En Mesina el barco atraca en el mismo pueblo, tenéis que poneros en la parte delantera para ver el Estrecho de Mesina, a mí me recordó al estrecho de Gibraltar, hace mucho viento, es muy bonito.

Sales del barco y te están esperando los taxistas como agua de mayo,
Puerto de Mesina.


No tengáis problemas si vais dos, los propios taxistas te buscan compañeros de viajes.
Taormina, 30 euros por persona, ida y vuelta.
Monte Etna, 55 euros por persona ida y vuelta.
Monte Etna y Taormina, 60 euros por persona ida y vuelta.
Los taxistas hacen de guía.
Nosotros nos quedamos por Mesina, no hace falta coger el bus turístico rojo, esta todo cerca, nosotros subimos andando, la cuesta tiene su pendiente, y pasas por barrios un poco regulares, así que vosotros decidís.
Vistas desde arriba.


Volvimos al barco para comer por estar en el mismo pueblo y por la tarde nos dimos un paseo por la zona comercial, me comí un canoli riquísimo en la confitería Irrera 1910, y una tartaleta de fresas diminutas muy ricas.



Nos volvimos en el tranvía, vale 1,80 para viajar durante 90 minutos, llegamos hasta la última parada y nuestra intención era acercamos a la playa, después de andar diez minutos, preguntar a varias personas y nadie saber decirnos sí quedaba mucho para la playa decidimos volvernos al tranvía, como no había pasado 90 minutos con el mismo ticket hicimos la vuelta.
Conclusión, Mesina es una ciudad como Nápoles pero más desastre todavía, con más mierda todavía, algunas calles parecía que no pasaban a recoger la basura desde hacía meses, hay que hacer la excursión a Taormina o el Monte Etna, tiene poco que ver esta ciudad.