Amaneció nubladillo, pero no llovía, así que nos levantamos animados y dispuestos a aprovechar el último día en San Pedro. Después de hacernos un desayuno completo, huevos fritos incluidos, nos fuimos a por unas bicis, en el hotel te las dejan gratis, y nos dimos una vuelta por la carretera, eso sí, habiéndonos rociado bien con repelente por si acaso. Hacía mucho que no montábamos en bicicleta, pero comprobamos que eso es algo que nunca se olvida. Como estábamos desentrenados, no nos atrevimos a ir demasiado lejos, por aquello de las agujetas … pero pasamos un buen rato.

La comida también la pedimos al restaurante y nos la sirvieron en la misma playa. Por la tarde volvimos a coger un kayak y navegamos un rato. Al volver estuvimos hablando un rato con las chicas encargadas de los deportes acuáticos. Pregunté por curiosidad cuánto valían las excursiones porque había leído que en el hotel eran muy caras, pero no, la de Hol Chan, valía exactamente lo mismo que nos costó a nosotros desde Caye Caulker. También nos comentaron que muy cerca de allí había otro sitio para hacer snorkel llamado Mexican Rocks y que la excursión de medio día valía US$40, era una lástima que no nos hubiera hecho buen tiempo para haber podido hacerla. También había otra en catamarán para ver la puesta de sol, pero lo mismo, solo operaba cuando hacía buen tiempo como es lógico. Bueno, otra vez será. Pasamos un buen día, la verdad.

Antes de volver a la habitación tomamos unos Margaritas en el bar

Nos preparamos una cena rápida y nos fuimos a dormir que había que madrugar mucho.