Hoy nos espera un día tranquilo en cuanto a que no tenemos que quebrar nos mucho los sesos, hemos decidido contratar la excursión al Lago Como con una conocida empresa de excursiones online (89€/pax), ya que lo apretado del calendario no nos dejaba casi margen a reacción ante un posible contratiempo. El punto de encuentro es en la oficina de turismo, en la Plaza Cairoli, a las 8:15. La excursión puede contratarse directamente allí sin problema, aunque dada la alta afluencia de visitantes en estas fechas optamos por contratarla por internet a través de esta empresa. Así que tras madrugar y un desayuno bastante bueno en el hotel, llegamos a la plaza antes de las 8. De momento el día acompaña, pero la plaza está completamente desierta, lo que contrasta con la tarde anterior. Incluso la bonita fuente que ayer se alzaba a las puertas del castillo luce inerte, apagada (no hay agua).


A las 8 en punto vemos que comienzan a llegar autocares y enseguida tomamos plaza en el nuestro.
Parece que la excursión está a tope, ya que llenan 2 autocares uno para la excursión en castellano y otra en Inglés. Son las 9 cuando, después de un ligero problema logístico (varias personas de habla hispana deberán hacer en trayecto en autocar con la excursión en Inglés, el nuestro va completo...), partimos hacia Como. Nuestro Guía Alessandro, nos ameniza el trayecto con infinidad de anécdotas sobre Milán e interesantes explicaciones. A eso de las 10 llegamos a Como y nos dirigimos a su Catedral, de estilo gótico. Su construcción comenzó en 1396 bajo la supervisión de Lorenzo degli Spazzi di Laino, sin embargo, la catedral no fue terminada hasta 1770 con la construcción de la cúpula. Tras la visita guiada, disponemos de una hora de tiempo libre para recorrer el pueblo y comprar algún souvenir. Para recorrer el casco antiguo de la ciudad tenemos tiempo de sobra, aunque el día se está poniendo bastante gris.




Hemos quedado a las 11:30 para coger el Ferry que sale a las 12. Decir que se trata de un Ferry de linea regular, por lo que si vais por vuestra cuenta no tendréis problema para hacer este trayecto. También hay ferrrys rápidos que casi no paran. Sólo debereis coodinar los horarios de los trenes y Ferrys, tanto a la ida como a la vuelta.
Alessandro ha ofrecido en el autocar la posibilidad de realizar el viaje en Ferry, de 2 horas y cuarto de duración, en el comedor del mismo con la comida incluída (ensalada, plato típico de la zona de arroz con pescado, bebida, postre y café) por 19€ por persona. No estamos seguros pero decidimos optar por esta opción y acertamos por completo. Nada más entrar al Ferry nos acomodan en un habitáculo con las mejores vistas posibles (siempre en el lado izquierdo de la marcha hacia el norte), con un enorme ventanal a nuestra entera disposición. Recomiendo sin duda esta opción, ya que me desplacé a la zona de asientos para intentar hacer fotos y era un auténtico caos.. parecía el metro en hora punta. En cambio nosotros disfrutamos de un relajado trayecto, y además nos ahorramos tener que buscar un sitio para comer en Belaggio, que según nos contaron después eran de dudosa calidad y carísimos.


A lo largo de todo el trayecto, Alessandro (nos han entragado unos auriculares anteriormente para que nos podamos enterar de todo estemos donde estemos durante el trayecto en el ferry) nos deleita con explicaciones y anécdotas de las villas que vamos observando en el lago. Todas las villas están situadas en el lado izquierdo de la marcha, importante coger buen sitio si no vais al restaurante.
Nada más comenzar el trayecto se comienzan a observar paisajes de gran belleza. Se van divisando pequeños pueblecitos con casas de colores, algunas de ellas con embarcadero. En la localidad de Cernobbio,que se extiende entre el logo y colinas rebosantes de vegetación, observamos la Villa d’Erba, que perteneció a diversos artistas y la Villa d’Este, convertida en uno de los más lujosos hoteles del mundo.



Más adelante , en la localidad de Laglio, nos encontramos con la Villa Oleandra, del siglo XVIII famosa por ser residencia veraniega del actor George Clooney y poco después, en Lenno, con la Villa Balbianello, para mí la más bonita de todas, que aparece en algunas películas de Hollywood muy conocidas como “Star Wars Episodio II, el ataque de los Clones” y “Casino Royale” de James Bond.
Ya llegando al destino, dejamos atrás el pueblo de Tremezzo, que cuenta con otro de los hoteles más lujosos del lago.



Así pasamos las más de dos horas de trayecto hasta Belaggio, que por cierto, fueron de lo más ameno. Una vez en Belaggio, Alessandro nos informa de los lugares que más vale la pena visitar y nos da dos horas de tiempo libre. Ha salido el sol y se presenta una tarde calurosa.
Como ya hemos comido, tenemos todo el tiempo para al visita. En poco más de 10 minutos llegamos a”La Punta”, lugar donde confluyen los dos ramales del Lago, el de Como y el de Leco. Hermoso lugar.



Posteriormente nos perdemos por las calles de Belagggio, que la verdad , es un pueblo que vale la pena visitar. Está todo muy cuidado y sus calles desprenden cierta magia. Antes de darnos cuenta no da la hora de coger el transbordador.



Esta especie de “Tragetto” , donde suben tanto pasajeros como vehículos, nos lleva a la otra orilla del lago para hacer el resto de la vuelta hasta Milán en autocar. El billete del Ferry es válido, no hay que sacar ningún otro (al menos en la excursión). El trayecto dura unos quince minutos y se aprecian bonitas vistas, tanto de las dos orillas como de las cercanas montañas de los Alpes.


La vuelta a Milán se realiza por la carretera que da la vuelta a todo el lago, de hecho nuestro punto de partida se encuentra a escasos 20 kilómetros de Suiza (Lugano). La carretera es sinuosa pero el trayecto de aproximadamente hora y media se hace ameno por las vistas y por las explicaciones de Alessandro. Me llamó la atención que pasamos por un pequeño pueblecito junto al lago (no recuerdo el nombre) donde el dictador Benito Mussolini, en su huída hacia Suiza fue interceptado por la resistencia Italiana y fusilado el 28 de abril de 1945. Posteriormente su cuerpo fue llevado a Milán donde fue expuesto.
Alrededor de las 7 de la tarde llegamos a Milán. Nuestro propósito es observar como va anocheciendo en la plaza Del Duomo y como aún quedan un par de horas y hemos comido muy pronto en el barco, nos decantamos por una merienda cena para hacer tiempo. Nos decantamos por el” Panini Durini” que se encuentra cerca y ayer nos gustó mucho. No nos defrauda, buen producto, buen servicio y buena música. Aprovechamos que nos pilla de paso para vistar algunos puntos de interés que no pudimos vistar el dia anterior como el exterior del teatro della Scalla y la Piazza della Scala, donde se observa una interesante estatua de Leonardo Da Vinci.


Finalmente acabamos en la Plaza del Duomo . Vale la pena permanecer durante un buen rato y ver como poco a poco se van encendiendo las luces conforme va anocheciendo. Como no llevaba el trípode, tuve que apañármelas para sacar algunas fotos decentes, pero algo salió...





La vuelta al hotel se hizo larga. Media hora de cola para comprar los billetes del metro... por esto os recomiendo comprar los billetes cuando compréis los de ida, así os ahorrareis este mal trago. Y a las 10 y media, ducha y a dormir, que mañana hay que madrugar.