Todavía encantados comentando nuestra etapa veneciana, partimos del área de servicio en la que hicimos noche con rumbo hacia Milán. Pronto nos damos cuenta por la guía de viaje que nuestro camino atraviesa la ciudad de Verona,en la que se vivió la épica historia de amor entre Romeo y Julietta y en la que nos pone que es una parada obligatoria. Así que decidimos parar y visitar el famoso balcón y pasear por la ciudad durante el resto de la mañana.
Las vistas nada más llegar son preciosas y el ambiente tranquilo me remontó a la ciudad de Bolonia. Aparcamos junto a la catedral nada más cruzar uno de los numerosos puentes que tiene la ciudad, miramos como iba lo de la zona azul y nos fuimos paseando con ayuda del plano de nuestra guía hasta un anfiteatro parecido al Coliseo. Bueno, increíble, está cien veces mejor conservado que el de Roma (aquí se celebran actuaciones de teatro, ópera...) y la piedra con la que está construido es de color rosáceo...,un poco raro pero precioso, además está en una plaza muy chula también, una visita muy recomendable.

Fuimos también a ver el balcon de Julietta que está por el centro histórico de la ciudad, pero nos decepcionó bastante. Para hacerse idea estaríamos como 5 minutos jejeje y fueron para sacarnos fotos con la estatua de abajo tocandole el pecho (que dicen que trae buena suerte en el amor) y alguna del balcón...

Sin embargo, estuvimos por la plaza central (a tres minutos andando desde lo del balcón) y había un mercadillo ambientado medieval super chulo, con sus tenderetes y sus gentes disfrazadas...(en un lado de la plaza está una de las antiguas puertas de la ciudad, de la que cuelga un costilla de ballena que, según la leyenda, caerá cuando pase un hombre santo por debajo...nosotros pasamos varias veces, pero nada jejejejeje)

Al cabo de un ratito nos dispusimos a marcharnos hacia otro destino y parar a comer por el camino, pero casi sin querer, guiados por el destino, subimos hasta un mirador de la ciudad que está en una colina cercana desde el que hay unas vistas impresionantes...
Estuvimos cerca de hora y media contemplando el panorama y comiendonos un bocata de chorizo jejejeje pero nos habríamos quedado allí más rato si hubiéramos podido.

Con la tripa llena pusimos rumbo a Milán, otro de los puntos claves de nuestro itinerario y en el que pensamos pararnos un día. Llegamos sobre las cuatro de la tarde entrando lo primero a ver San Siro, estadio de fútbol mítico para los fanáticos futboleros como nosotros. Una pasada aunque solo pudimos verlo desde fuera. A continuación, nos dirigimos al centro, a ver el Duomo y los alrededores, dimos un par de vueltas para aparcar pero al final encontramos un buen sitio y próximo a la catedral.
Cuando llegamos a la plaza del Duomo, nos quedamos impresionados por las dimensiones de aquel monumento titánico y por las agujas que parecen pinchar el cielo desde lo alto del tejado.

Dimos una vuelta por los alrededores y al final entramos en la galería sita en la plaza, que nos habían recomendado. También muy recomendable la visita para pasear, porque aquello era lo más caro que he visto en mi vida jejejeje.

Dimos una vueltilla por allí, pero la verdad que no nos gustó mucho lo que vimos y como ya era tarde, decidimos ir a un sitio más tranquilo a pasar la noche. Teníamos recomendada por amigos la ciudad de Como, junto al lago del mismo nombre y vimos que estaba a una hora de Milán.
El paisaje que fuimos atravesando por la carretera hacia el lago era precioso y cuando entramos a la ciudad nos quedamos enamorados de ella, parecía un pueblo típico con sus casas de piedra, calles empedradas, tejados de pizarra y un lago enorme que quita el sentido.
Aparcamos cerquita del centro y nos tomamos una cervecita fresca en una terraza con vistas al lago...algo que nos se nos olvidará tan fácilmente...precioso.

Luego fuimos con la furgoneta a un parquing y dimos un paseo hasta un parque próximo en la orilla del lago y decidimos que allí mismo haríamos noche jejeje en la misma orilla del lago jejeje, como si fueramos ricos...jejeje
Nos disponíamos a cenar cuando escuchamos que en el centro había música, algo tipo a un festival así que pensamos que debíamos ir a pasar un ratillo. El acierto fue total, cenamos en la plaza del duomo unas pizzas cojonudas (aunque la diábola picaba un montón...) y después de unas cervecillas fuimos a la berbena a ver el ambiente, echamos un par de bailables de música típica italiana y nos fuimos a dormir que ya era tarde. Llegamos a la furgo y como no teníamos mucho sueño, nos echamos una partida al Ciudadelas y nos pusimos a escribir en el diario hasta que vino la policía a echarnos el alto jejejeje....
"No post, no post" decía el guardia jejejeje, así que recogimos y nos encamamos