Nueva recogida y rumbo a nuestras últimas 4 noches de tienda de campaña. Por el camino paramos en FREJUS que tiene varios monumentos romanos: las arenas, teatro, acueducto y la ciudad episcopal donde destaca el claustro; está la parte alta donde están los monumentos y el puerto que enlaza con San Raphael donde hay playas de arena fina. Para un descanso está bien pero tampoco nos gustó mucho.
Continuamos ruta hasta ANTIBES; habíamos elegido este destino porque nos pillaba en medio de Canes-Niza, habíamos seleccionado varios campings y tras dar varias vueltas comprobamos que el “preferido” había cerrado así que nos acomodamos en otro y listo. Comimos y a la playa de pedrolotes: qué dolor! Parecíamos chiquito de la calzada andando hacia el agua y como unos pardillos al ver a los locales con sus cangrejeras y esterillas almohadilladas... En el propio pueblo de Antibes hay playas de arena fina y en total de la península tienen 23 km de costa, habíamos leído y apuntado las de la zona de Juan-les-Pins pero no nos dio tiempo a acercarnos ningún día.
Fuimos a Antibes para dar una vueltilla, es un pueblo más grande de lo que yo imaginaba y lleno de plazoletas y calles con vida. En la parte vieja hay varias tiendas de artesanía: tenían un mercadillo montado al lado del puerto y otro dentro del mercado provenzal. Destaca el Palacio Grimaldi que hoy alberga el Museo Picasso que está junto a la muralla; en esta parte de la ciudad hay callejuelas estrechas con muchísimo encanto así que nos dedicamos a pasear y pasear.
Continuamos ruta hasta ANTIBES; habíamos elegido este destino porque nos pillaba en medio de Canes-Niza, habíamos seleccionado varios campings y tras dar varias vueltas comprobamos que el “preferido” había cerrado así que nos acomodamos en otro y listo. Comimos y a la playa de pedrolotes: qué dolor! Parecíamos chiquito de la calzada andando hacia el agua y como unos pardillos al ver a los locales con sus cangrejeras y esterillas almohadilladas... En el propio pueblo de Antibes hay playas de arena fina y en total de la península tienen 23 km de costa, habíamos leído y apuntado las de la zona de Juan-les-Pins pero no nos dio tiempo a acercarnos ningún día.
Fuimos a Antibes para dar una vueltilla, es un pueblo más grande de lo que yo imaginaba y lleno de plazoletas y calles con vida. En la parte vieja hay varias tiendas de artesanía: tenían un mercadillo montado al lado del puerto y otro dentro del mercado provenzal. Destaca el Palacio Grimaldi que hoy alberga el Museo Picasso que está junto a la muralla; en esta parte de la ciudad hay callejuelas estrechas con muchísimo encanto así que nos dedicamos a pasear y pasear.