El jefe de mi marido vive en San Francisco, él y mi marido se llevan muy bien y son amigos, así que durante nuestra estancia en la ciudad pasamos mucho tiempo con él y su mujer.
Esta mañana habíamos quedado a desayunar con Guille (el jefe) cerca de donde nos alojábamos.
Nos convenció para alquilar unas bicis y hacer una rutita que cruzara el puente hacia Sausalito. Las alquilamos en una tiendecilla de la calle Fulton, frente al Golden Gate Park
Desde ahí nos dirigimos hacia la costa parando en algunos miradores y en la playa, Baker beach. Fue casi todo el camino cuesta abajo, así que llegamos pronto, pero desde la playa hasta llegar al puente Golden Gate empezaron las subidas, y más de una vez tuve que llevar la bici a cuestas.
El carril bici del puente estaba cerrado, y nos desviaron por el de los peatones. ¡Mejor! ¡Mejores vistas de la bahía! La mayor parte del trayecto fuimos bajados de la bici porque había mucha gente, imaginaos que caos bicis para ir y volver y gente andando para un lado y otro.
Nos toco un día clarito y despejado, así que las vistas fueron fantásticas, elegimos el mejor día para hacer la ruta.
Llegamos a Sausalito, en el otro lado del puente, y vaya mala pata… me caí de la bici por culpa de un coche que se arrimó demasiado a mí, me eché a la derecha, me desequilibré y…Zas!ostión! me hice daño en la muñeca y un hombre muy amable me estuvo ayudando, ya que los chicos ni se enteraron, iban delante y no me vieron caer.
En el puerto me estuvieron curando las raspaduras (que apañaos estos americanos) y vimos que lo de la muñeca solo fue el golpe. Dejamos las bicis en un parking y nos fuimos a comer al famosísimo sitio de las hamburgesas con el toldo verde. El jefe de mi marido no lo conocía y le picaba la curiosidad. Está en el 737 de Bridgeway y solo pone Hamburguers en el toldo.
Las hamburguesas muy buenas, también decir que llegue con mucha hambre después de la ruta.
Decidí que me volvería en Ferry de vuelta a San Francisco, ya que aun me seguía molestando la mano, así que fuimos a reservar el ticket antes de visitar el pueblecito. Si tenéis pensado regresar en ferry os recomiendo que lo hagáis así, ya que si no corréis el riesgo de quedaros sin hora de vuelta. Los chicos preferían volver en bici y aprovechar para ver algún mirador más.
El pueblecito la verdad que es muy bonito, merece la pena hacer una visita.
Llegó la hora de embarcar, me subí con la bici la aparqué abajo y subí arriba a disfrutar del viaje y las vistas de la bahía.
Los chicos me fueron a recoger al puerto con el coche y fuimos a devolver mi bicicleta. Por casi no llegamos a devolverla…. había que dejarlas antes de las 6, que cerraba. Pues bien a las 5.50 estamos parados en un stop y llega uno y nos embiste por detrás! Los chicos se quedaron cogiendo los datos y haciendo los papeles y yo me fui con la bici (y mi mano pocha) a la tienda de bicis a devolverla, menos mal que ya estábamos cerca.
Después del incidente, fuimos a casa a ducharnos y arreglarnos para salir a cenar con Guille y Nicole (su mujer).
Nos llevaron a un asiático superchulo por el barrio a cenar Hot Pot, y me encantó!! Es un caldo calentito en el que vas cocinando diferentes verduras y carne de kobe. Nunca había visto ni probado esto y me gustó mucho.
Después de cenar nos acercamos a Twin Peaks para ver las vistas de la ciudad de noche, pero había niebla y no se veía nada.