Al día siguiente fuimos al parque nacional de Bako, el parque más popular de la zona. Fuimos y volvimos en el día, aunque lo recomendable es quedarse y hacer al menos una noche allí. El parque es bastante grande y en un día no te da tiempo a verlo entero y además si te quedas a dormir tienes más posibilidades de ver animales, ya que suelen salir al atardecer o al amanecer. Lo único que hay que coger el alojamiento con cierta antelación ya que no hay mucho y se acaba pronto, en este enlace se puede reservar el alojamiento: ebooking.sarawak.gov.my
Cogemos el autobús de las 7:00 para ir al parque. Tenemos suerte porque esta vez los autobuses salen de una estación que está cerca de nuestro alojamiento. El autobús hasta el parque cuesta 3,5 ringgits y tarda sobre una hora en llegar.
Ya en el parque hay que coger una barca que cuesta 20 ringgits, 40 ringgits ida y vuelta y la entrada al parque cuesta 20 ringgits. La barca te deja en el centro de visitantes, el paseo en la barca es ya muy bonito, primero las casas cerca del río y luego los acantilados, playas y selva. Nos bajamos de la barca en una playa con unos acantilados preciosos y salvajes y antes de llegar al centro de visitantes vimos una medusa gigante en la arena y algunos cerdos de Borneo que estaban pululando por ahí.
El parque está bastante organizado, tienen varios recorridos que puedes realizar andando, en todos ellos te indican la distancia a recorrer y el tiempo estimado y cada recorrido está marcado de un color y perfectamente señalizado. Al entrar te tienes que registrar e indicar los recorridos que vas a realizar.
Hacemos los más típicos y recomendados: Telok Paku y Telok Pandan Kecil. En el primero supuestamente era el mejor para ver los proboscis, los monos narigudos, aunque no pudimos ver ninguno. El paseo por la selva estuvo bien y llegamos a una playa muy bonita, la costa era impresionante, las rocas, la vegetación... Volvimos por el mismo camino e hicimos la otra ruta Telok Pandan Kecil, ésta era un poco más larga de 2,5 km al que llegamos también a otra playa impresionante donde nos bañamos. El agua estaba demasiado caliente para el calor que teníamos. Hacía mucho calor y humedad y eso que la mayor parte del recorrido la haces en la sombra, pero no paras de sudar todo el tiempo. Para volver al centro de visitantes cogimos una barca con más gente, que al final nos salió por 7 ringgits cada uno, y merece la pena por las vistas de la costa desde la barca, vimos de cerca una roca muy característica que sale en todas las fotos del parque.
Ya en el centro de visitantes vimos un proboscis, donde menos nos lo esperábamos, estaba en un árbol durmiendo. Es realmente feo, con una nariz enorme y una barriga cervecera, pero a la vez gracioso. Vuelta a Kuching después de coger la barca y el autobús.