Hoy el día se ha levantado un poco más suizo (gris y frío). Toca subir al Harder Kulm. Cogemos el coche para acercarnos al funicular que nos acercará a las nubes. Aparcamos en una zona con parkimetro, y lo curioso es que las plazas estan numeradas! Dejamos el coche pagado hasta la tarde por si alargábamos arriba.
El funicular no es barato, pero con una tarjeta que nos hizo el chico de la casa nos hacen descuento (25 CHF por adulto, algo menos los senior y 12,50 CHF los niños). Se llena mucho pero tenemos la suerte de ponernos delante de todo para ir viendo la subida.
SUBIDA DEL FUNICULAR
Una vez arriba tooooooodos los que íbamos en el funi vamos como borregos hasta el mirador. Ha salido el sol y se tiene que aprovechar porque no esta claro cuanto va a durar.
Nos hacemos todas las fotos que podemos porque hay cola para coger los mejores sitios y nos vamos a pasear por un sendero que vemos marcado.
El paseo es por la montaña, muy bonito, pero sin nada más remarcable que el caminar con las vistas al valle. Cuando llevamos 40 minutos de caminata Júlia se aburre y quiere volver, así que damos media vuelta.
DETALLE DE LA ALTURA DE LOS ÁRBOLES....
Ya en el restaurante vemos que el menú tiene un precio razonable y decidimos darle una oportunidad para aprovechar que estamos allí arriba. Nos metemos dentro porque empieza a lloviznar y pedimos cuatro menús de carne (por 25 CHF incluia una crema de verduras y un plato de carne a la plancha con boniato frito y verduritas salteadas con almendras) A la peque le pedimos unos nuggets por 10,50 CHF. Y para beber, agua del grifo que llega directamente de las montañas!! Muy recomendable!!
De allí queremos llegar a un núcleo zoológico que hay en Brienz. No cobran entrada porque vive de la voluntad de la gente que lo visita. Lo crearon para que los escultores de madera aprendieran con modelos vivos!! Cuando llegamos con el coche vemos que no se puede aparcar por la zona, así que Raul baja con el coche hasta el pueblo y sube andando (hay una tiradita…). El zoo són cuatro jaulas con cabras, marmotas (simpatiquisimas), algún buho y algunos gallos y gallinas, pero puedes comprar comida por 1 CHF y darles de comer, así que la peque está encantada. El sistema es muy curioso, porque tienen unas cajas de cerillas enormes recicladas para meter allí el pienso, y cuando se te acaba, la dejas al lado de las llenas para reutilizarla.
Desde el zoo vamos bajando por el camino que llega al pueblo disfrutando de las vistas que nos regala Suiza. Precioso!!!
DABA LA IMPRESION DE QUE LA CASCADA CAIA ENCIMA DE LA CASA