Día 1, martes 18 de julio. Día de viaje y llegada a San José
Nos vamos con tiempo hacia el aeropuerto por si encontramos demásiadas colas por el tema de la vaga, pero la verdad es que menos de lo que habíamos pensado. Volamos con Avianca y a las 16:00 empieza a embarcar la gente, pero dan prioridad a las familias con menores de 5 años y a los pasajeros de primera. Al cabo de un rato van llamando por grupos según una letra que tenemos asignada en el billete. Todo muy ordenado y tranquilo.
Cuando subimos al avión a Júlia se le abren unos ojos como platos! Tiene una tablet incorporada en el asiento, con varias películas y juegos, tanto para niños como para adultos. A las 16:50 despegamos rumbo a Costa Rica, cruzando los dedos porque el vuelo se nos haga corto... A lo largo del viaje nos dan de comer en dos ocasiones, y hay que decir que la comida está muy buena. Todo de 10 pero nos cuesta coger el sueño. La peque consigue dormirse pasadas las 11 de la noche, pero se va despertando cada 10 min, y nosotros imposible. Va a ser más largo de lo que nos esperábamos.
Al final llegamos a Bogotá para hacer el cambio de avión y... oohh, sorpresa, en Bogotá es invierno y hace un frio impresionante en la sala de espera porque tienen las puertas abiertas! Suerte que una chica encantadora nos ha visto con la niña y nos ha dejado una manta que ella había cogido en el avión anterior...
Por fin nos llaman para embarcar, y en una hora clavada nos plantamos en San José, muertos de cansancio!
Decidimos cambiar en el mismo aeropuerto los euros por colones... Gran error! nos dan un cambio malísimo, y después de visitar el país vemos que hay Banco Nacional en todos los puntos que visitamos, así que recomiendo ir haciéndolo sobre la marcha. La parte positiva es que calculamos muy bien los gastos, y con 1000 euros en colones y 1500 dolares volvimos a cero (pagando alguna cosa con tarjeta pero no demasiadas).
Cogemos un taxi para que nos lleve hasta el Hotel Millenium II donde pasaremos las pocas horas que tenemos hasta que nos vengan a buscar para ir a Tortuguero.
Y al llegar al hotel, nos espera la siguiente sorpresa negativa. No les constaba que veníamos con una niña (cuando en la reserva de Booking lo especifica claramente) y nos cobran 10$ más por ella. Tocará reclamar a Booking porque no estamos de acuerdo y con ellos no nos aclaramos. La habitación es correcta, pero para estar solo 6 horas hubiera buscado algo más barato de haber sabido que el precio tenia complemento.
Día 2, miércoles 19 de julio. Llegada a Tortuguero
Nos levantamos a las 6:00 para que nos de tiempo a desayunar y que nos vengan a recoger a las 7:00 para ir a Tortuguero.
Para desayunar solo nos sirven un triangulo de piña, un triangulo de sandía, un zumo y café...Como nos quedamos con algo de hambre pedimos un poco de comida, pero nos traen gallo pinto y a esas horas, no nos entran frijoles con huevos revueltos...
Sobre las 7:30 aparece Juan Carlos, el chófer que teníamos contratado a través de Rafa Albir y... Nos vamos para el Caribe! El viaje se hace pesado porque son 3 horas en coche, y a medio camino paramos a comprar la tarjeta SIM (que tienen que recortar quitando un trozo del metal pero que funciona bien) ... Al cabo de un rato nuestro primer encuentro con perezosos!!! El primero que vemos esta dormido en lo alto de un árbol, pero justo cuando lo estamos mirando se nos acercan unos ticos en moto y nos dicen que un poco más adelante hay un bebé mucho más bajo... Es precioso!
Nos regala un montón de movimientos, cambios de árbol, comiendo hojas... Pero se nos pone a llover!
Sobre las 12 llegamos por fin a La Pavona, donde Juan Carlos nos contrata una lancha que compartimos con una familia de Madrid encantadora. Nos despedimos de Juan Carlos y seguimos para bingo, emocionados porque ya es el último trayecto hasta nuestro primer destino.
El viaje empieza lloviznando, con cuatro gotas, pero al cabo de pocos minutos empezaremos a conocer como llueve en Costa Rica...
El capitán de la barca empieza a repartirnos ponchos que llevaba por si acaso, y buena falta nos hacen porque está cayendo el diluvio universal. Durante el trayecto, aún y lloviendo, podemos ver una rama llena de murciélagos y un pequeño caimán que tiene localizado.
Al cabo de 45 minutos, por fin llegamos a Tortuguero, donde nos está esperando Rafa Albir, nuestro guía. Nos recibe con los brazos abiertos, nos lleva a conocer el pueblo mientras vamos a las Cabinas Quichotte donde nos alojaremos los próximos dos días. Es perfecto! Y la piscina... De lujo! Júlia la quiere estrenar, pero nos damos cuenta de que con la lluvia, se nos han mojado todas las maletas. Con la humedad que hay la ropa no se nos secara, así que le pedimos a Rafa que nos diga donde hay una lavanderia, pero él se ofrece a dejarnos usar su secadora.
Una vez solucionado el tema ropa, nos vamos de cabeza al agua. Llueve pero no hay tormenta eléctrica, así que no hay problema.
Al rato llega una parejita de ticos encantadores con los que estamos un rato hablando. Hay tan buen ambiente que nos vamos a comer con ellos al Dollin Breakfast, una soda que nos ha recomendado Rafa. Mmmm, esta todo buenísimo! La pizza hawaiana de escándalo, los batidos otro que tal baila, y el arroz con camarones para repetir. Además, comer con vistas al rio no tiene precio...Bueno, sí, unos 20 euros los tres, pero mmm...
Volvemos sobre las 4:30 y decidimos estirarnos un rato porque no podemos con nuestra alma. Nos despertamos a las 5:30 de la tarde y vemos que ha sido un error. A Júlia no podemos despertarla de ninguna manera así que la dejamos dormir cruzando los dedos a ver si aguanta hasta las 4 de la madrugada. Yo me voy a dar una vuelta por el pueblo y a tirar cuatro fotos...
Playa de Tortuguero
Mas flores...
Rincones del pueblo
El pueblo no es más que un par de calles embarradas, pero tiene encanto...
[/align]
Nosotros aguantamos hasta las 18:30 a duras penas. Mañana ya intentaremos mejorar el jet lag que puede con nosotros.
Por desgracia, nuestras esperanzas se van al traste cuando Júlia se despierta a las 2 de la madrugada... y no hay forma humana de que se vuelva a dormir. Nos ponemos una peli en la tablet y a ver pasar las horas hasta que amanezca. Sobre las 04:30 descansamos un poco más y a las 5:30 nos ponemos en marcha para hacer la excursión de los canales.
Día 3, jueves 20 de julio. Tour por los canales de Tortuguero y desove tortugas
Antes de las 06:00 ya teníamos a Rafa metiéndonos prisa (no se yo lo del ritmo caribeño donde se habrá quedado en esta zona...). Nos acercamos a sacar las entradas del P.N. y encontramos una cola considerable. Media hora después lo conseguimos, pero cuando preguntamos por la zona de manglares que nos toca, Rafa se mosquea. Nos dan la peor porque tienen que repartir a los turistas y el resto esta lleno.
Aun así, Rafa pone todo de su parte, y con suerte, mucha suerte, conseguimos ver tucanes, basiliscos, una gallinita, un caimán precioso, patos aguja, monos carablanca y una familia de monos araña que hace las delicias de la familia. Incluso podemos ver como una mama le hace de puente al bebé para que pueda saltar por encima de ella! Alucinante!!!
En algún diario de viaje había leído que si, que la excursión estaba bien pero que cuando llevabas 10 min. por los canales se te hacia repetitivo. Yo lo encontraba tan bonito, tan salvaje y tan virgen que se me hicieron cortas las casi dos horas que estuvimos en la barca. A toro pasado puedo decir que fue de las mejores excursiones del viaje.
Una vez en tierra queremos agradecerle el interés que ha puesto en encontrarnos animales interesantes, y le invitamos a comer, aunque es él el que nos lleva al Delicias del Caribe, una soda muy muy sencilla, sin turismo, justo enfrente del campo de fútbol (no tiene cartel). Allí pedimos nuestro primer casado y como también descubriremos a lo largo del viaje, las raciones son muy completas y están buenísimás. Pagamos unos 19 euros más o menos.
Después nos vamos a dormir un poco la siesta (llevamos despiertos desde las 2 de la madrugada por el jet-lag). Sin ella no aguantaremos para ver las tortugas, pero tenemos que sudar, y mucho, para despertar a Júlia. Está fundida.
Hacia las 19:30 nos vamos a hacer el tour porque nos ha tocado el primer turno, y como viene siendo costumbre, toca correr porque a Rafa lo han avisado de que ya hay la primera en nuestra zona que ha empezado el desove. Llegamos y solo él nos ilumina con una luz roja para que veamos salir los huevos. Es alucinante, pero solo podemos estar 2 o 3 minutos porque llega otro grupo a verla. Mientras estamos haciendo un turno nos avisan que al lado está saliendo una del mar, así que ale, toca correr a oscuras para ir a ver la que sale. Volvemos a ver la que está poniendo huevos un par de veces más, y entre medio vemos otra tortuga entrando al mar. Cuando por fin consigue flotar en el agua todos sentimos alivio de ver que su agotamiento ha llegado a su fin y puede descansar. Antes de irnos, la que estaba desovando empieza a tapar el agujero, pero como el proceso puede durar hasta dos horas decidimos irnos ya a la cama.
Día 4, viernes 21 de julio. Recogida de coche en Guápiles y ruta hasta Cahuita.
Hoy nos despedimos de Tortuguero. Nos levantamos a las 6:40 para tener tiempo de desayunar, pero nos cuesta bastante recoger toda la ropa y bolsas que tenemos por la habitación y al final, toca correr. Rafa nos ha arreglado el viaje hasta Guápiles por 50$ los 3 con Juan Carlos, el chófer que nos trajo. Al alquilar el coche no me preocupé de la recogida, pensando que estaría más cerca de Tortuguero, pero estando allí valoramos que mejor lo hacíamos en transporte privado.
Cogemos la barca a las 8:30 y en 45' estamos en la Pavona, donde nos espera Juan Carlos junto con un par de parejas más y un chico que viaja solo. Y resulta que el chico es.... de La Floresta, el barrio de al lado de nuestra casa! El mundo es muy muy pequeño!
Sobre las 11:30 llegamos por fin a la oficina de Thriffty de Guápiles y de 10. Nosotros llevábamos la reserva con Rentalcars y habíamos contratado el todo riesgo con ellos directamente. En la oficina no nos insisten en absoluto para contratar nada extra, revisamos el coche que esta como nuevo y salimos dirección Cahuita, nuestro próximo destino.
De camino a Cahuita paramos a coger algo para comer en una Bakeria. Lo único salado que tienen son la panpizzas, así que vamos a probarlas. Buenísimas!
Casi tres horas después de haber salido de Guápiles llegamos a Cabinas Tito, nuestro nuevo alojamiento. Buscamos a alguien para hacer el checkin (la chica es bastante seria y nos da la habitación sin más explicaciones) y una vez instalados decidimos quedarnos en el hotel buscando pájaros y ranitas.
Ranita venenosa verde y negra... En Cabinas Tito habian muchas al caer el sol!!
inmensa Ceiba dentro del jardín de Cabinas Tito...Atención a mi tamaño debajo de ella!
Vamos a comprar frankfurts y el desayuno para el día siguiente, a tocar la playa y cenamos en la Cabinas, y a dormir, que no podemos más...
Día 5, sábado 22 de julio. P. N. Cahuita y ruta hasta Puerto Viejo
Hoy nos levantamos con un poco más de tranquilidad, recogemos las cosas y vamos a desayunar a la zona común. En el hostal ponen plátanos maduros para que vengan los pájaros a comer. Nos tiramos un buen rato observándolos y descansando. Pasamos cuentas con los de las Cabinas y dejamos el coche cargado con las maletas en el mismo hostal.
Nos vamos a pie hasta el P.N. de Cahuita. Al entrar hacemos un donativo de 10$ y a disfrutar del día.
Justo en la entrada del parque
Paseando por dentro
No cogemos Guía y vemos algunos monos carablanca, un par de mapaches, mariposas, lagartos, cangrejos y una araña hilo de oro.
Araña hilo de oro (no se si se aprecia el color)
Mariposa acaba de salir del capullo
Primer contacto con los carablancas...
El paisaje es precioso y la caminata muy fácil, casi todo el paseo a la sombra, pero la peque empieza a quejarse cuando llevamos una hora caminando. Llevamos agua, pero menos de la que necesitamos y toca irla racionando. Al cabo de poco rato le preguntamos a un Guía con el que nos cruzamos cuanto queda para llegar a Punta Cahuita y nos comenta que aun queda 1:30h. Pero que si queremos, podemos volver en barca por 2500 colones cada uno. Aceptamos porque Júlia no puede con su alma y volver a pie seria un drama. Al llegar se nos acerca el primer mapache sinvergüenza, pero esta un momento y se va por donde ha venido.
Volvemos antes de lo que teníamos previsto al hotel, recogemos el coche y seguimos el viaje hasta Puerto Viejo (Hostal El Chilamate).
Llegamos a la hora de comer, hacemos el cheking y la dueña, al ver que somos 3, se deshace en disculpas diciendo que solo hay una cama de matrimonio y que no tiene camás supletorias. Lo hablamos con ella y le comentamos que no es culpa suya, que no entendemos porque Booking deja reservar para tres si solo hay una cama para dormir. Que ya lo discutiremos con ellos pero que nos quedamos igualmente. Cogemos unos cojines de fuera y nos acomodamos una cama en el suelo.
Al cabo de un rato dejamos las cosas y nos vamos al pueblo a comer en una soda colombiana que nos recomienda la dueña del Chilamate. Está justo enfrente de una Bakerie. Pedimos una arepa de pollo, unas empanadas de carne, una ensalada salteada con verduritas calientes y tres limonadas. Todo por 14.000 colones (20 euros) . Buenísimo otra vez, y la dueña de la soda simpática y amable. Antes de volver al hotel pasamos a comprar algunas cosas para cenar en el hotel y a descansar un poco.
Día 6, domingo 23 de julio. Punta Uva
Antes de las 6 volvemos a estar despiertos, y sobre las 6 ya estamos haciendo el desayuno. Teníamos intención de ir a Punta Mona, pero el día se levanta gris y lluvioso. Decidimos acercarnos a ver si encontramos información por algún lado o alguna barca que nos pueda hacer de taxi hasta allí, porque hemos leído que el camino no está señalizado y nos da miedo perdernos con la peque.
Después de desayunar preparamos el picnic (macarrones con salsa), las mochilas y nos vamos sobre las 8:30, sin prisa porque el día sigue feo feo.
Llegamos al parque Gandoca Manzanillo y nadie nos sabe decir nada. No hay guias y las barcas de pescadores, con el temporal, no salen a pescar.
Para no perder el día se nos ocurre acercarnos a Punta Uva a ver que tal pinta la playa. Nada más llegar, el dueño de un chiringuito nos enseña dos perezosos colgados de un árbol. Como el paisaje es muy bonito le damos una oportunidad al día y nos quedamos.
La playa está rodeada de selva, con un acantilado que la recoge por uno de los lados. Aunque a ratos se nos pone a llover, hace calor, y total, en bañador no pasa nada si nos mojamos más de la cuenta. El único rollo es tener que ir envolviendo las mochilas, pero cada vez lo tenemos más por la mano.
Después de comer nuestro fantástico picnic vamos a pasear por la playa, pero a medio camino se nos pone a diluviar. Mientras estamos recogiendo las cosas escuchamos jaleo en las palmeras que tenemos a la espalda. Me giro y tenemos una familia de monos aulladores saltando de árbol en árbol! Lastima que con la que está cayendo no podemos disfrutar de ellos. Vamos caminando hacia el coche y por el mar vemos cruzar un pelícano volando. En 2 min. parece que la selva se ha activado! Cuando llegamos a la altura del coche la lluvia empieza a parar, así que nos quedamos otro rato más en la playa. Día de locos total!
De camino al hotel paramos a comprar fruta para desayunar mañana, descansar un poco, ducharnos e ir a cenar al Maxi's.
Llegamos al restaurante y pedimos una langosta de 500 gr. y pollo caribeño, acompañado con una cerveza y una copa de vino blanco. Júlia no podía con su alma después de todo el día en la playa y se nos duerme antes de cenar....
La langosta esta espectacular y el pollo caribeño también, aunque picaba como el Díablo. Para que se queje mi pareja tiene que picar mucho! Un ejemplo de lo rico que estaba... Es que tuvimos un invitado inesperado durante toda la cena. No nos quitaba ojo de encima, no fuéramos a despistarnos y dejar algo en el plato para él! La cena fue de las más caras que hicimos durante el viaje, pero la langosta era un bicharraco... Pagamos unos 50 euros los dos...
Atención a la cabeza de Júlia (totalmente dormida) y los ojos que brillan por detras...