Por la noche y a primera hora del día las temperaturas son bajas, pero muchos de los edimburgueses que me cruzo al salir de paseo a las 6 y media de la mañana, van en manga corta. Serán los tópicos ciertos? Serán los scots, tacaños, rudos, bebedores y pelirrojos? Hago la prueba del algodón, investigando del modo más riguroso posible en la Edad del Chip: pongo cada uno de los topicazos en Guguel, para ver que aparece.
-Tacaños? Una de las primeras entradas, recoge una entrevista a un escocés residente en Alicante, el cual, a la pregunta sobre la veracidad del pedazo etiqueta que les han colgado, responde: "Los escoceses tenemos los bolsillos profundos y los brazos cortos. Escocia ha sido un país muy pobre, -el plato nacional, el "Haggis", es casquería de cordero, y no queremos estar pillados otra vez". De su contestación, extraigo que los escoceses son como era mi abuela Josefa quien, tras haberlas pasado canutas por la época que le tocó vivir, ya en edad más avanzada y con las necesidades cubiertas, acumulaba bajo su cama y en los armarios, latas de alimentos, productos de higiene, y objetos de poco valor que tenía, o como mi madre Trini quien, por las mismas razones que mi abuela, andaba los kilómetros que hiciesen falta cuando se tenía que desplazar a algún sitio, para ahorrarse el coste de un billete de metro.
-Pelirrojos? Pues todos los datos coinciden en que Escocia es el país con mayor porcentaje de pelirrojos del mundo, ya que además de ser la cuarta parte del total mundial, el 13% de su población es pelirroja, y se estima que el 40% porta el gen del rutilismo, aumentando en Edimburgo hasta la mitad de la población.
-Bebedores? Qué muestra la pantalla tras teclear el eufemismo?
1.-En el top 3 del último ranking de cervezas con más graduación del mundo, siguiendo los estandares de ABV (Alcohol By Volume), aparecen dos scot birras, la "Snake Venom", "Veneno de serpiente", con 67'5º, y la "Armageddon", con 65º. En anteriores años, alcanzaron el podio escocesas tales como la "Tactical nuclear penguin" (32º), la "Sink the bismarck" (41º), o la polémica "End of history", con 55º gradazos y limitada comercialización de 11 botellas, 4 metidas en ardillas disecadas, y 7 en armiños. La birrardilla cuesta la minucia de 700£, y la birrarmiño una calderilla de 500£.https://www.brewdog.com/lowdown/blog/the-end-of-history
2.-El Irn-Bru (Iron Brew o Brebaje de hierro) es una jarabe anaranjado de 32 sabores, que contiene metal, -citrato de amonio férrico-, inventado por un magnate del acero llamado Barr en 1900, para vigorizar a sus currantes. En la actualidad es un eficaz y contrastado remedio contra la resaca, y el refresco más consumido en Escocia por encima de la Coca-Cola, y casi del whisky, la bebida nacional. La receta está metida en una caja de seguridad de un banco suizo, porque allí lo guardan todo.http://www.agbarr.co.uk/our-brands/irn-bru/
3.- Rudos? Aquí superando mis expectativas, aparece un presunto Scot, colaborador en un irreverente blog, escribiendo lo siguiente sobre el fútbol y el alcohol en Escocia: "El que la supervivencia de nuestro pueblo dependa de ingerir mucho alcohol cada día, ha contribuido a la falsa creencia de que somos tacaños. Si alguna vez has visitado el hogar de un escocés, es muy probable que hayas interpretado mal una disculpa totalmente sincera: "Siento no poder ofrecerte una cerveza, -solo me queda un pack de 6 botellas en la nevera". Este importante asunto, también explica porqué en Escocia es un insulto imperdonable rechazar cualquier invitación a tomar algo, y no, como piensan los extranjeros, una excusa para golpear a la gente, ya que jamás necesitamos más justificación para nuestros ataques que un "No me gusta tu cara".
Como mi paseo a la hora de las gallinas insomnes por el barrio de Newington, es como siempre gratificante, no tengo más remedio que describirlo brevemente en términos antiescoceses, o sea a lo ñoño: "Son un placer esos momentos relajados en los que todo se despereza lentamente y, de manera progresiva, gente, máquinas y luz van adquiriendo velocidad".
Inicio el callejeo metiéndome frente al hotel por Blacket Av, en dirección hacia las colinas de Holyrood Park. La fresca avenida es boscosa y amurallada con el fin de esconder los frondosos jardines que envuelven las casas de alto nivel. Giro al sur por Dalkeith Rd, entre homogéneas manzanas de edificios victorianos, y tras dejar atrás la parroquia presbiteriana de Priestfield, entro en el cementerio de Newington, uno de los muchos de Edimburgo. El camposanto, comido por la maleza, es considerado en la ciudad el menos cuidado y el más maltrecho por el vandalismo, tal como muestran la enorme cantidad de lápidas caídas, que han dejado un escenario gótico y desolador. Aun así, es sorprendente ver casi sobre los muros del cementerio, los ventanales de las regias casas de la acera de enfrente.
Regreso al hotel para probar un desayuno justillo, e iniciar el plan previsto para este viernes diecinueve de mayo del año MMXVII.
LA OLD TOWN EN 11 KMS A PATA
LA CIUDAD VIEJA
La antigua Edimburgo, -anterior al siglo XVIII en que se levantó la ciudad nueva-, era un insano hormiguero superpoblado, encajonado entre los pantanales del Lago norte (Nor' Loch), en la actualidad los jardines de Princess St, y las murallas sur y este de la ciudad, en el que todas las clases sociales vivían revueltas. Únicamente en los pocos edificios de varios pisos de la Royal Mile, levantados en los siglos XVI y XVII, había separación entre los miserables y desamparados que vivían en sótanos, buhardillas y palomares, y los ricos, que vivían en las plantas centrales.
LA CIUDAD SUBTERRÁNEA
A partir del XVIII y XIX, cuando la ciudad creció hacía el norte y el sur, se construyeron los puentes SouthBridge, y George IV, para comunicar el casco antiguo con los nuevos núcleos, pero levantándose al mismo tiempo tantos edificios a su alrededor que prácticamente quedaron ocultos. Por ese motivo, de los 9 arcos del puente de George IV solo se ven 2, y de los del de South Bridge, hay 18 ocultos. Estas bóvedas convertidas en criptas, en un principio utilizadas como despensas, talleres y tascas, fueron ocupadas a partir del siglo XIX, cual favelas subterráneas, por los inmigrantes de las tierras altas e irlandeses que huían de la hambruna de la época en su país. Desocupadas a finales del 1800, permanecieron en el olvido hasta 1994, año en que se iniciaron circuitos turísticos en algunas del puente de South Bridge,
https://www.mercattours.com/view-tour/misterios-de-ultratumba
En el 2003, se reabrió al público también, unos de los callejones ("Closes") de la ciudad vieja, el Real Mary King's Close, bajo los edificios de la Royal Mile, donde es posible imaginar la miseria y condiciones que reinaban en ese inframundo del XVI y XVII, asolado por la peste y el crimen.
http://www.realmarykingsclose.com/special-tours/viajes-en-espanol.aspx
Con el cándido propósito de pasar desapercibido, -los españoles al pisar territorio extranjero debemos exudar fragancia de queso manchego-, y recorrer la ciudad vieja como un escocés más, comienzo por la parte cosmética, pasándome un rotulador fluorescente rojo Faber-Castell Text Liner 48 Refill Paper Copy Fax por la pelusa de mi cabeza, y saltando al nublado asfalto en manga corta y chanclas, bolsillos hasta las rodillas, y una lata de Irn Bru en cada mano. Saludo al primer currante que me encuentro con un Fuck!! What a great cloudy day, man!!!, pero sin embargo, algo falla en mi identificador portátil de escoceses Made in China, porque le oigo en perfecto vallisoletano, -¡Tú, el de la cabeza radioactiva, pero que chorra eres por Dios!-.
1.- LOS MEADOWS
Por Causewayside St, paralela a Minto St, llegamos al extremo este de la alfombra de los Meadows en 10 minutos, y cogemos el North Meadow Walk, sendero que recorre el parque, a los pies de la Universidad de Edimburgo y su plaza, la George Square. El espacio es un pasto cortado con perfección insana, moteado de zonas arboladas, y singularmente vistoso en primavera, debido a la exhibicionista floración del gran ejército de cerezos plantados.
Los Meadows, parque desde mediados del 1700, tras el drenaje de las aguas del lago Borough que cubría la zona, tienen apenas 1'5 kms, pero ofrecen unas estupendas vistas de Arthur's Seat, "El asiento de Arturo", la colina más elevada de Holyrood, además de rebosar actividad, con corros alrededor de manteles a cuadros, equipos deportivos y clases de escolares haciendo ejercicios y practicando rugby o cricket, gente footingueando, paseando, o simplemente sentada en alguno de los numerosos bancos que, como en casi todos los de Edimburgo, se puede ver una placa con una dedicatoria a personas fallecidas, familiares, seres queridos, artistas, o mascotas.
Nos sentamos un momento a descansar, extenuados por los 300 metros caminados desde la salida, y mientras nos agotamos más viendo como un grupo de chavales corren detrás de un balón ovalado pegándose empujones, pasa una chica corriendo como un galgo, seguida de un chico esforzándose en seguir su ritmo. Tras contar sus cinco asombrosas vueltas al perímetro del parque, como perseguidos por un pitbull con una guindilla en el culo, en el tiempo en que nosotros nos intoxicamos con un cigarro, nos levantamos deprimidos y con los músculos entumecidos, y seguimos. Una vez llegados al final del sendero, en la confluencia con la carretera A700, luego Lothian Road, trepamos hacia el norte en dirección al castillo, hasta llegar a Princess Street, que marca la frontera de la New City.
En la esquina de ambas, cruzamos en diagonal hacia un Banco de Santander para sentirnos en casa, y cruzamos a tomar café al bar de enfrente, el popular Ryan's café, famoso por sus Scrambled eggs (qué huevos revueltos tienen!!!), y disfrutar de su cristalera con vistas a la neogótica St. John's, que domina los jardines de Princess St., divisorios de la nueva y la vieja ciudad. Al salir, tras visitar St. John's, bajamos unos escalones de Lothian Rd para entrar al recinto de la
2.- IGLESIA Y CEMENTERIO DE ST. CUTHBERTS
desde el que se tienen unas magníficas vistas del peñón y murallas traseras del castillo de Edimburgo. La parroquia de St. Cuthbert's aunque de nueva construcción, finales del XIX, tiene una hermosa colección de llamativas vidrieras, un bonito órgano de la época, y está rodeada por el cementerio municipal del mismo nombre.
Un elemento significativo del cementerio es una atalaya circular en el suroeste, construida a principios de 1800 para la protección de los vigilantes nocturnos contratados en aquellas épocas, para defender los cementerios de los saqueadores de tumbas que, en toda la ciudad, robaron miles de cuerpos desde finales del siglo XVIII hasta la promulgación en 1830, de una ley legalizando la donación de cuerpos a la ciencia médica.
Por una salida secundaria del cementerio, cogemos la calle Kings Stables Rd que circunvala los bajos del castillo, y mientras exploto mi cámara reflex haciendo fotos y estoy a punto de ser atropellado en varias ocasiones, aún habiéndome repetido mil veces el mantra de, -"mirar siempre a la derecha y no a la izquierda al cruzar una calle"-, recorremos la vía descendente hasta desembocar en
3.- GRASSMARKET
Mercado de ganado desde 1477 hasta el siglo XX, aunque en sus raices era un lugar de tabernas y posadas para los comerciantes y ganaderos que asistían al mercado, su morbosa fama viene dada principalmente por compartir espacio con las ejecuciones públicas que se produjeron hasta 1784, y de las que da testimonio la sombra de una horca junto a un memorial circular con una cruz, situado en un extremo de la rambla frente al pub Biddy Mulligans, que señala el enclave del patíbulo donde se ejecutaban los ahorcamientos.
De esta función, aparte del White Hart Inn, nominado como pub más antiguo de Edimburgo, con elementos del 1516, dan fe también los pubs "The Last drop" (El último trago) que referencia la supuesta historia de que a los reos que iban a ser ahorcados enfrente se les traía aquí a tomar un último wisky antes de columpiarse, o el "Maggie Dicksons", al que se vincula la figura de la "semicolgada" Margarita, quien tras sobrevivir a su ahorcamiento en 1724, tras un milagroso despertar en el ataud, quedó libre por la imposibilidad legal de ser colgada dos veces, además de provocar la rectificación en Escocia de la sentencia de "es condenado a ser colgado" por la más detallista de "es condenado a ser colgado hasta la muerte".
Otro truculento pasado de Grassmarket, es el de haber sido escenario de los crímenes de los asesinos en serie Burke and Hare, dos individuos que durante el año 1828, se cepillaron a unas 16 personas, para vender sus cadáveres a un profesor de anatomía de la Facultad de medicina de Edimburgo. Apresados, Hare confesó a cambio de no ser condenado a muerte, y Burke fue ahorcado en 1829 delante de 25 mil paisanos, y luego disecado para meter una litrona. Su ebrio esqueleto está a día de hoy en la anatómica de la Facultad de Medicina, y su máscara mortuoria y un libro, manufacturado con su piel según dicen, se pueden ver en el friky "Surgeons Hall Museum", el museo de los cirujanos de Southbridge St.
Con toda esa presión histórica, -no se qué historias se contarán en el 2500 del Grassmarket del 2017-, nosotros nos paramos a jalear a los únicos colgados participantes en la atracción montada por un tipo que, tras colocar un cartel anunciando "gana 100 libras en 100 segundos" y un contador, esstaban lo bastante pedo como para probar a aguantar colgados de una barra, -no por el cuello-, un minuto y cuarenta segundazos.
Grassmarket tiene una perspectiva preciosa del castillo en uno de sus extremos, y la rambla bohemio-turística tiene un montón de pubs para beber y comer, en su mayoría abarrotados de gente. Al final de Grassmarket, al llegar al extremo este, tomamos la pintoresca curva de
4.- VICTORIA STREET
una de las calles más coquetas de la ciudad, y aplastantemente fotogénica. Original de la Edad Media, la calle tiene dos tramos diferenciados, la curva ascendente con el alias de West Bow, un colorido tramo inferior de suelo empedrado, con fachadas de colores, tiendas adorables, bares y restaurantes, y el tramo superior con edificios más altos y terrazas de restaurantes, ya con la denominación oficial de Victoria St., que va a parar casi a la Royal Mile, si es que no se quiere atajar antes por Upper Bow, unas estrechas escaleras a mitad de calle, con una placa indicando Castle Hill.
4.- EL CASTILLO
Llegados a unos de los puntos álgidos del recorrido, la amplia explanada del castillo, la afluencia de gente es cuantiosa, pero las vistas de la ciudad desde la plataforma son obviamente espléndidas, siempre que no haya obstáculos que lo impidan, y que uno consiga abrirse hueco. La descripción desde un punto de vista occidental de la explanada del https://www.edinburghcastle.gov.uk/sitemap/ sería la de un vasto espacio abarrotado de chinos, y desde un punto de vista oriental, la de una placita de Pekín semivacía.
La Castle esplanade, junto con Castle Hill, -tramo anexo al Castillo de la Royal Mile-, son las partes más antiguas de la ciudad, y para meterle más escabrosidad a la ya de por sí morbosa Edimburgo, cuenta en su currículum con el haber sido antiguamente el espacio utilizado para la quema de brujas.
En este punto, levemente turbado por la muchedumbre, decido no entrar con mi amigo al recinto fortificado, y dedicarme a ultrajar el maravilloso arte de la fotografía tomando algunas instantáneas por el lugar y alrededores. Por supuesto, es preceptivo pillar in fraganti a alguno de los dos guardias del 6º Batallón de "The Royal Regiment of Scotland" (6 Scots), que se ven obligados con sus despampanantes trajes de gala, a sufrir petrificados en sus garitas, acoso turístico, risitas, acercamientos corporales pestilentes, impactos de palos selfies, moscas cojoneras, tenientes tocapelotas, primeros planos de su perfil malo y piernas peludas, inarmónicos berridos histéricos cantoneses, etcétera, etcétera.
Giramos sobre los talones como el monigote de Street View, y observamos en lontananza nuestro próximo objetivo, la gran recta de
5.- LA ROYAL MILE
que con 1'8 kilómetros de longitud, une el castillo con el palacio de Holyroodhouse, en la siguiente manzana a la del Parlamento escocés. La recta de la Royal Mile, se divide en cuatro secciones con diferentes nombres que, por orden de proximidad al castillo, son las de
-Castle Hill, tramo anexo a la explanada, de la que me he explayado extensamente en una explicación anterior exprimiendo mis exiguas expresiones hasta que he explotado de extenuación.
-Lawnmarket, vocablo corrupto de Landmarket, bautizado así por el mercado de telas que se montaba en este tramo hasta el siglo XVIII, y que, por si no tuviera bastante tela, era la parte más pija de toda la Rollal Mail.
-High Street, corazón y parte nuclear de la recta, entre el puente del Jorge 4º y la calle de Santa María.
-Canongate, la sección más al este de la Milla Real, que colinda con el fantástico espacio verde de Holyrood, y desde el siglo XVI, hogar de la aristocracia.
Con la firme decisión de batir el record mundial de lentitud en recorrer la Royal Mile, matamos doscientos pájaros de un tiro, y al tiempo que evitamos turistas, gaiteros, repartidores de folletos, taxis, botellas de whisky, maniquís con falditas, bicicletas, presbiterianos, fotógrafos, hooligans, guías, paraguas ... vamos haciendo eses por los callejones estrechos que, sucediéndose uno tras otro a ambos lados de la vía principal, le dan sobre plano a la Royal Mile el aspecto de una raspa de pescado.
Las incursiones merecen la pena porque son espacios encantadores, y además te dan una perspectiva diferente del entramado urbano y social de la ciudad. El único pero que le podría poner a la exploración de este mundo urbano paralelo, solidarizándome con los edimburgueses, es que los closes parecen sus oasis, y con sinceridad, si fuera uno de ellos, me sacaría de quicio que mientras estuviese relajadamente sentado charlando o tomando algo con vecinos o amigos en el patio a la puerta de mi casa, o leyendo el Pronto escocés alejado de la vorágine y el bullicio, asomasen tropeles de turistas inspeccionando rincones o buscando la foto "tipical spanish flamenco torero of the Ramblas drinking sangría in the gardens of his house".
6.- THE CLOSES (LOS ???????)
El nombre de los “Closes” por lo general está asociado al propietario de las casas a las que se accede, y aunque la palabra "close" siempre aparece confusa y con diferentes definiciones, ya que en origen eran varias las connotaciones que se le daban según la zona, estas son algunas de las recogidas por el diccionario nacional escocés: “patio o espacio cerrado adyacente a una casa u otro edificio; pasadizo que conduce a un patio; cualquier pasaje o callejón, o su entrada; un carril estrecho con edificios a ambos lados; un espacio estrecho entre edificios por el que se accede a las casas”.
En una enciclopedia de Escocia de 1929, se apunta esto de los "Closes": “El desarrollo urbanístico más importante en Edimburgo, tuvo lugar en los Closes. Bajo la presión de la guerra por un lado, y del incremento de la población por el otro, los viejos recintos ajardinados para las paradas de venta ambulante, fueron gradualmente tapados por edificios, a los cuales se accedía desde la calle por un estrecho camino”.
Algunos Closes singulares de la Royal Mile son:
-Mary King’s Close, la popular y supuesta calle subterránea embrujada de la Royal Mile
-Brodie’s Close, vinculado a la figura de W. Brodie (Deacon Brodie), concejal, rector y hombre ejemplar de día, y ludópata y ladrón de noche, que fue ahorcado públicamente en 1788, y en el que supuestamente se basó Robert L. Stevenson para escribir su celebérrima novela del Dr Jeckyll & Mr Hide. En el callejón está la estatua del tipo.
-Advocate’s Close, es popular entre los turistas por las vistas sobre el monumento a Scott y otros edificios emblemáticos de Edimburgo
-Anchor Close, estrecho y largo, por el se accede a la calle Cockburn.
-Fleshmarket Close, conecta la Royal Mile con Market St, y tiene la singularidad de que su extremo norte, se utilizó en su tiempo como matadero.
-Dunbar Close, en el tramo de Canongate, es muy agradable por sus jardines ocultos.
-Semple’s Close, en el que ahora se ubica una tienda llamada “The Wee shisky shop”
-Jollie’s Close que, aunque no esté abierto al público, merece una ojeada.
-Lady Stair’s Close, con el Makar’s Court en su interior, un patio enlosado con citas de escritores escoces.
-White Horse Close, antiguamente los establos del palacio, son ahora un pintoresco grupo de casas encaladas.
En este mapa interactivo de una web de la Royal Mile, se pueden ir descubriendo uno a uno todos los callejones que afluyen a ambas aceras de la Royal Mile:http://www.royal-mile.com/closes/royalmile-closes.html
Recorridos los 1'8 kms de la recta de la Old Town, llegamos en el extremo este al Parlamento escocés, cuya sede frente a Holyrood Park, es un peculiar edificio de arquitectura abstracta, obra inacabada del arquitecto barcelonés Enric Miralles, quien falleció en el 2000 a los 45 años de edad, durante la construcción del edificio.
Rodeando el estrafalario parlamento, nos recibe el Dynamic Earth, -Museo de la Ciencia de la ciudad-, otro estrambótico edificio con una carpa metálica con forma de exoesqueleto de langosta, atravesado por un montón de palillos chinos, que pasamos de largo bordeándolo por Queens Dr, la circunvalación de Holyrood Park, para entrar por Holyrood Gate y coger Holyrood Road, en busca de algún lugar donde holyroodcomer.
La atención nos la llama el http://www.reekiessmokehouse.co.uk/menu una especializada smokehouse de smoked pork, donde sudamos tinta para entendernos con el amable dueño, mientras nos explica el menú, el pedido y la recogida. Elegimos el plato principal de rustida carne de cerdo o ternera más un “Side” (acompañamiento), unas cervezas, pagamos, y dejamos sobre la mesa el dispositivo de alarma que se iluminará de manera hortera cuando los platos esten listos. La carne es bastante sabrosa, aunque monótona, y resulta mejor acompañarla con algún elemento más jugoso y ácido, que le de algo de chispa, como la rica ensalada de col. La comida sale por unas 14-15£.
Continuando al salir por Holyrood Rd, convertida más adelante en la más conocida Cowgate, paseamos a la sombra por los niveles inferiores del casco antiguo, bajo las calles elevadas y las arcadas de los puentes de Southbridge y de George IV. Cowgate, es muy Conan Doyle: atractivamente lóbrega, con bocacalles húmedas entre edificios ennegrecidos, cubos de basura, túneles oscuros, y una presente bruma plomiza.
La calle, que se remonta a 1428, cuando era una vía de paso del ganado que se pastoreaba al mercado, se convirtió años después en un barrio pobre y superpoblado, y ya en el siglo XIX, en la "Pequeña Irlanda", hogar de la inmigración irlandesa que se estableció en el barrio.
Aunque Cowgate va a desembocar en Grassmarket, de nuevo bajo el castillo, nosotros nos desviamos hacia el sur, pasado el puente de George IV, por Candle Maker Row, resiguiendo la iglesia de Greyfriars y su cementerio, y atravesando el campus de la universidad, para regresar al hotel en Newington a descansar un poco, antes de pintarnos las cejas con un rotulador rojo para volver a salir a visitar la New Town.