de otra manera

Pasas tambien por el Shakespeare Globe, un teatro donde hacen representaciones del genial escritor.
Llegamos a un puente peatonal donde tienes enfrente a la Catedral de San Paul, que no pudimos visitar ya que cierra muy pronto para las visitas, pero que vale la pena admirar por fuera tambien.
Nos dirigimos luego al The Majestic Teatre donde vimos el musical del Fantasma de la Opera. Yo que no soy de musicales me encanto, la puesta en escena decorado y actores y actrices geniales.
Como era tarde para cenar, nos comimos un bocadillo al lado del luminos de Picadeilli, caro y malo, no recomendable incluso si teneis hambre.