Excursiones solo hicimos un día, pedí precio con varios taxistas y guías y aunque no me gusta regatear finalmente lo cogimos con Carlos Eduardo Salazar. Aunque rebajó un poco el precio inicial finalmente fueron 3000 pesos los 4 cosa que es una pasta. Nosotros ya lo conocíamos así que hicimos una ruta a nuestro gusto. Queríamos ver chichen, cenote y Tulum, al ir con niños pequeños no queríamos salir muy temprano y la verdad es que tendríamos poco tiempo en todos los sitios. A las 7.30 estaba el taxi en la puerta con una furgoneta blanca de unas 12 plazas solo para nosotros 4, estaba muy limpia y llevaba nevera con hielo y botellas de agua, refrescos y yogurt para los niños (todo un detalle, la verdad). Como se me había pasado por completo el tema de la silla del coche se lo comenté y me dijo que pasaríamos por su casa a por una y así fue, recogimos la silla para el peque y pusimos rumbo a chichen, de camino nos dijo que lo mas práctico era ir por la de peaje que se adelantaba 45 min aproximadamente, nos costaría 8 dólares a cada uno… El camino no se me hizo nada largo porque los niños se durmieron un rato, llegamos allí a las 10 y algo de la mañana y no teníamos mucho tiempo, lo justo para verlo por encima, hacía mucho calor como ya sabíamos y bastante aire que junto con la arena se hace bastante molesto. Bien de protección para todos y paseo por chichen.

Queríamos comprar alguna cosa y con el tema de regateo nos entretuvo un poco y perdimos un tiempo precioso, cuando quisimos recordar ya era más de la hora acordada con el taxi y nos fuimos pitando después de comprar un par de monederos y poco más. El taxista nos estaba esperando con unas botellitas de agua fresquita que agradecimos muchísimo después del calorazo que habíamos pasado. Ya íbamos muy justos de tiempo y fuimos a un cenote que no estaba muy lejos, se llama Xkeken, es un recinto muy grande y tienen dos cenotes con entradas independientes o puedes pagar por ver los dos, nosotros pagamos solo por este y teníamos aproximadamente una hora para estar allí, teniendo en cuenta que te tienes que cambiar, y que desde la entrada hasta el cenote hay un tramo (con niños..) .El Cenote es precioso, muy muy bonito, cubierto todo, fresquito y con peces de dos tipos, los pequeños que se te acercan a los pies y otros negros. El agua está muy clarita aunque para entrar con los peques no es demasiado accesible primero por la escalera para bajar al cenote que ya os podéis imaginar y después para entrar al agua hay piedras pero resbalan muchísimo y hay que tener mucho cuidado. Aun así merece mucho la pena, no es igual si vas sin niños. Cuando salimos del cenote ya era mas que la hora de comer y salimos pitando a Tulum porque cierran la taquilla a las 16.30 y llegamos allí prácticamente a las 16.00. El taxista me acompañó a por las entradas (hay un buen tramo andando hasta la taquilla) y mi marido se fue a por algo de comida mientras. Entramos muy justos y tampoco lo vimos con tranquilidad, hacía muchísimo aire y había bandera roja en la playa y algas, no nos planteamos bajar porque ya hemos estado en esa playa y era su mejor día. Mi marido compró unas hamburguesas con patatas y unas quesadillas de pollo con patatas por el módico precio de unos 25€ (con bebidas claro), la niña ya había comido en el bus un bocata de embutido del hotel. Entramos corriendo y el acceso para carros es bueno (la salida no tanto), llegamos hasta arriba la zona de mirador a la playa y en un banquito comimos con unas vistas preciosas pero mucho aire. Hicimos unas fotos y no nos dio tiempo a mucho más, la salida para el tema de carros es peor porque el último tramo son escalones, con lo cual niño al suelo (así estira las piernas el pobre mío) y chimpun.

Estábamos saliendo de Tulum como a las 17.00. Dimos una vuelta por una zona de tiendas que hay fuera y la verdad es que me pareció todo carísimo. Volvimos con el taxista y le pedimos que nos llevara a una casa de cambios. El precio de euro había bajado en los días, ahora estaba a 19 y poco. Después le pedimos ir a un súper a comprar algunas cosas y nos llevó a uno tipo Carrefour donde compramos crema solar, algún souvenir y poco más. Al final en la tienda nos entretuvimos mucho y llegamos muy justos a la cena que encima esa noche era temática (Creo recordar el dorado), no nos dio tiempo más que a cambiarnos porque teníamos a las 20.00 y ya llegamos a las 19 y pico.