El vuelo desde Nueva York ha durado unas 4h y aunque no lo esperábamos, nos han dado picoteo para merendar y bebidas continuamente, agua, café, coca-cola… etc Yo he aprovechado para ver una película y media, a la vuelta la terminaré de ver la segunda.
Hemos llegado sobre las 20.30 y hemos ido al control y luego en busca de las maletas, ¡¡¡que ganas teníamos de escuchar español por todos sitios!!!

Primer problema nada más llegar…. A una de nuestras maletas le han roto el manillar, no se puede subir,


Nos dirigimos a la puerta de salida un poco moscas… pero al menos el semáforo que hay antes de salir del aeropuerto nos sale verde, ¡menos mal! Solo nos faltaba que nos hicieran abrir las maletas allí mismo también.
Buscamos el cartelito con nuestro nombre y mi marido lo localiza rápido. Nos llevan a hacer cola para coger el transfer y comenzamos a notar el calor sofocante de México, ¡¡¡ya estamos aquí!!!
Después de unos 20 min esperando nos subimos a la furgoneta y comienza el eterno recorrido hasta llegar a nuestro hotel.
Dejamos a varias parejas en sus hoteles y al final nos quedamos con el conductor nosotros y un chico indio que ni idea de español. El conductor no encuentra su hotel y se dispone a dejarlo allí tirado en medio de Playa del Carmen, de noche y sin nadie por la calle… hace al chico bajarse y seguimos, pero a nosotros nos da mucha pena, no nos gustaría que nos lo hicieran a nosotros, así que le decimos al conductor que por nosotros nos quedamos a ayudar al chico, que nos quedamos preocupados dejándolo allí solo…

Nos quedamos solos en la furgoneta unos 10 min, y mi marido viendo que no venía al final ha echado el pestillo, solo faltaba que ahora nos pase algo a nosotros.


Finalmente encuentran el hotel

Llegamos a nuestro hotel a las 23h, cansados y mi marido un poco mareado también. Es lo que tenía estar en el hotel más lejano de todos, que tardamos 3h en llegar.
Al llegar a la recepción del Cobá, nos han ofrecido un hotel de mayor categoría sin coste ninguno, nos miramos y pensamos, esto ya comienza a estar mejor


Nos han trasladado al Sian Kaan, habitación con jacuzzi en la terraza, servicio habitaciones 24h y cenas a la carta todas las noches.
Al llegar a la habitación hemos mirado la carta de menú en habitación y he llamado al mayordomo para que nos trajera cena a la habitación, porque los restaurantes ya estaban cerrados. Hemos cenado en pijama, muy a gusto yo una pizza muy rica y mi marido un hot dog.
Al terminar lo dejamos todo tal cual, y nos vamos a dormir ¡¡hoy ha sido un día muy largo!!