Día 2- Santorini (Oia) ✏️ Diarios de Viajes de Grecia

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Nada más levantarnos nos ponemos rumbo a Oia en nuestro quad, cada vez me gusta más montar en este cacharro (lo encuentro muy cómodo y seguro) La carretera de Santorini a Oia tiene unas cuantas curvas y por el camino tuvimos que adelantar a varias vespinos pero al fin llegamos...si sigues las indicaciones llegas a un parking gratuito, a pesar de ser temprano ya había bastantes vehículos pero nosotros no tuvimos problemas para aparcar el quad.

El parking está al lado de la estación de autobuses y aprovechamos para desayunar en una de las cafeterias que hay. Ya con nuestra dosis de cafeína en el cuerpo nos disponemos a visitar la ciudad, aún es temprano y no han llegado los tours...así que aúnque con gente podemos recorrerla a gusto.

Oia es preciosa, cualquier postal es idéntica a la realidad... yo decidí visitarla por la mañana en lugar de por la tarde por varios motivos: no me hubiera gustado volver a Fira por esa carretera de noche y preferí visitar la ciudad tranquilamente a "pelearme por un sitio" para ver la puesta de sol... Os recomiendo mi opción, el azul del mar a primera hora es maravilloso y nosotros pudimos pasear relativamente tranquilos, callejear, hacernos fotos, tomar una limonada con unas vistas increíbles (a 7 € eso sí...) pero es cierto que este pueblo me encantó

Según avanzaba la mañana Oia se iba abarrotando de gente, yo quería comer en Ammoudy Bay. Así que fuimos a por nuestro quad y justo del parking salía la carretera que te lleva a Ammoudy Bay, que es el antiguo puerto de Oia. Ahora es un sitio en el que hay restaurantes de pesacado y marisco y lo chulos es que estás pegado al mar. Nosotros comimos en Katina´s, el precio de las bebidas era más económico y la comida estaba muy rica, pedimos greek salad, pimientos, calamar al grill y pulpo, vino, cerveza y agua y cafés y nos costó 45 euros aprox, no es barato pero pagas estas vistas y la comida estaba muy rica.

Si te pones mirando el mar y vas hacía tu izquierda encontrarás un camino que termina en una zona de baño, es una entrada al mar pero con agua transparente y para darte un chapuzon y refrescarte es estupendo.

Más fresquitos decidimos poner rumbo a nuestro hotel para darnos un chapuzón y descansar. Todos los alojamientos los elegí con piscina porque sabía que iba a hacer calor y poder refrescarte después de un día de turismo es un pequeño lujo.

Esa tarde fuimos a tomar nuestra cerveza y ver el sunset, por la noche cenamos en Taverna Eleni´s (la famosa taverna Nikolas), debo decir que habíamos reservado esa misma tarde porque es muy pequeñita y se llena y si no reservas es posible que te quedes sin sitio. La comida estaba muy rica, sobre todo un paté de berenjenas y unos pimientos y tomates rellenos... y con esta cena se acababa nuestra aventura en Santorini

No hemos visto mil pueblos, ni fuimos al volcán pero en este caso nosotros queríamos descansar y disfrutar y conseguimos nuestro objetivo.

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