El transporte privado contratado por medio de Gokul nos recogía en el hotel a las 8 am para llevarnos de Kathmandu a Pokhara. Circular por Kathmandu es toda una aventura, sorteando coches, autobuses, motos, personas, vacas, bicicletas, sin ningún...
El transporte privado contratado por medio de Gokul nos recogía en el hotel a las 8 am para llevarnos de Kathmandu a Pokhara.
Circular por Kathmandu es toda una aventura, sorteando coches, autobuses, motos, personas, vacas, bicicletas, sin ningún orden ni concierto. En ningún rincón desaparecen los mercados, tiendas, o puestos de venta de cualquier producto. Más de una hora necesitamos para abandonar la ciudad, vibrante y caótica.
Bandipur se enclava en lo alto de una ladera entre Kathmandu y Pokhara, desviándonos de la carretera principal por una calzada de curvas cerradas que asciende el abrupto terreno entre árboles. Se trata de un antiguo pueblo newar en las rutas comerciales entre India y Tíbet, que, en parte ha sido restaurado con esmero y luce primorosas buganvillas recubriendo algunas fachadas.
A Bandipur llegamos a medio día. El paseo por sus calles de losas de pizarra va acompañado de escenas de la apacible vida de sus habitantes, de sus coloridos vestidos, de los uniformes azules de los escolares, de los juegos callejeros de los niños……...todo ello ambientado entre edificios de arquitectura newar, con sus balcones de celosía de madera asomando en las fachadas de terracota. Aunque, si algo me llama la atención son los tejados de pizarra, algo que no recordaba haber visto en Nepal hasta el momento.
La calle principal alberga ahora bares y restaurantes turísticos. En otras calles abundan los locales de costura, lúgubres y diminutos, casi cuevas, en cuya oscuridad no me explico cómo la vista puede trabajar con las viejísimas máquinas de coser.
Es una auténtica lástima la turbidez en la atmósfera, que nos oculta lo que deberían ser unas magníficas vistas de las colinas cercanas repletas de terrazas agrícolas, rodeadas por las altas cumbres nevadas del Himalaya más al fondo. Porque la zona alta de Bandipur tiene fama de excelente mirador a las montañas, pero hoy no es el día.
El dal bhat ya estaba listo para comer cuando llegamos al bar del amigo de nuestro conductor, que pagamos a precio de giris, a pesar de ser un comedor más local que turístico.
Pokhara está a una hora en coche, pasando por terrenos agrícolas en los que el arroz comienza a germinar en terrazas encharcadas, en las que afloran los espigados tallos verdes.
La bruma seguía presente en Pokhara, dejándonos un espectacular sol rojizo vespertino, que se reflejaba sobre el lago rodeado de montañas……….. como una naranja gigante.
El ambiente vacacional impera en la ciudad de aspecto hippy, especialmente al lado del lago, cuya orilla recorremos por un paseo que sirve de relax a una variopinta variedad de gente. Los barqueros recogen sus barcas,………… los turistas, al son de conocidos ritmos musicales internacionales, se tumban en los cómodos sillones de las terrazas cuyo horizonte es el agua y las laderas que circundan el lago………..unos cuantos nepalís buscan unos cuartos, ofreciendo sus servicios a los turistas.
Al menos, todo tiene su parte buena, y a pesar de no poder disfrutar de esa imagen que habíamos visto en fotos, de las montañas nevadas enmarcando el lago, el atardecer nos deparaba unas escenas más melancólicas entre la neblina.
Cenamos en uno de los muchos restaurantes de Pokhara, que prácticamente comparten carta. No hay queja ni grandes alabanzas.
Alojamiento en Pokhara: Hotel The Coast. Estupendo. Muy nuevo, espaciosas habitaciones, enorme y comodísima cama, ventanas hacia el lago. Desayunos en la última planta con vistas al lago. Lástima la bruma que ocultaba las montañas.
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Compañera!! Me ha encantado subir y bajar de tu manita las escaleras de este mágico lugar con vistas a montañas inolvidables, paisajes abrumadores, rododendros en flor,...vidas...sonrisas radiantes,...cicatrices...
Desconocía la historia de los turrones, por la iniciativa, estaré pendiente de la siguiente porque dicen que no hay dos sin tres no?
Un abrazo y cinco estrellas para ti!!
Isla, muchas gracias por tus comentarios. Escaleras interminables, pero también paisajes interminables, lecciones de vida interminables.
Los turrones iban acompañados de unos lotes de cepillos dentales, para que puedan endulzar sus vidas sin terminar con sus dientes.
Besitos
Enhorabuena por este diario Meha, me han encantado las fotografías y la explicación de las diferentes etapas. Estamos pensando ya el destino para la Semana Santa del año que viene y creo que tu diario es el empujoncito que nos faltaba para hacer el trek al ABC. Te dejo las muy merecidas 5 estrellas!
Nepalizando! Na Mas Te!Contaré lo que hicimos, lo que pasamos y paseamos, todo lo que vimos y experimentamos, los miles de colores, pero no se como explicar las sensaciones, olores...⭐ Points 5.00 (6 Votes) 👁️ Visits This Month: 5
Hola ferretti:
Acabo de volver de Nepal y te comento que hemos sufrido sus carreteras. Son de las peores que hemos recorrido. Nosotros hemos ido después del monzón y se ven sus destrozos, imagino que de año en año no se reparan y cada vez es peor porque se van acumulando.
O sea, no es solo el problema de que os llueva, sino de que no seais capaces de avanzar si las carreteras están bloqueadas.
El valle de Kathmandu tiene bastante por ver, es muy muy bonito.
Yo no he estado en Nepal en época de monzones, pero imagino que circular puede ser complicado y los tiempos, ya de por si muy... read more...
Si vuestra visita es cultural el valle de Kathmandu es un paraiso, a Pokhara se va más a ver las vistas, iniciar treking y a Chitwan al Parque Nacional...