Datos de la etapa:
Altitud ganada: -178 m
Ascenso total del día: 589 m
Descenso total del día: 757 m
Elevación máxima: 4000 m
Distancia recorrida: 9 km
Tiempo: 4h 20m
Por fin, el gran día de Mardi Himal. La noche anterior habíamos decidido empezar a andar a las 5, pensando que sería suficiente, porque salir antes supone pasar mucho frío. Todavía era de noche pero no cerrada, y entre la luna y la nieve que había caído durante la noche había algo de claridad, aunque necesitamos usar los frontales durante un rato. El camino va ascendido de forma constante desde High Camp, y aunque yo estaba ya perfectamente aclimatada gracias a los días anteriores, la subida fue dura de todas formas. Menos mal que las vistas de las montañas nevadas y las estrellas lo compensaban con creces, y el hecho de que no hubiera ni una nube me dio fuerzas para el ascenso.

Annapurna South a la luz de las estrellas

Por fin, Machhapuchhre sin nubes!
El último tramo tiene muchos escalones, que estaban cubiertos de nieve, y para cuando llegamos allí ya estaba casi amaneciendo. Me hubiera gustado ver amanecer desde el mirador pero la subida fue un poco más lenta de lo que esperaba. Tardamos 1:45 en llegar al primer mirador, donde hay varios refugios/teahouses y donde puedes tomarte algo calentito.


Llegando al primer mirador
Cuando llegamos arriba justo antes de las 7 yo tenía las manos completamente heladas y lo estaba pasando mal, pero decidimos seguir hasta el segundo mirador en lugar de parar a beber algo caliente porque me daba miedo que se metieran las nubes. Del primer al segundo mirador hay unos 10-15 minutos. En el segundo mirador había un diminuto refugio con un par de nepalíes dentro que tenían un fuego encendido. Yo estaba empezando a preocuparme por mis manos porque pensaba que se me iban a caer de lo frías que estaban, y el guía habló con los chavales y me dejaron entrar a calentarlas al fuego. Casi me ahogo del humo que había dentro pero no se puede tener todo. El caso es que me tiré casi 10 minutos ahí dentro, y para cuando salí las nubes estaban ya amenazando. Pude hacer alguna foto antes que se metieran completamente, pero no pudimos seguir avanzando. El camino sigue por el ridge hasta un Upper Viewpoint (lo que otros llaman “segundo mirador”) y hasta el propio Mardi Himal Basecamp, y yo tenía en mente llegar hasta allí pero con las nubes no pudo ser. La mayoría de la gente había salido de High Camp a las 4, y a toro pasado es verdad que tenía haber hecho lo mismo, pero solo porque ese día las nubes se metieron muy muy temprano, normalmente no es así.

El segundo mirador, que aunque tiene un cartel de 4200m, mi garmin me decía que eran 4000m

Machhapuchhre y el ridge desde el segundo mirador a las 7:15…

…y a las 7:25

El primer mirador visto desde el segundo a las 7:05…

…y a las 7:27
En cuestión de 15 minutos estábamos completamente envueltos en nubes. Una pena porque las vistas desde allí arriba son maravillosas, pero no quedaba otra que descender. En menos de hora y media estaba de vuelta en High Camp, poco antes de las 9 de la mañana, justo a tiempo para desayunar un buen tibetan bread con tortilla. Como salimos tan pronto pero íbamos a volver a desayunar, pude dejar la habitación sin recoger hasta después del desayuno. No teníamos prisa ninguna porque había decidido que dormiríamos en Badal Danda, para poder tener un amanecer más. Desde High Camp a Badal Danda tardamos solo una hora y llegamos muy pronto.


De High Camp a Badal Danda
Nos quedamos en el mismo sitio donde habíamos comido el día anterior, el Himalayan Majestic, que era un sitio bastante curioso con un ambiente un poco distinto al resto de teahouses. Tenía hasta una mesa de billar en el comedor (cómo había llegado hasta allí no me preguntéis). La comida estaba muy buena pero las habitaciones eran un poco básicas y podían haber estado más limpias. Esa tarde, por supuesto, no se veía nada de la montaña, así que tenía que creerme todos los comentarios de otros que decían que las vistas desde Badal Danda eran espectaculares, y esperar que la mañana siguiente estuviera despejada para poder despedirme con un último amanecer.