Salimos de Asturias, cargados hasta arriba, con los peques bien instalados en sus sillitas, con dirección a Segovia, parando para darles de comer, así como en el Castillo de Coca que nos pilla de paso y es magnífico (además justo al lado había un parque infantil con muchos niños, columpios etc):



Llegamos a Segovia a eso de las 20 horas; teníamos habitación reservada en el Hotel Jaime II, con dos cunas que tenían disponibles y posibilidad de dejar la silla gemelar en consigna, la verdad que fueron todo facilidades y amabilidad con nosotros en todo momento (llamándonos incluso después de habernos ido porque nos habíamos dejado dos mantitas de las cunas); había posibilidad de reservar parking, 8€ día, pero no fue difícil encontrar sitio en zona azul, justo antes del hotel, y ya no había que poner ticket al ser mas de las 20 horas.
Como la tarde noche acompañaba y aunque los niños estaban semifritos, decidimos ponerlos en la silla y bajar a dar una vuelta, el hotel está magníficamente situado a tan solo 4 minutos del acueducto y la concurrida Plaza del Azoguejo; tras admirar las proporciones de tan magnifico monumento cenamos en una terraza aledaña de la franquicia de los 100 montaditos, barato y variado, para que los peques también puedan picar algo de lo que comemos nosotros además de su propia comida que traemos en termos.

Sobre las 22 horas nos retiramos al hotel para que los niños duerman, ya que ya tienen bastante trastocado su horario habitual de sueño

