Ya cada vez nos quedaba menos del viaje y todavía nos quedaba una cosa importante por ver. La ruta de ese día era Lucca, Pisa y San Miniato.
Lucca
Aparcamos el coche fuera de las murallas y entramos por la Puerta Elisa. Esta ciudad la mayoría de la gente la recorre en bicicleta, sobre todo para ir por las murallas, nosotros decidimos hacerlo andando.
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Lucca
Aparcamos el coche fuera de las murallas y entramos por la Puerta Elisa. Esta ciudad la mayoría de la gente la recorre en bicicleta, sobre todo para ir por las murallas, nosotros decidimos hacerlo andando.
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Primero fuimos a la famosa Torre Guinigi (su cúspide está coronada por unas encinas), toda esa zona mantiene su aspecto medieval.
Después nos dirigimos hacía la Via Fillungo que es la calle más comercial. En esta calle destaca la Torre Delle Ore donde está el reloj público. Por esa misma calle también está la S. Michele in Foro, iglesia que domina la plaza del mismo nombre y que es muy bella.
Más adelante se encuentra la Piazza del Mercato que se encuentra dentro de lo que fue el anfiteatro romano y que tiene forma elíptica.
Nos dirigimos posteriormente a ver la Piazza Napoleoni y luego hacia la Catedral de San Martino. La fachada como casi todas las que ya habíamos visto era en mármol bicromado.
Descansamos un poco en la plaza y volvimos al coche para ir rumbo a la turística Pisa.
Pisa
En Pisa aparcamos en una zona azul pero que estaba muy cerca del Camposanto. Lo primero que sorprende es la cantidad de puestos de souvenirs que hay por todos sitios (por cierto más baratos que en el resto de los pueblos aunque parezca extraño).
Nos adentramos en el Camposanto y llama la atención el cesped tan verde y los edificios tan blancos, da una sensación de irrealidad. Nos dirigimos a las taquillas y vimos que había billetes combinados para entrar a varios sitios. Nosotros compramos la entrada del Duomo y el Baptisterio.
Aunque había bastante gente no encontramos ninguna cola así que nos fuimos derechos al Duomo. El interior creo que fue el mejor de todas las catedrales que había visto, me gustó mucho.
Estuvimos un rato admirando todo el interior y luego nos fuimos directos a comer y descansar un poco a la sombra del Baptisterio.
El Baptisterio es como todos de planta circular y lo más destacable es la Fuente Bautismal que hay en su interior, que es octogonal, y también el Púlpito de Nicola Pisano.
De la Torre inclinada creo que no se puede decir nada más de lo dicho anteriormente.
Pensamos en adentrarnos un poco más para ver el resto de Pisa, pero como nos quedaba poco para que se nos pasara la hora del parking decidimos sentarnos en una cafeteria a tomarnos un capuccino y descansar.
Fuimos a recoger el coche y nos dirigimos hacia San Miniato.
San Miniato
Tengo que decir que este pueblo no estaba en nuestros planes, pero leí sobre él en el foro y como nos pillaba de camino decidimos hacerle una visita. Ahora me alegro de haberlo hecho.
Está situado en lo alto de una colina que domina la llanura del Arno. En un principio empezamos a andar en la dirección incorrecta y pensamos que el pueblo no tenía nada que ver, pero no me podía creer que hubiéramos subido allí y no hubiera nada digno de mención, así que seguimos explorando y al final dimos con lo que queríamos.
Primero llegamos a una plaza diferente a las que habíamos visto entonces y que subiendo unas escaleras tenía el Duomo.
Pero lo que más no gusto es la Torre de Federico, que es del siglo XIII, y que está en la cumbre de la colina. Sólo queda la torre a la que se puede subir (2,5 euros) y desde la que se divisan unas vistas muy bonitas.
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