Después de una mas que merecida mañana piscinera en otra expléndida mañana salimos del camping con la intención de hacer una ruta cortita después de la paliza del día anterior.
En apenas tres cuartos de hora llegamos al parking de Gerdar, a los pies del refugio del mismo nombre. El día se presenta bien, la temperatura se situa en 21 grados, nada que ver con el día anterior y el cielo con alternancia de nubes y claros, pero sin amenaza de lluvia.
RUTA CASCADA GERBER> 7 KMS I/V. NO ES CIRCULAR.
DESVIO SEÑALIZADO COMO BOSQUE GERDAR. DEJAR EL COCHE EN EL PARKING GERBER 42.638133, 1.039977. DESDE ALLÍ TENEMOS 1 h 15 min. HASTA LA CASCADA CON POCO DESNIVEL. EL RECORRIDO PODEMOS REDUCIRLO A LA MITAD SI DEJAMOS EL COCHE EN ESTE OTRO LUGAR 42.642199, 1.024854 , SE REDUCIRÍA A 3,6 KMS I/V.
Cruzamos la carretera y seguimos las indicaciones para comenzar la ruta por el Bosque de Gerdar o Mata de Valencia, el abetal mas importante de esta zona del Pirineo. A la una y curato y a la sombra de los enormes abetos vamos siguiendo las estacas amarillas por un bonito sendero que asciende ligeramente. Cruzamos un arroyo que baja caudaloso y pronto salimos a un bonito claro en el bosque, caminamos con calma por el prado en ligero ascenso hasta volver a internarnos en el bosque de abetos.
El sendero se hace aquí mas ancho y dicurre unos metros paralelos a una carretera secundaria, desde este punto también se puede comenzar la ruta, será por ello que nos encontramos a media docena de personas, las únicas que veremos a lo largo de todo el recorrido. Nos desviamos unos metros para descansar un poco a orillas del río de la Bonaigua, precioso, aprovechamos para tomar un tentempié y continuar el camino.
Despues de cruzar un par de pasarelas más de madera que salvan pequeños arroyos llegamos a un nuevo claro, los abetos dejan su sitio a los pastos y flores pirenaicas, lo unico que desentona es el tendido eléctrico que aprovecha el claro. Nos toca ahora el tramo más complicado de la ruta, una corta pero dura ascensión por una zona de derrumbe formada por grandes piedras de granito. Mirad en donde poneis los pies no queremos torcernos un tobillo.

Ya vemos la cascada en lo alto del bosque, caminamos en ascenso con la cascada rugiendo a nuestra izquierda, los ultimos metros son de escalones de piedra que están totalmente empapados por el agua que pulveriza la cascada. Llegamos al mirador, el ruído es ensordecedor y menos mal que tomamos la precaución de subir con los chubasqueros puestos, aun así acabamos empapados,
QUE ESPECTÁCULO.
LLegados al final de la ruta, descendemos de la cascada y buscamos un lugar apropiado para comer. Nos quitamos los chubasqueros y pasamos un poco de frío porque estamos a la sombra y el sol no nos llega para poder calentarnos.
Comemos e iniciamos la vuelta que hacemos mucho más rápido que la ida, como suele pasar en las rutas de montaña, primero subes y después bajas

NOTA IMPORTANTE: aquellos que querais disfrutar de la cascada y no os guste o no podais caminar mucho podeis hacerlo de una forma más cómoda, en lugar de seguir los desvios al bosque continuad por la carretera unos kilómetros hasta el inicio del puerto de la Bonaigua, a vuestra izquierda vereis la cascada, al final de la primera herradura a la izquierda parte un sendero en el que se puede dejar el coche y que nos lleva la misma cascada recorriendo apenas unos cientos de metros.