Hoy madrugamos más de lo normal, ya que toca una de las jornadas estrella de estas vacaciones: La ruta del día “D” o desesmbarco de Normandía. El nombre clave de los desembarcos del día “D” era “Operación Overlord” y hoy visitaremos algunos de los escenarios principales. El 6 de Junio de 1944, una flota de más de 6000 embarcaciones alcanzaron las playas de Normandía desplegando a miles de soldados procedentes de Estados Unidos, Francia, Canadá, Gran Bretaña y otros muchos paises. Los más de 135000 soldados atacaron a través los casi 100 Km de playas existentes al Norte de Bayeux, que recibieron los nombres en clave de Utah, Omaha, Gold, Juno y Sword. En casi tres meses de lucha miles de soldados aliados y alemanes perdieron la vida, muchos de ellos en la hoy se conoce como Playa de Omaha, cuya caracterización recordamos en la primera escena de la película “Salvar al Soldado Ryan”.
Pero primero hay que llegar al destino . Son 100 Km de trayecto, y decidimos optar por escoger carreteras secundarias para evitar que los problemas del coche vayan a más. Eso nos supone un buen rato de trayecto que no se nos hace para nada pesado, ya el camino atraviesa bonitos pueblos y vistas más que interesantes. El día que presenta soleado y nos hace estar optimistas en cuanto a lo que hoy nos espera.Tras dos horas de trayecto llegamos a nuestro primer destino, son casi las 10 de la mañana.
ARROMANCHES. En sus enormes playas que aún destacan más con la marea baja, se observamos los puertos provisionales prefabricados que instalaron los aliados en dos de las playas más estratégicas (nombre clave Mulberry) para posibilitar la descarga de la gran cantidad de mercancías que necesitaban. Se trata de 146 cubos de hormigón que fueron remolcados desde Inglaterra y se colocaron para formar un rompeolas semicircular al que se amarraban tramos flotantes de puente. Esto facilitó la descarga de 2,5 millones de hombres, 4 millones de toneladas de equipos y 500000 vehículos. La marea baja nos permite pasear entre los cubos mientras imaginamos las barbaridades vividas hace medio siglo.
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Junto a la playa se aprecia uno de los innumerables museos con temàtica del dia “D” que veremos durante el día de hoy. Se encuentra enfrente de lo que parece ser la calle principal de la localidad, llena de comercios y restaurantes y hoy además tienen montado un mercado dominical de objetos de segunda mano. Tras el paseo y tomar un café partimos hacia el siguiente destino. Cabe destacar que la ruta está perfectamente señalizada y todos los puntos están muy cercanos entre sí, lo que facilita mucho las cosas.
BATERÍAS DE LONG-SUR MER. Nos encontramos con una gran explanada enfrente de la costa. Es un camino que comienza y acaba en el mismo lugar , un Párking gratuito con un pequeño bar restaurante y una oficina de turismo. Es muy sencillo de hacer y en menos de media hora lo tenemos todo visto. En el trayecto se van observando los inmensos búnkeres con los cañones alemanes de 152 mm que se diseñaron para alcanzar objetivos a 20 km de distancia. Estas gigantes piezas de artillería son las únicas armas de gran calibre que quedan en Normandía tras medio siglo. Da que pensar ver a los niños jugar entre semejantes monstruos que causaron tanto daño en su día.
Se acerca el mediodía y llegamos al CEMENTERIO AMERICANO de Colleville sur-Mer, que está situado junto a la playa de Omaha. El aparcamiento es gratuito (casi no hay sitio). En la entrada hay otro museo (que no visitamos), pero nosotros vamos directamente al visitar el camposanto. Este lugar cogió gran fama al aparecer en la película “Salvar al Soldado Ryan” y contiene las tumbas de más de 9000 soldados estadounidenses y un monumento conmemorativo a otros 1557 cuyos restos jamás se hallaron. Hay tres tumbas con caracteres dorados por haberles sido concedida la Medalla de Oro del Congreso,. Una de ellas corresponde al hijo del presidente Roosevelt. La verdad es que es un lugar muy solemne que causa mucho respeto. Se encuentra perfectamente cuidado, teniendo en cuenta la gran cantidad de césped y flores que contiene.
Tras dar por finalizada la visita y cargar las pilas en un restaurante cercano donde hacen carne a la parrilla (muy buena) bajamos a la playa de Omaha, que se encuentra junto al cementerio. Está plagado de motivos referentes a la guerra pero no ofrece nada especial, así que tras dejar que los niños jueguen un poco con la arena y comprar algo de fruta para la merienda, decidimos continuar con nuestro camino.
POINT DU HOC: Tras unos 20 minutos de trayecto llegamos a nuestro siguiente destino. Se trata de unos acantilados, con un camino perfectamente señalizado y donde se explica con gran detalle lo que ocurrió allí el 6 de junio de 1944: 225 miembros de un comando de las fuerzas especiales del ejército estadounidense escalaron los acantilados de 30 metros donde los alemanes tenían una batería con enormes piezas de artillería para “masacrar” las playas de Omaha y Utah. Pero las armas se habían cambiado de ubicación y los rangers pasaron los dos días siguientes defendiéndose de los alemanes. Cuando fueron rescatados habían muerto 81 de ellos y 56 estaban heridos. Hoy en día el recinto tiene el mismo aspecto que hace medio siglo. El suelo sigue lleno de los cráteres causados por la bombas, donde los niños juegan ajenos a lo que allí pasó, y el puesto de mando alemán y varios de los emplazamientos para la artillería alemana siguen en pie, llenos de agujeros de bala y ennegrecidos por los lanzallamas.
Son más de las cuatro de la tarde, y sólo nos separan 11 km. De nuestra siguiente visita, el cementerio alemán de LA CAMBE. En él reposan más de 21000 soldados alemanes caídos durante el desembarco de Normandía. La mayoría de los caídos tenían entre 16 y 21 años, lo que nos hace ver la tragedia que se vivió hace más de 50 años. En el centro del cementerio se eleva una cruz de Malta, flanqueada por dos figuras que simbolizan a los padres de los soldados que yacen enterrados aquí. No hay demasiada gente y ya empieza a atardecer.
Estamos un poco cansados de tanta temàtica bélica y decidimos ahorrarnos los más de 60 Km que tendremos que hacer si nos vamos a nuestro último destino de hoy, Saint-Mère-Église, así que nos dirigimos hacia Bayeux, donde pernoctaremos hoy, concretamente al Hotel Prèmire-Classe, que se encuentra justo a la entrada de la ciudad. Este es sin duda el hotel más “flojito” que hemos visitado en este viaje. El lavabo parece el de un barco en el que todo se mueve cuando estás dentro y la limpieza deja que desear. Además el desayuno es muy justito... hubiese preferido pagar un poco más de los 86 euros que pagamos, pero no se puede acertar siempre.
Son las 6 de la tarde y nos disponemos a visitar la ciudad de Bayeux. Son 10 minutos paseando hasta el centro desde el hotel con lo que decidimos ir a pie. Nos sorprendió gratamente esta ciudad, preciosa. La catedral es enorme y muy bonita.
Además sus callejuelas están llenas de encanto, repletas de tiendas de artesanía, souvenirs y restaurantes. En uno de estos restaurantes degustamos nuestras primeras Creps Normandas: “Au Louis D’or” Estaba todo increïble, tanto la Creppe salada (Con huevo, jamón y champiñones) como la dulce (de Nutela). La Sidra no se queda atrás, riquísima y ,muy refrescante. Fue nuestra mejor comida hasta el momento y pagamos gustosos los 42 euros de la cuenta (me pareció barato) .
Son más de las nueve y decidimos retirarnos a descansar, que mañana hay más. Los diez minutos de paseo hasta el hotel sirven para bajar la copiosa cena. Esta noche no dormimos demasiado bien. La cama es bastante incómoda.
Mañana nos espera el Mont Saint Michel.
Pero primero hay que llegar al destino . Son 100 Km de trayecto, y decidimos optar por escoger carreteras secundarias para evitar que los problemas del coche vayan a más. Eso nos supone un buen rato de trayecto que no se nos hace para nada pesado, ya el camino atraviesa bonitos pueblos y vistas más que interesantes. El día que presenta soleado y nos hace estar optimistas en cuanto a lo que hoy nos espera.Tras dos horas de trayecto llegamos a nuestro primer destino, son casi las 10 de la mañana.
ARROMANCHES. En sus enormes playas que aún destacan más con la marea baja, se observamos los puertos provisionales prefabricados que instalaron los aliados en dos de las playas más estratégicas (nombre clave Mulberry) para posibilitar la descarga de la gran cantidad de mercancías que necesitaban. Se trata de 146 cubos de hormigón que fueron remolcados desde Inglaterra y se colocaron para formar un rompeolas semicircular al que se amarraban tramos flotantes de puente. Esto facilitó la descarga de 2,5 millones de hombres, 4 millones de toneladas de equipos y 500000 vehículos. La marea baja nos permite pasear entre los cubos mientras imaginamos las barbaridades vividas hace medio siglo.
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Junto a la playa se aprecia uno de los innumerables museos con temàtica del dia “D” que veremos durante el día de hoy. Se encuentra enfrente de lo que parece ser la calle principal de la localidad, llena de comercios y restaurantes y hoy además tienen montado un mercado dominical de objetos de segunda mano. Tras el paseo y tomar un café partimos hacia el siguiente destino. Cabe destacar que la ruta está perfectamente señalizada y todos los puntos están muy cercanos entre sí, lo que facilita mucho las cosas.
BATERÍAS DE LONG-SUR MER. Nos encontramos con una gran explanada enfrente de la costa. Es un camino que comienza y acaba en el mismo lugar , un Párking gratuito con un pequeño bar restaurante y una oficina de turismo. Es muy sencillo de hacer y en menos de media hora lo tenemos todo visto. En el trayecto se van observando los inmensos búnkeres con los cañones alemanes de 152 mm que se diseñaron para alcanzar objetivos a 20 km de distancia. Estas gigantes piezas de artillería son las únicas armas de gran calibre que quedan en Normandía tras medio siglo. Da que pensar ver a los niños jugar entre semejantes monstruos que causaron tanto daño en su día.
Se acerca el mediodía y llegamos al CEMENTERIO AMERICANO de Colleville sur-Mer, que está situado junto a la playa de Omaha. El aparcamiento es gratuito (casi no hay sitio). En la entrada hay otro museo (que no visitamos), pero nosotros vamos directamente al visitar el camposanto. Este lugar cogió gran fama al aparecer en la película “Salvar al Soldado Ryan” y contiene las tumbas de más de 9000 soldados estadounidenses y un monumento conmemorativo a otros 1557 cuyos restos jamás se hallaron. Hay tres tumbas con caracteres dorados por haberles sido concedida la Medalla de Oro del Congreso,. Una de ellas corresponde al hijo del presidente Roosevelt. La verdad es que es un lugar muy solemne que causa mucho respeto. Se encuentra perfectamente cuidado, teniendo en cuenta la gran cantidad de césped y flores que contiene.
Tras dar por finalizada la visita y cargar las pilas en un restaurante cercano donde hacen carne a la parrilla (muy buena) bajamos a la playa de Omaha, que se encuentra junto al cementerio. Está plagado de motivos referentes a la guerra pero no ofrece nada especial, así que tras dejar que los niños jueguen un poco con la arena y comprar algo de fruta para la merienda, decidimos continuar con nuestro camino.
POINT DU HOC: Tras unos 20 minutos de trayecto llegamos a nuestro siguiente destino. Se trata de unos acantilados, con un camino perfectamente señalizado y donde se explica con gran detalle lo que ocurrió allí el 6 de junio de 1944: 225 miembros de un comando de las fuerzas especiales del ejército estadounidense escalaron los acantilados de 30 metros donde los alemanes tenían una batería con enormes piezas de artillería para “masacrar” las playas de Omaha y Utah. Pero las armas se habían cambiado de ubicación y los rangers pasaron los dos días siguientes defendiéndose de los alemanes. Cuando fueron rescatados habían muerto 81 de ellos y 56 estaban heridos. Hoy en día el recinto tiene el mismo aspecto que hace medio siglo. El suelo sigue lleno de los cráteres causados por la bombas, donde los niños juegan ajenos a lo que allí pasó, y el puesto de mando alemán y varios de los emplazamientos para la artillería alemana siguen en pie, llenos de agujeros de bala y ennegrecidos por los lanzallamas.
Son más de las cuatro de la tarde, y sólo nos separan 11 km. De nuestra siguiente visita, el cementerio alemán de LA CAMBE. En él reposan más de 21000 soldados alemanes caídos durante el desembarco de Normandía. La mayoría de los caídos tenían entre 16 y 21 años, lo que nos hace ver la tragedia que se vivió hace más de 50 años. En el centro del cementerio se eleva una cruz de Malta, flanqueada por dos figuras que simbolizan a los padres de los soldados que yacen enterrados aquí. No hay demasiada gente y ya empieza a atardecer.
Estamos un poco cansados de tanta temàtica bélica y decidimos ahorrarnos los más de 60 Km que tendremos que hacer si nos vamos a nuestro último destino de hoy, Saint-Mère-Église, así que nos dirigimos hacia Bayeux, donde pernoctaremos hoy, concretamente al Hotel Prèmire-Classe, que se encuentra justo a la entrada de la ciudad. Este es sin duda el hotel más “flojito” que hemos visitado en este viaje. El lavabo parece el de un barco en el que todo se mueve cuando estás dentro y la limpieza deja que desear. Además el desayuno es muy justito... hubiese preferido pagar un poco más de los 86 euros que pagamos, pero no se puede acertar siempre.
Son las 6 de la tarde y nos disponemos a visitar la ciudad de Bayeux. Son 10 minutos paseando hasta el centro desde el hotel con lo que decidimos ir a pie. Nos sorprendió gratamente esta ciudad, preciosa. La catedral es enorme y muy bonita.
Además sus callejuelas están llenas de encanto, repletas de tiendas de artesanía, souvenirs y restaurantes. En uno de estos restaurantes degustamos nuestras primeras Creps Normandas: “Au Louis D’or” Estaba todo increïble, tanto la Creppe salada (Con huevo, jamón y champiñones) como la dulce (de Nutela). La Sidra no se queda atrás, riquísima y ,muy refrescante. Fue nuestra mejor comida hasta el momento y pagamos gustosos los 42 euros de la cuenta (me pareció barato) .
Son más de las nueve y decidimos retirarnos a descansar, que mañana hay más. Los diez minutos de paseo hasta el hotel sirven para bajar la copiosa cena. Esta noche no dormimos demasiado bien. La cama es bastante incómoda.
Mañana nos espera el Mont Saint Michel.