Tras un pequeño cambio de planes por la llegada del año nuevo chino nos vemos obligados a introducir un paréntesis en nuestra visita a la isla de Penang. Primero pasaremos un par de días en Geroge town, luego estaremos 4 o 5 noches en la isla de Langkawi y por último volveremos a pasar 3 noches en la isla de Penang. Lo tenemos que hacer así porque los precios en Langkawi se han disparado por el año nuevo chino y de esta forma, en la que adelantamos un poco nuestra visita, nos ahorramos un dinero.
Al llegar a George town nos encontramos con varios hostales llenos, así que en el primero que encontramos una habitación doble libre nos quedamos. Love Lane Inn se llamaba, dudo que se me olvide, contaba con un 2 sobre 5 en tripadvisor, no tenía agua caliente, ni el mobiliario más cuidado, ni nada que no fuese realmente necesario. En cambio tenía un ambiente mochilero de los más auténticos, gente tocando la guitarra y hippies de todas las partes del mundo. Pues allí estábamos nosotros.
Comimos en el único restaurante indio que encontramos abierto y nos fuimos a dar una vuelta por el centro de la ciudad. Con poco que andes por George town bastará para que entiendas porqué esta ciudad fue declarada patrimonio de la humanidad. La ciudad tiene mezclas un tanto extrañas, lo que le dan un aspecto único a sus calles. Las antiguas casas chinas me recuerdan a las que hemos visto hace unos días en Melaka, los colores y algunas ventanas parecen haberse escapado de la Habana y las persianas de tablillas de madera son idénticas a las que mi abuela sigue teniendo en su casa del pueblo en Extremadura.
Los locales parecen ausentes de los turistas que andamos infiltrados por su barrio, no les importa mucho que los incluyamos en nuestras fotos, posiblemente sea una de las ciudades más fotogénicas que he conocido.
Son las dos de la mañana y ahora ya sabemos la razón por la que Love Lane Inn tienen un 2 en tripadvisor, el colchón está lleno de chinches. En apenas 10 minutos he matado 8 o 9 chinches, no hay nadie en recepción y los hostales de alrededor están llenos o cerrados. También descubrimos porque la calle se llama Love Lane, os lo podéis imaginar. No nos queda otra que pasar la noche en un sofá que hay en una zona común del hostel si no queremos que nos coman los bichos.
A las 8 de la mañana hablamos con el dueño y conseguimos que nos devolviera el dinero de la segunda noche, la cual no íbamos a pasar entre chinches. Encontramos alojamiento en D Mo Inn por 61rm con aire acondicionado y mucho mejor que el otro.
Estos dos primeros días por Georgetown los hemos dedicado a pasear entre las calles de la ciudad sin rumbo fijo, descubrir su arte callejero, conocer historias curiosas de antiguos habitantes y a disfrutar de la preciosa arquitectura de las casas cercanas al centro. La mayoría de ellas mantienen las puertas abiertas durante el día, algo que nos encanta, porque nos permite curiosear desde el exterior cuando pasamos por delante.
Las noches han sido geniales, hemos formado una pequeña pandilla y salimos a cenar todos juntos, algunos como Ivan, Guille o Carole ya llevamos juntos desde Cameron Highlands, sin haberlo planeado estamos coincidiendo por casualidad.
Ahora nos vamos unos días a Langkawi a disfrutar de sus playas y a la vuelta nos dedicaremos a descubrir los alrededores de Georgetown.
Al llegar a George town nos encontramos con varios hostales llenos, así que en el primero que encontramos una habitación doble libre nos quedamos. Love Lane Inn se llamaba, dudo que se me olvide, contaba con un 2 sobre 5 en tripadvisor, no tenía agua caliente, ni el mobiliario más cuidado, ni nada que no fuese realmente necesario. En cambio tenía un ambiente mochilero de los más auténticos, gente tocando la guitarra y hippies de todas las partes del mundo. Pues allí estábamos nosotros.
Comimos en el único restaurante indio que encontramos abierto y nos fuimos a dar una vuelta por el centro de la ciudad. Con poco que andes por George town bastará para que entiendas porqué esta ciudad fue declarada patrimonio de la humanidad. La ciudad tiene mezclas un tanto extrañas, lo que le dan un aspecto único a sus calles. Las antiguas casas chinas me recuerdan a las que hemos visto hace unos días en Melaka, los colores y algunas ventanas parecen haberse escapado de la Habana y las persianas de tablillas de madera son idénticas a las que mi abuela sigue teniendo en su casa del pueblo en Extremadura.
Los locales parecen ausentes de los turistas que andamos infiltrados por su barrio, no les importa mucho que los incluyamos en nuestras fotos, posiblemente sea una de las ciudades más fotogénicas que he conocido.
Son las dos de la mañana y ahora ya sabemos la razón por la que Love Lane Inn tienen un 2 en tripadvisor, el colchón está lleno de chinches. En apenas 10 minutos he matado 8 o 9 chinches, no hay nadie en recepción y los hostales de alrededor están llenos o cerrados. También descubrimos porque la calle se llama Love Lane, os lo podéis imaginar. No nos queda otra que pasar la noche en un sofá que hay en una zona común del hostel si no queremos que nos coman los bichos.
A las 8 de la mañana hablamos con el dueño y conseguimos que nos devolviera el dinero de la segunda noche, la cual no íbamos a pasar entre chinches. Encontramos alojamiento en D Mo Inn por 61rm con aire acondicionado y mucho mejor que el otro.
Estos dos primeros días por Georgetown los hemos dedicado a pasear entre las calles de la ciudad sin rumbo fijo, descubrir su arte callejero, conocer historias curiosas de antiguos habitantes y a disfrutar de la preciosa arquitectura de las casas cercanas al centro. La mayoría de ellas mantienen las puertas abiertas durante el día, algo que nos encanta, porque nos permite curiosear desde el exterior cuando pasamos por delante.
Las noches han sido geniales, hemos formado una pequeña pandilla y salimos a cenar todos juntos, algunos como Ivan, Guille o Carole ya llevamos juntos desde Cameron Highlands, sin haberlo planeado estamos coincidiendo por casualidad.
Ahora nos vamos unos días a Langkawi a disfrutar de sus playas y a la vuelta nos dedicaremos a descubrir los alrededores de Georgetown.