Días 4, 5, 6 y 7 de octubre (Vuelo interno La Habana-Santiago de Cuba y estancia ✏️ Diarios de Viajes de Cuba

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Día 4 nos levantamos y desayunamos en la casa preparamos las maletas y nos dedicamos a com-partir con nuestros anfitriones antes de que nos viniera a buscar Osmel a las 13,00 h., el taxista que nos llevó al aeropuerto por 20 CUC, en el aeropuerto creo que éramos los únicos turista que hacíamos ese recorrido, comimos algo y puntualmente embarcamos en el avión de Cubana de Aviación, un Antonov 158 nuevecito de unas 100 plazas el viaje tranquilo y en hora, creo que aterrizamos sobre las 17,15 h. aproximadamente, en la salida nos esperaba Nelton el Taxista que nos envió Adis y Alberto propietarios de la casa que habíamos contratado en Santiago, el cual nos comenta que por unos problemas familiares derivados del huracán tenían la habitación ocupada con familia y nos derivaban a otra casa, la de Mirian y Fernando, a una cuadra de distancia pero en la misma zona que nosotros habíamos estado buscando siempre, la casa estaba entre la Plaza de Marte y el Parque Céspedes, desde allí nos podíamos mover a pie a muchos sitios, no sabemos cómo es la casa de Adis y Alberto desde luego la de Mirian y Fernando es fantástica y recomendable 100 %, se da la circunstancia que cuando entramos en ella a mí me daba la impresión de que ya había estado en ella y hablando con los anfitriones me confirman que la tienen en la página de arbn por eso a mí me sonaba la casa ya la había visto, preguntamos lugares para cenar y nos recomendaron dos paladares, uno de nombre Bendita Farándula en la calle Monseñor Barnada entre las calles Heredia y Lico Bergues, y el otro creo recordar que era la Terraza en un segundo piso al aire libre en la esquina de la calle Francisco Vicente Aguilera con Monseñor Barnada, los dos muy recomendables buena comida y a un precio asequible, la primera noche fuimos a cenar en la Bendita Farándula después de dar un primer paseo por la Plaza de Marte y parte de la calle Enrramadas, después nos fuimos a descansar, habíamos negociado con Neltón dos excursiones una para el día 5 y otra para el día 7 dejando el día 6 libre para recorrer las calles y hacer las visitas que podíamos hacer a pie en Santiago de Cuba y el día 5 nos recogía a las 08,30 h.


Día 5 nos levantamos y desayunamos en la casa y a las 08,30 h. puntual como un clavo estaba en la puerta de la casa Nelton para realizar la primera de las excursiones, partimos y nos desplazamos hacía el parque nacional de Baconao en donde visitamos la casa museo Granjita Siboney, que fue uno de los puntos desde el que se preparó y partieron los asaltantes del Cuartel de Moncada el 26 de Julio del 1953, después de las explicaciones que allí recibimos, continuamos hacia el museo del transporte donde se pueden ver reliquias automovilísticas, las cuales a las personas apasionadas del mundo del automóvil recomiendo visitar, desde allí continuamos al Valle de la Prehistoria, un conjunto formado por un montón de animales prehistóricos realizados en acero y recubiertos de cemento diseminados a todo lo largo y ancho del valle, el cual vale la pena visitar sobre todo si se va con niños, a pesar de que todavía está sin terminar, se realiza la visita en compañía de un guía.
No realizamos la subida a la Gran Piedra ya que estaba la carretera bastante deteriorada debido al paso del huracán y era peligroso.
Como estaba siendo la hora de comer, Nelton nuestro taxista nos recomendó parar en un lugar llamado Finca el Porvenir, que se trata de una piscina realizada en medio de un barranco con agua de rio y una pequeña infraestructura para pasar allí un buen rato, comer, bañarse y descansar. Cuando consideramos oportuno salimos del oasis en el que nos encontramos dirección Santiago de Cuba, le pedimos a Nelton que nos dejase en el museo de la Lucha Clandestina al lado de la escalinata de Padre Pico para visitarlo, allí nos despedimos hasta la próxima excursión que teníamos contratada, continuamos visitando el Parque Céspedes en donde se encuentra la Catedral, la cual visitamos, pasamos al lado del museo del ron y no pudimos verlo porque estaban cerrando, cambiamos a la calle Heredia que era la paralela de la del museo del ron y donde teníamos la casa y poco a poco, ya que el calor y la humedad son sofocantes en Santiago de Cuba, llegamos a la casa cerca de las seis y media, nos metimos directamente en la ducha ya que estábamos hechos polvo, descansamos como media hora más menos y a continuación salimos a cenar, en esta ocasión elegimos uno llamado El Brisas que tenía terraza en plena Plaza de Marte(mala elección) comida bien, precio asequible, la atención del camarero buena pero el tiempo de espera una eternidad, la cara del pobre camarero lo decía todo no sabía dónde meterse, incluso termino poniéndonos un plato de plátano frito a cuenta de la casa por la espera, eso que solo tenían tres o cuatro mesas, terminada la cena y después de un pequeño paseo hasta la casa nos retiramos a descansar.


Día 6 este día lo íbamos a dedicar a recorrer la ciudad a pie, después de desayunar en la terraza de la parte alta de la casa desde la cual teníamos unas vistas impresionantes de la ciudad, salimos hacia el Cuartel de Moncada que a día de hoy a parte de albergar un museo sobre el acontecimiento del 26 de Julio del 1953 es un colegio, visita con guía, buena explicación y recomendable a continuación parada en la heladería La Arboleda de Coppelia, un par de helados muy económicos y nos dirigimos hacia la Plaza Marte y desde allí comenzar el paseo por la calle Enrramadas que es toda peatonal hasta el malecón y cuesta abajo, la hicimos sin apenas paradas (ya haríamos las paradas a la vuelta) paseamos por el malecón y decidimos comer por aquella zona de la parte baja de la ciudad, un lugar al aire libre en donde no había mucho para escoger pero que estuvimos muy a gusto con la música y el camarero que era un marchoso.
Después de comer y relajarnos un rato en el paladar decidimos empezar el retorno hacia la casa, haciendo unas visitas que teníamos pendientes y así también no se nos hacía tan cuesta arriba, llegamos al Parque Céspedes en dónde visitamos la casa de Diego Velázquez que fue el primer gobernador de Santiago de Cuba, nos saltamos el museo Emilio Bacardí para ir al museo del ron ya que consideramos que podía ser más interesante que la vida propia de una persona en concreto, en este caso para mi gusto mala elección el museo del ron aparte de caro se ve en 15 minutos es muy pequeño no hay guía y lo único un chupito de ron que te dan al final para probar, para mí totalmente prescindible, el museo del carnaval cuando pasamos ya estaba cerrado, y poco a poco llegamos a la casa también reventados, ducha refrescante y salida para cenar, en esta ocasión elegimos la segunda recomendación de la casa el paladar La Terraza y desde luego muy recomendable buena atención y buena relación calidad precio, por ponerle un pero hay que subir a un segundo piso pero vale la pena, terminamos y con un pequeño paseo regresamos a la casa allí nos sentamos con los anfitriones y charlamos un buen rato comentando un poco de todo tanto de nuestra estancia como de la situación que se vive en Cuba una charla muy amena e instructiva, esa noche le solicitamos la cena para el día siguiente, pero pidiéndoles cenar en su compañía sin hacer nada especial simplemente cenar lo mismo que cenasen ellos y así quedamos para las 20,00 horas del día siguiente que era el último de nuestra estancia en Santiago de Cuba. Decir que la visita al cementerio de Santa Ifigenia y la plaza Antonio Maceo también se pueden realizar en una bici taxi desde el malecón ya que te lo ofrecen continuamente cuando estás en él.


Día 7 este día realizamos la segunda excursión que contratamos con Nelton, salimos puntual como la vez anterior sobre las 09,00 h. fuimos al cementerio Santa Ifigenia ver el mausoleo de José Martí y la tumba de Fidel para ver el cambio de guardia que se realiza cada media hora en honor a José Martí, pero como estaban en preparaciones y reparaciones para la festividad del día 10 de octubre que es la fecha de la abolición de la esclavitud en Cuba, cuando Carlos Manuel Céspedes liberó a sus esclavos y se levantaron en armas proclamando la independencia de Cuba (llamada por los cubanos vulgarmente el día de los negros)ese acto estaba suspendido, entramos en el cementerio con Nelton haciéndonos un poco los locos como perico por su casa, nadie nos dijo nada y pasamos sin pagar la entrada, visitamos el Mausoleo que tampoco te permitían acercarte mucho a él, había un montón de militares en el cementerio, la tumba de Fidel, la tumba de Emilio Bacardí, la del músico Compay Segundo y dimos una vuelta por el resto del cementerio, cuando nos cansamos cogimos el coche y nos fuimos a la plaza Antonio Maceo o plaza de la revolución visitando el museo que allí hay, la visita es con guía y vale la pena, después seguimos hacia la Basílica Santuario Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, un santuario muy venerado en Santiago de Cuba, desde allí se divisa el monumento al Cimarrón nosotros ya no nos acercamos, el poblado del Cobre está asociado a la primera mina de cobre a cielo abierto de América, cuando nos cansamos ya de estar por allí nos dirigimos de nuevo hacia Santiago de Cuba le pedimos a Nelton que nos dejase en la Plaza de Marte pues teníamos pensado comer de nuevo en el paladar la Terraza y para allí nos fuimos después de quedar con Neltón para que nos recogiese sobre las 17,30 para llevarnos al castillo del Morro para visitarlo y estar presentes en la ceremonia del cañonazo que también se realiza aquí, la diferencia estriba en que en Santiago la hacen sobre la hora de la puesta de sol y los actores están caracterizados de Mambises (Los miembros del Ejército Libertador Cubano eran conocidos como Mambises), problema que el cañón lleva casi un año atascado y no se sabe cuándo lo pondrán a funcionar, por lo tanto nos quedamos sin la ceremonia del cañonazo pero si visitamos el castillo, Nelton nos llevó al castillo bordeando toda la bahía de Santiago de Cuba parando en diversos lugares para realizar diversas fotografías, salimos del castillo dirección a la casa haciendo una parada por el camino para tomar un refrigerio, llegando a la casa sobre las 19,30 h. ducha refrescante y ayudar a poner la mesa en la terraza a nuestros anfitriones, cenamos magníficamente bien y nos invitaron a unos daiquiris que por cierto estaban buenísimos, sobre todo compartiéndolos con nuestros amables anfitriones, después de mucho charlar y compartir nos fuimos para la habita-ción a preparar las maletas para el día siguiente y descansar, la verdad es que nos dio pena dejarles considero que dejamos unos muy buenos amigos en Santiago de Cuba, desde aquí un fuerte abrazo para Mirian y Fernando por su atención, consejos y por su amistad.

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