PREPARACIÓN DEL VIAJE
Decidimos visitar Praga porque una amiga nuestra estaba allí de Erasmus y nos parecía buena idea hacer una escapada corta que, con su ayuda, podríamos aprovechar. Salíamos de la T1 de el Prat el lunes 12 de marzo a las 6 de la tarde con Vueling, y volvíamos el jueves con Ryanair a las 14.40h, así que teníamos dos días y algunas horas para ver Praga… todo un desafío, teniendo en cuenta que mi amigo era historiador y un apasionado del barroco. Decidimos coger la Prague Card de dos días, con el descuento de estudiante, ya que contando sólo la entrada del castillo, de las sinagogas, descuentos significativos a sitios como Strahov o Loreto y el transporte ilimitado, sobrepasábamos ya los 43€ que nos costaba la tarjeta y pensamos que sería mucho más cómodo.
Aterrizamos a eso de las 20.30h en el aeropuerto, donde nos estaba esperando nuestra amiga para llegar a nuestro alojamiento. El plan inicial era deshacernos de las maletas y volver al centro a cenar algo, ponernos al día y regresar al apartamento. Nos alojábamos a tres paradas de metro del centro y queríamos ir a dormir cuanto antes ya que al día siguiente nos esperaba un día muy ajetreado, así que finalmente decidimos aprovechar la cocina que teníamos en el apartamento, para lo que nos fue extremadamente útil que hubiera un supermercado BILLA en el mismo aeropuerto. Los precios iguales o similares que a los de cualquier otra franquicia, y tan sólo a unos metros a la derecha de las salidas del aeropuerto. Aprovechamos para comprar algunas provisiones, y compramos nuestros tickets de 90 minutos en una de las ventanillas de información turística de la terminal, por 32 CZK (1,3€), pagando con tarjeta sin problema.
Cogimos el autobús a la salida de la terminal, y fuimos hasta Nádrazí Veleslavín, donde bajamos para pasar el metro y coger la línea verde con dirección a nuestro apartamento, el White and Woody Prague Castle Apartments, situado en Pod Kastany (Praga 6). Lo encontramos a través de Booking, y la verdad es que no podíamos habernos alojado en otro sitio mejor. Pagamos 130€ por 3 noches para dos personas, era un pequeño apartamento con cocina, baño con ducha, una pequeña mesa y un gran dormitorio, dentro de un bloque de pisos delante de la parada de metro y tranvía. Tienen un sistema con buzones y códigos muy cómodo para recoger tu llave aunque llegues fuera de las horas de check-in, y también para salir tan sólo tuvimos que dejar las llaves en el apartamento e irnos. La cama era muy cómoda, todo estaba muy limpio y el sitio era muy seguro. Tan sólo un apunte: cuando llegamos, la temperatura estaba por las nubes. Bajamos el radiador, que estaba a 4, y esa noche dormimos fatal, sudando y super acalorados. Al día siguiente al abrir la ventana, vimos que había un segundo radiador al máximo… jajaja Pero totalmente recomendable, además la decoración de la habitación era muy bonita.
