Como veis, casi un mes en Australia e, incidentes aparte, no pudimos ver más que una pequeña parte de su territorio.
Por ello mi recomendación es elegir por zonas y destinar el mayor número de días posibles a ver Australia o Nueva Zelanda.
El viaje es muy largo y caro, y cruzar medio mundo para no ver nada o verlo a todo correr igual acaba siendo frustrante.
Cada viajero se organiza sus viajes a su manera y en función de sus gustos, economía o disponibilidad, pero en los últimos años las ofertas han crecido y la logística para organizar estos viajes es más sencilla, así que os animo a conocer este vasto territorio, repleto de contrastes y de una idiosincrasia tan diferente a la nuestra pero muy atractiva e interesante.
Os recomiendo este viaje si os gustan los grandes espacios naturales, las ciudades vivas y eclécticas, las carreteras escénicas y la cultura e historia. Os sorprenderá su fauna, sus playas, la Gran Barrera de Coral, las tradiciones y arte aborígenes, el Centro Rojo, su gente y su pasión y alegría de vivir.
Me gustaría aprovechar esta última entrada del diario para agradecer a todas las personas que me habéis avivado, provocado o animado a escribir esta narración después de tanto tiempo, porque habéis sido el estímulo detonante y la motivación necesaria para despertar mi inspiración
Decía Ibn Battuta que "Viajar te deja sin palabras y después te convierte en un narrador de historias", supongo que eso es lo que finalmente somos, a través de la imagen o de las palabras, narradores de historias. Gracias por compartir esta experiencia conmigo, os espero en mi próximo relato: Nueva Zelanda