2018-05-26, sábado. Bingo: Zion. ✏️ Diarios de Viajes de USA

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Wikipedia nos facilita una extensa información sobre el significado de la palabra Zion, relacionándola con la conocida Sion (en hebreo: צִיּוֹן, tsiyyon; transliterado a veces como Zion, Tzion o Tsion) que fue inicialmente el nombre de una fortaleza jebusea conquistada por el rey David y que se encontraba situada en la actual Jerusalén.

La fortaleza se situaba en una colina del lado sureste de Jerusalén, el Monte Sion, y es mencionada en la Biblia como el centro espiritual y la "madre de todos los pueblos" (Salmo 87, 2).

En el Libro de los Salmos figuran los Cánticos de Sion, conjunto de himnos gloriosos sobre la presencia de Dios en relación al pueblo de Israel, desde el diálogo con Moisés, pasando por el Arca de la Alianza, y hasta llegar al Templo de Jerusalén.

Sion es un término que hace referencia a una sección de Jerusalén, la cual, por definición bíblica, es la Ciudad de David. A menudo suele emplearse el término Sion como sinónimo de "Jerusalén”.

Tras la muerte de David, el término comenzó a usarse para definir la colina en que se situaba el Templo de Salomón. Más tarde, Sion se empleó para hacer referencia tanto al Templo como a sus propios cimientos.

Como recoge la Biblia en numerosos de sus pasajes (y especialmente en Isaías 60), este nombre fue utilizado a lo largo del tiempo como referencia no solo a la ciudad, sino también a la noción de Jerusalén como centro espiritual del pueblo judío; y, por extensión, a la Tierra Prometida.

En el medioevo, Sion fue usado por militares y religiosos católicos para denominar a la orden de Sion durante la primera cruzada (siglo XII).

En siglo XIX, el sionismo o movimiento nacionalista moderno del pueblo judío adoptó el término Sion por consenso general y desde entonces su empleo se mantuvo para designar no solo a Jerusalén, sino a toda la Tierra de Israel.

Y es que cuando descubrieron estas tierras, el nombre que le asignaron debió de ser en recuerdo de aquella, la existente en Jerusalén.

Más que el propio nombre del Parque, Zion, debiera decir “bingo”. Varias son las razones que me empujan a definirlo así:

La primera, es que cuando elegimos este día para visitar este parque, allá por Abril, para nada podíamos suponer que durante este fin de semana se esté celebrando el Memorial day Bank Holiday. Por ello, los americanos de este pais celebran uno de los pocos puentes laborales que tienen en el año. Esa es la razón por la que hoy en el parque, nos hemos citado, encontrado, reunido, miles de personas.

Cuando nos estábamos acercando, cuando nos faltaban siete km. Para llegar a las garitas de acceso al parque, las cunetas de la carretera se estaban abarrotando de coches aparcados de cualquier manera. El pánico ha comenzado a apoderarse de nosotros. A pesar de ello, hemos continuado muy reticentes. A medida que nos acercábamos, el volumen de vehículos aparcados en ambas orillas, era absoluto. No había ni una sola parcela, ni un solo hueco. Pero como ya no había nada que hacer, hemos continuado hasta el acceso a dicho parque, para curiosear un poco y, sin opciones, regresar o ir a otro sitio. Por arte de magia, un ranger joven, que ayudaba a organizar las filas de los coches que pretendíamos llevar al interior, nos ha solicitado la tarjeta de acceso, y al verla nos ha indicado que accediésemos por la hilera de empleados.

Una vez dentro, aparcar era imposible. Las chicas han ido al Visitor Centre y, con un periódico informativo, han regresado. Hemos movido el coche, hemos dado alguna vuelta por el parking de dicho centro, hemos intentando ver a alguien que ya se fuese. Imposible. Varios coches han salido y, sus parcelas han sido ocupadas.

Y aquí llega la segunda razón de acertar en el bingo: Vemos una pareja que se dirige hacia uno de los parkings. Abordaje en toda regla. Les hemos acompañado hasta el coche y, hemos dicho a otros conductores, que íbamos a sustituir el coche.

Por fin aparcado el coche. Hemos hecho fila para pasar a un bus. Cuando nos ha tocado el turno, en bus, hemos ido hasta la última parada, Desde la que hemos ido caminado, en rigurosa fila india, dada la multitud de visitantes, hasta Temple of Sinawava. Desde ahí había que caminar por el río y, no nos ha apetecido. Tras contemplar la marea humana que circulaba en una y otra dirección, hemos comenzado el regreso. Un tronco caído, nos ha servido de asiento durante un momento, lo justo para comer unos bocadillos.

Una vez en la parada del bus, hemos retrocedido a otra parada anterior, y desde allí, una rampa nos ha llevado hasta Weeping Rock, una cascada que se asemeja, como su nombre indica, a un lagrimeo de la roca. Bonito lugar. Había una alternativa para trepar montaña arriba, en un zigzagueo intenso, pero dado el calor, después de comer, hemos decidido contemplar las enormes paredes de estas pardas montañas, desde su base.

Otra vez al bus, para llegar a Red Rock Grill. Un descanso sobre un cesped sugerente y, desde ahí, en un breve paseo, acercarnos a Lower Emerald Pools, una charca-piscina, que se origina por la caída de agua de otra cascada.

En la actualidad, las cascadas están prácticamente secas, por lo que el nombre es meramente imaginativo.

El paisaje de Zion es un largo cañón entre montañas, encajonado, donde uno se siente minúsculo. Paredes verticales que pueden tener una caída de 800 m.
Hacia las 18:00 horas estábamos en el parking, y sin prisa, hemos iniciado el regreso al hotel. Una paradita en el Wolmark, para reponer la nevera, hotel, cena y descanso.

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