Día 4, viernes 21 de julio. Recogida de coche en Guápiles y ruta hasta Cahuita.
Hoy nos despedimos de Tortuguero. Nos levantamos a las 6:40 para tener tiempo de desayunar, pero nos cuesta bastante recoger toda la ropa y bolsas que tenemos por la habitación y al final, toca correr. Rafa nos ha arreglado el viaje hasta Guápiles por 50$ los 3 con Juan Carlos, el chófer que nos trajo. Al alquilar el coche no me preocupé de la recogida, pensando que estaría más cerca de Tortuguero, pero estando allí valoramos que mejor lo hacíamos en transporte privado.
Cogemos la barca a las 8:30 y en 45' estamos en la Pavona, donde nos espera Juan Carlos junto con un par de parejas más y un chico que viaja solo. Y resulta que el chico es.... de La Floresta, el barrio de al lado de nuestra casa! El mundo es muy muy pequeño!
Sobre las 11:30 llegamos por fin a la oficina de Thriffty de Guápiles y de 10. Nosotros llevábamos la reserva con Rentalcars y habíamos contratado el todo riesgo con ellos directamente. En la oficina no nos insisten en absoluto para contratar nada extra, revisamos el coche que esta como nuevo y salimos dirección Cahuita, nuestro próximo destino.
De camino a Cahuita paramos a coger algo para comer en una Bakeria. Lo único salado que tienen son la panpizzas, así que vamos a probarlas. Buenísimas!
Casi tres horas después de haber salido de Guápiles llegamos a Cabinas Tito, nuestro nuevo alojamiento. Buscamos a alguien para hacer el checkin (la chica es bastante seria y nos da la habitación sin más explicaciones) y una vez instalados decidimos quedarnos en el hotel buscando pájaros y ranitas.
Vamos a comprar frankfurts y el desayuno para el día siguiente, a tocar la playa y cenamos en la Cabinas, y a dormir, que no podemos más...
Día 5, sábado 22 de julio. P. N. Cahuita y ruta hasta Puerto Viejo
Hoy nos levantamos con un poco más de tranquilidad, recogemos las cosas y vamos a desayunar a la zona común. En el hostal ponen plátanos maduros para que vengan los pájaros a comer. Nos tiramos un buen rato observándolos y descansando. Pasamos cuentas con los de las Cabinas y dejamos el coche cargado con las maletas en el mismo hostal.
Nos vamos a pie hasta el P.N. de Cahuita. Al entrar hacemos un donativo de 10$ y a disfrutar del día.
No cogemos Guía y vemos algunos monos carablanca, un par de mapaches, mariposas, lagartos, cangrejos y una araña hilo de oro.
Araña hilo de oro (no se si se aprecia el color)
Mariposa acaba de salir del capullo
Primer contacto con los carablancas...
El paisaje es precioso y la caminata muy fácil, casi todo el paseo a la sombra, pero la peque empieza a quejarse cuando llevamos una hora caminando. Llevamos agua, pero menos de la que necesitamos y toca irla racionando. Al cabo de poco rato le preguntamos a un Guía con el que nos cruzamos cuanto queda para llegar a Punta Cahuita y nos comenta que aun queda 1:30h. Pero que si queremos, podemos volver en barca por 2500 colones cada uno. Aceptamos porque Júlia no puede con su alma y volver a pie seria un drama. Al llegar se nos acerca el primer mapache sinvergüenza, pero esta un momento y se va por donde ha venido.
Volvemos antes de lo que teníamos previsto al hotel, recogemos el coche y seguimos el viaje hasta Puerto Viejo (Hostal El Chilamate).
Llegamos a la hora de comer, hacemos el cheking y la dueña, al ver que somos 3, se deshace en disculpas diciendo que solo hay una cama de matrimonio y que no tiene camás supletorias. Lo hablamos con ella y le comentamos que no es culpa suya, que no entendemos porque Booking deja reservar para tres si solo hay una cama para dormir. Que ya lo discutiremos con ellos pero que nos quedamos igualmente. Cogemos unos cojines de fuera y nos acomodamos una cama en el suelo.
Al cabo de un rato dejamos las cosas y nos vamos al pueblo a comer en una soda colombiana que nos recomienda la dueña del Chilamate. Está justo enfrente de una Bakerie. Pedimos una arepa de pollo, unas empanadas de carne, una ensalada salteada con verduritas calientes y tres limonadas. Todo por 14.000 colones (20 euros) . Buenísimo otra vez, y la dueña de la soda simpática y amable. Antes de volver al hotel pasamos a comprar algunas cosas para cenar en el hotel y a descansar un poco.
Día 6, domingo 23 de julio. Punta Uva
Antes de las 6 volvemos a estar despiertos, y sobre las 6 ya estamos haciendo el desayuno. Teníamos intención de ir a Punta Mona, pero el día se levanta gris y lluvioso. Decidimos acercarnos a ver si encontramos información por algún lado o alguna barca que nos pueda hacer de taxi hasta allí, porque hemos leído que el camino no está señalizado y nos da miedo perdernos con la peque.
Después de desayunar preparamos el picnic (macarrones con salsa), las mochilas y nos vamos sobre las 8:30, sin prisa porque el día sigue feo feo.
Llegamos al parque Gandoca Manzanillo y nadie nos sabe decir nada. No hay guias y las barcas de pescadores, con el temporal, no salen a pescar.
Para no perder el día se nos ocurre acercarnos a Punta Uva a ver que tal pinta la playa. Nada más llegar, el dueño de un chiringuito nos enseña dos perezosos colgados de un árbol. Como el paisaje es muy bonito le damos una oportunidad al día y nos quedamos.
La playa está rodeada de selva, con un acantilado que la recoge por uno de los lados. Aunque a ratos se nos pone a llover, hace calor, y total, en bañador no pasa nada si nos mojamos más de la cuenta. El único rollo es tener que ir envolviendo las mochilas, pero cada vez lo tenemos más por la mano.
Después de comer nuestro fantástico picnic vamos a pasear por la playa, pero a medio camino se nos pone a diluviar. Mientras estamos recogiendo las cosas escuchamos jaleo en las palmeras que tenemos a la espalda. Me giro y tenemos una familia de monos aulladores saltando de árbol en árbol! Lastima que con la que está cayendo no podemos disfrutar de ellos. Vamos caminando hacia el coche y por el mar vemos cruzar un pelícano volando. En 2 min. parece que la selva se ha activado! Cuando llegamos a la altura del coche la lluvia empieza a parar, así que nos quedamos otro rato más en la playa. Día de locos total!
De camino al hotel paramos a comprar fruta para desayunar mañana, descansar un poco, ducharnos e ir a cenar al Maxi's.
Llegamos al restaurante y pedimos una langosta de 500 gr. y pollo caribeño, acompañado con una cerveza y una copa de vino blanco. Júlia no podía con su alma después de todo el día en la playa y se nos duerme antes de cenar....
La langosta esta espectacular y el pollo caribeño también, aunque picaba como el Díablo. Para que se queje mi pareja tiene que picar mucho! Un ejemplo de lo rico que estaba... Es que tuvimos un invitado inesperado durante toda la cena. No nos quitaba ojo de encima, no fuéramos a despistarnos y dejar algo en el plato para él! La cena fue de las más caras que hicimos durante el viaje, pero la langosta era un bicharraco... Pagamos unos 50 euros los dos...
Atención a la cabeza de Júlia (totalmente dormida) y los ojos que brillan por detras...