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Primera parada.A primera hora de la mañana tomamos unas galletas y un café en el B&B y nos encaminamos a visitar el viaducto de Glenfinnan por el que pasa el famoso tren de vapor ‘Hogwarts Express’ de la peli de Harry Potter. Se ve de lejos y no coincidimos con el tren, pero las vistas merecen la pena. Miras hacia cualquier lado e impresiona.
De ahí vamos directos a Mallaig para coger el ferry de las 11h que nos lleva a la isla de Skye. Lo cogimos una semana antes a través de la página web y nos costó 17´80 libras 3 personas y el coche. En el trayecto solo nos dió tiempo a comprar un café y algo de comida porque en media hora ya llegas a la isla.
Una vez en tierra firme nos encaminamos al pueblo más al norte de la isla, Uig. Pero por el camino, como siempre, vamos parando allá donde vemos un paisaje que nos llama la atención, (personalmente, creo que ahí está la magia del viaje. En improvisar según la belleza que percibas). Las lenguas de mar que entran son tan largas que parecen lagos y son impresionantes. Las algas amarillas y rojas le dan un toque marciano. Las carreteras rodean los lagos y montañas y algunas son muy estrechas, tanto que en algunos tramos tienes que usar los ‘passing places’ donde te apartas a un lado para que el coche que viene de cara pueda pasar, o viceversa.
Una vez llegamos a Uig paramos en The Sheilling para comer, un local con productos ecológicos y locales y con música de los años 50. Habiamos sacado la recomendación de un blog y la verdad es que vale la pena.Aquí fue donde nos dimos cuenta que si pides ‘tap water’ para beber te sacan una jarra de agua del grifo con hielo gratis. Sí, ¡gratis! Apuntadlo.
Retomamos la marcha y nos encaminamos hacia ‘Fairy Glen’. Nos cuesta llegar ya que ni el GPS ni Googlemaps lo encuentra, pero gracias a foros y blogs nos ubicamos y lo que encontramos es… pura magia. De la nada surgen laderas y montañas cubiertas en diferentes tonos de verde, con rocas, pequeños lagos y plantas de todo tipo. Y hay algo inexplicable en el ambiente. No hay mucha gente, estamos todos esparcidos. Es como si la naturaleza ganara a la humanidad. ¿Serán los polvos de hada? No sé qué es, pero nos encanta. Subimos laderas, paseamos entre los árboles, nos cruzamos con cabras en su hábitat natural y nos damos cuenta de que por mucha fotografía que hagamos, no se puede plasmar lo que ven nuestros ojos.
Y de aquí nos vamos al siguiente destino que nos encontramos por el camino, Cuith-Raing; el teatro de la naturaleza. Y no podían haberle puesto un mote más acertado. Ante tí quedan montañas majestuosas y un paisaje precioso que mezcla el mar y la montaña y te deja sin aliento.
De aquí nos dirigimos a la cascada "Kilt Rock", a la que apodan ‘kilt’ (falda escocesa) por su dudosa similitud con los acantilados. De nuevo, un paisaje que quita el hipo, pero aquí nos encontramos con más turistas que en las anteriores paradas. De aquí vamos al Old Man of Storr y subimos un poco de su camino pero no nos queda mucho tiempo por lo que decidimos seguir así que la vemos de lejos y continuamos.
La siguiente parada es Portree, la capital de la isla y un pueblo pesquero con casas coloridas y ambiente turístico.
El día se acaba y cruzamos el puente que une la isla con la península y nos dirijimos a Ratagan, donde tenemos el próximo B&B. Nos recibe un señor descalzo, tocando la guitarra, sin dientes pero con mucho humor que nos enseña la casa. La habitación es pequeña pero tiene vistas al lago y a su hermoso alrededor montañoso. Cenamos en un hotel del pueblo de al lado (el típico fish and chips, que no se parece en nada al que podrías tomar en Londres, porque el pescado es de muy buena calidad y las patatas estan buenísimas)y descansamos soñando con hadas, cabras y lagos.
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