
Delta del Okavango
Así empezó todo…
Etapa redactada antes de viajar y actualizada con nuestras fotos al volver del viaje
Éste es el relato de nuestro viaje a Botswana y Zimbabwe del verano 2018, concretamente programado entre el 10 y el 26 de Agosto de este año. Como veis, escribo estas etapas previas de preparativos, itinerario teórico y datos varios justo antes de realizar el viaje, y a la vuelta actualizaré el diario con las experiencias reales vividas y nuestras impresiones de cada jornada. Nota: las fotos que utilicé para ilustrar estas etapas iniciales eran de Google imágenes (de las webs de los parques o del operador con el que viajamos) y a la vuelta han sido sustituidas por nuestras propias capturas.
A priori, se trata de un impresionante safari por el corazón del África Austral, con el principal objetivo de avistar fauna y paisajes de infarto y disfrutar al máximo del contacto con la naturaleza más salvaje. Como ya habréis notado por el ansia al empezar a escribir el diario incluso antes de viajar, me hace muchísima ilusión esta ruta, es un viaje muy especial para mí, y quiero compartirlo con todos vosotros.
Todo empezó sobre Mayo del 2017, cuando por mi cumpleaños me regalaron entradas para ir a ver el musical del Rey León en Londres. Hacía muchos años que tenía en mente realizar un safari por África para ver animales salvajes en su hábitat natural, pero diversos factores siempre acababan haciendo que aplazara la idea: por un lado, las complicaciones logísticas inherentes a los viajes por África si se va por libre, el tener que ir en grupos organizados si se quieren evitar dichas complicaciones, el ser un destino “durillo” (no se trata de un viaje cómodo, aunque seguro que compensa con creces) y la negativa de mi pareja a viajar al continente africano bajo ningún concepto. Fue él, precisamente, quién me regaló las entradas del Rey León… craso error por su parte, como podréis comprobar
Soy una persona bastante básica y muy influenciable, y claro, una publicidad subliminal como aquel espectáculo de dos horas con todos los animalillos cantando y bailando causó su efecto en mi vulnerable mente, era de esperar. It’s the saaaaiquel of laifff… la semillita ya estaba sembrada. Solo faltó que por aquél entonces saliera a la luz en la web de Los Viajeros el diario del viaje de nuestro compañero Globaltrote por África del sur. Menudo viajazo, madre mía… me lo fundí en un momento y no sé cómo acabé saltando de diario en diario de compañeros que narraban sus andanzas por Botswana, Namibia, Zimbabwe… y empezó a surgir la necesidad de hacer ese viaje sí o sí (aprovecho para dar las gracias a todos por compartir tanta información y hacernos soñar con esos destinos). Para colmo, al pasar frente a la librería del pueblo, había en el escaparate una guía Bradt de Botswana: una guía Bradt en una librería cualquiera, y ¡en el escaparate! Estaba claro, el universo me ordenaba hacer ese viaje ya de una vez. No había escapatoria…
Se iniciaba entonces una dura campaña de acoso y derribo para convencer a mi churri de que el verano siguiente nos íbamos de safari a África
Así que, estaba decidido: ¡nos íbamos de safari a África!
Eso sí, ir los dos solos por libre no era una opción, demasiado estrés para una primera aproximación a la zona y no me veía muy preparada para solucionar todas las posibles complicaciones que podían surgir (pinchazos, coche encallado en la arena, perdernos…). Durante la campaña de acoso y derribo yo ya había estado mirando las posibilidades que teníamos con distintas agencias y tocaba decidir entre ellas.Elección del viaje
Inicialmente me atraía toda la zona de África del Sur, pero al empezar a plantearnos el viaje en serio tocaba decidir exactamente dónde sería mejor realizar el safari. Para ver cantidad y variedad de animales en entornos idílicos hay dos zonas principales recomendadas: Kenya-Tanzania y Botswana (también son altamente recomendables otros parques como Kruger en Sudáfrica o Etosha en Namibia). Probablemente veríamos más animales en Kenya y Tanzania, pero nos parecía un África algo más auténtica la zona de Botswana, Namibia, Zimbabwe… aparte de que nos apetecía especialmente visitar las cataratas Victoria y el Delta del Okavango, dos espectáculos únicos de la naturaleza. Así pues, nos inclinamos por Botswana y Cataratas Victoria como puntos fuertes del viaje y lo demás, ya veríamos. Kenya y Tanzania siguen en la lista y quedan para un futuro no muy lejano (espero).
Empecé mirando la típica Ruta del Okavango que ofrecen diversos operadores: Namibia, Botswana y Cataratas Victoria. Hay varias agencias que ofrecen esta ruta en camión, y aunque no me importaría visitar Namibia, me pareció que eran demasiados km de ruta en proporción a los días de viaje, mucha paliza, además de pocas jornadas dedicadas a Botswana, que era precisamente la zona que más nos interesaba. Por otro lado, Namibia la veo más asequible por libre, puede esperar a un próximo viaje por nuestra cuenta una vez iniciados en el África negra. Botswana en cambio es algo más complicada logísticamente y para maximizar los avistamientos de animales es altamente recomendable ir con guía.
Una vez decidido que nos enfocábamos en Botswana, estuve sopesando también la opción de comprar los vuelos por libre y pedir a una agencia local que nos organizara una ruta en privado, pero no encontré ninguna de confianza. Así como para Kenya y Tanzania hay varias agencias locales con buenas referencias en el foro para diseñar itinerarios personalizados de viaje, no es el caso para Botswana (o no lo supe encontrar). Sí que he visto agencias recomendadas en diarios de viaje, pero para contratar servicios o excursiones sueltas, no para rutas completas por el país. Otro factor a tener en cuenta es que, aunque hubiera encontrado agencia local de confianza, los safaris en privado por Botswana se disparan mucho de presupuesto, no es un país barato precisamente. La opción más económica es viajar por libre en 4x4 y tienda de campaña, pero todo lo que implique contratar guías, conductores, alojarse en algún lodge, etc, sube mucho de precio, y en el caso de viajar únicamente dos personas y no poder compartir gastos aún más. Quizá una opción intermedia sería ir por libre alojándose en Maun y Kasane y contratando excursiones y safaris desde allí, pero yo quería realizar una ruta completa durmiendo dentro de los parques nacionales y combinando acampada con algún día en hotel, sin tener que preocuparme por la logística. Así que no nos quedaba otra que apuntarnos a un viaje en grupo, tanto por confianza y comodidad, como por presupuesto.
Después de hacer mil investigaciones, de evaluar pros y contras de las opciones que más se ajustaban a lo que queríamos, de comparar itinerarios, y, tras muchas dudas, elegimos un viaje en grupo a Botswana que incluye también un poquito de Zimbabwe (un par de parques nacionales y las cataratas Victoria, la guinda del pastel).
A grandes rasgos nuestro itinerario es el siguiente:
Victoria Falls (solo llegada al aeropuerto y se empieza la ruta)- Hwange National Park- Matobo National Park- Nata- Makgadikgadi Pans- Planet Baobab- Delta del Okavango- Reserva de Moremi- Savute-Chobe National Park- Cataratas Victoria (dos días en Victoria Falls)
Hwange y Matobo (también llamado Matopos) son dos de los mejores parques nacionales de Zimbabwe, y el resto de la ruta es por Botswana, hasta regresar a Zimbabwe de nuevo al final del viaje (cataratas Victoria).
Motivación del viaje
El objetivo principal del viaje es disfrutar de la fauna salvaje de África en libertad, así como conocer algunos de los paisajes más míticos del continente: las famosas cataratas Victoria, el impresionante Delta del Okavango, la reserva de Moremi, el parque nacional de Chobe, los salares de Makgadikgadi Pans, el árido Kalahari, los parques de Hwange y Matobo… Variedad y espectacularidad aseguradas en el corazón del África más primigenia.
Por supuesto, en un safari de este tipo uno de los objetivos básicos para los amantes de los animales es conseguir ver (y, si es posible, fotografiar) a los llamados cinco grandes: elefante africano, búfalo de El Cabo, rinoceronte negro, león y leopardo. Nosotros tenemos esa ilusión, además de muchas ganas de ver todo tipo de animales en libertad (menos cualquier bicho venenoso o portador de enfermedades chungas, esos mejor bien lejos): cebras, jirafas, guepardos, antílopes, hipopótamos, suricatas, aves diversas… todo es bienvenido, salvando las distancias. Así que surge aquí el primer reto: ¿conseguiremos ver a los cinco grandes? Si queréis salir de dudas, en menos de un mes tendréis la respuesta.
Por mi parte otro mini-objetivo es disfrutar de las conocidas puestas y salidas de sol de África, que todo el mundo dice que son tan espectaculares y mágicas. Eso hay que experimentarlo en vivo y en directo, evidentemente.
También sentimos curiosidad por el modo de vida, la cultura y la historia africanas, aunque no nos interesa demasiado visitar tribus en plan zoológico humano (es un tema controvertido, porque es cierto que así se ganan la vida, pero no acaba de convencerme el asunto). Aunque es cierto que en este tipo de viaje hay muy poca interacción con la población autóctona, mi idea es aprovechar al máximo todas las oportunidades y hablar con la gente que esté predispuesta a ello.
Y, como no, vivir en primera persona el sueño de África: deslizarse silenciosamente por el río Okavango en mokoro, contemplar la imponente caída de “el humo que truena” en las cataratas Victoria, sentir la emoción de acampar en plena naturaleza y dormir arrullados por los majestuosos rugidos del rey de la sabana, a lo lejos (¿queda claro? A lo lejos, no a medio metro de la tienda). África, esa tierra lejana, diferente y soñada… tan dura y tan hermosa al mismo tiempo, donde la naturaleza campa a sus anchas.

Elefantes en Hwange
Y ahora sí que sí: ¡en ruta hacia Botswana y Zimbabwe! ¿Alguien se apunta?

Cataratas Victoria, el humo que truena