6 de julio - BAUSSEN Y HAYEDO DE CARLAC ✏️ Diarios de Viajes de España

---

Amanece de nuevo un día radiante, la ruta que hoy nos toca es la del Hayedo de Carlac, una ruta relativamente corta en el Val de Aran, el valle es el único de todo el Pirineo español que se ubica en la cara norte de la cordillera, por ello el clima es menos caluroso (en verano) y mucho más húmedo que el del resto del pirineo español. Esto hace que el paisaje y la vegetación sean mas verdes, igual que el resto de la vertiente norte pirenaica, que tanto nos gusta.

Dejamos la ruta para la tarde (no hay problemas de calor) y aprovechamos la mañana en la piscina. El único pero del día es la distancia que nos separa de Baussen, el pueblo en donde comienza la ruta, a un par de kilómetros de la frontera francesa, por eso a las doce partimos del camping con la idea de llegar sobre las 2 al inicio de la caminata y comer antes de empezar.

Salimos pues, toca cruzar la Bonaigua de nuevo, el día está radiante en la cima del puerto y aunque pasaremos más días por aquí aprovechamos para hacer una parada al borde de la carretera y disfrutar de las vistas, OJO, mucho cuidado en la parte final de la subida y en la cima con los rebaños de vacas, es mas que posible que os encontreis a las vacas y sus terneritos cruzando la carretera.



Bajado el puerto y dejando atrás la famosísima estación de Baqueira - Beret llegamos a Vielha, la capital del precioso valle de Arán, que hasta hace relativamente poco (construcción del túnel de Vielha) se encontraba bastante aislado, porque la única vía de acceso desde España era el puerto de la Bonaigua que se encontraba cerrado al tráfico en los duros inviernos pirenaicos. Por ello tienen un "gobierno especial" y hasta un idioma propia, que se está perdiendo, el aranés.

La carretera sigue el recorrido del río Garona que vertebra el valle y que acaba desembocando en el Atlántico (Burdeos), atravesamos bonitos pueblos con las iglesias románicas típicas de la arquitectura aranesa y. Depues de la localidad de Les un desvío a la izquierda nos indica el camino a Baussen, al que llegamos por una estrecha carretera en contínua pendiente y con buenas curvas , son sólo 4 kms, dejamos el coche en el parking habilitado para visitantes y nos pertrechamos para la ruta de hoy:

RUTA HAYEDO DE CARLAC> 7 KMS I/V. ES CIRCULAR.
EL COCHE SE DEJA EN EL PUEBLO DE BAUSEN 42.834449, 0.717046. LA RUTA SALE DESDE LA ERMITA DE SANT ROC HACIA LA QUE NOS DIRIJIMOS. VER CEMENTERIO CURIOSO. SEGUIR MARCAS ROJAS Y AMARILLAS DE GR.

Baussen es un pequeño pueblo al pie de la montaña que conserva una preciosa arquitectura tradicional y una tranquilidad increíble.


A las tres de la tarde ponemos rumbo a la parte superior del pueblo en la dirección que indica un cartel indicador del GR 211.2 que seguiremos en dirección a "Sant Roc, Carlac, Coret de Pan". En un par de minutos , despues de pasar la iglesia, llegamos al punto de partida junto a la pequeña ermita de Sant Roc.





Un buen sitio para comer, enfrente un gran tilo solitario del que hay un colgado un columpio que los peques disfrutaron mucho . Os recomiendo ir por detrás del tilo en donde hay un banco estratégicamente colocado desde el que se disfrutan de unas preciosas vistas sobre el Val de Arán y del pueblo de Baussen.




Antes de iniciar la ruta en sí nos desviamos en dirección a las antenas que se ven a nuestra derecha para dirigirnos al pequeño y encantador cementerio de Teresa cuya curiosa historia puedes consultar aquí:

www.hoy.es/ ...04-rc.html


Comenzamos a caminar por un sendero bien definido. Dejamos atrás Bausen y seguimos llaneando por el sendero entre bancales cubiertos de matorrales y piorno resiguiendo un muro de piedra seca. Desde aquí disfrutamos de amplias vistas hacia el valle de Toran y el pueblo de Canejan que se alza al otro lado del valle.


El camino empedrado va recorriendo la vertiente soleada y en ligero ascenso nos adentramos en un sombrío y fresco avellanedo y, a continuación, en un bonito bosque caducifolio poblado por tilos y robles. El camino va ganando altura casi imperceptiblemente y se adentra en el hayedo.


Continuamos avanzando por el sombrío y húmedo hayedo de Carlac y atravesamos una zona embarrada por una pasarela de madera. El camino, ancho y de buen andar, nos permite distraernos contemplando las formas retorcidas y fantasmagóricas de los troncos de las hayas, y los musgos y helechos que tapizan el sotobosque.



Llegamos a las bordas de Carlac cuando llevamos cerca de hora y cuarto de caminata, que quedan escondidas a nuestra derecha, por debajo del camino y entre la espesura. Continuamos ganando altura, ahora más decididamente, hasta que hacemos un marcado giro. Tras este cambio repentino de dirección, ascendemos con fuerza por el interior del hayedo hasta que llegamos a un rellano cubierto de avellanos y con restos de una construcción de piedra seca.


Después de un corto tramo por el avellanedo, bajamos unos metros y encontramos de nuevo el río. Tras cruzarlo caminamos por un tramo muy embarrado, testigo claro de la humedad del hayedo incluso en pleno mes de julio.

Salimos del sombrío bosque y llegamos al Coret de Pan cuando superamos las 2 horas de ruta, desde donde deberíamos disfrutar de unas vistas espectaculares del macizo del Aneto-Maladeta sei las nubes lo permitiesen.

Empezamos a bajar siguiendo las marcas del GR 211.2 por una zona de pastos y pierno, en el que nos encontramos con el esqueleto completamente limpio de un caballo, imagino que buitres y demás carroñeros han dado buena cuenta del pobre animal.

Continuamos bajando y creo que en este punto no seguimos la ruta correcta porque nuestra única posibidad para continuar bajando es un tramo muy complicado que discurre por el cauce de un arroyo, que lleva muy poco caudad pero que hace el descenso peligroso al estar las rocas húmedas, el suelo bastante encharcado y ser la pendiente considerable. Nos entretenemos mas de la cuenta por lo difícil del terreno. Por fin llegamos a un camino ancho (seguramente el que deberíamos haber seguido más arriba). Como recompensa por el esfuerzo nos paramos a saborear los frutos de los numerosos cerezos, cargados de sabrosas cerezas.


Un cartel nos indica medio kilómetro hasta Baussen, el camino en continuo descenso es sencillo y nos devuelve a través de viejas construcciones al inicio de la ruta. Son las 7 de la tarde, buena hora para regresar al camping, del que nos separan casi dos horas de trayecto. El tiempo empeora conforme ascendemos la Bonaigua, cuyos últimos metros se cubren de una espesa niebla. Al llegar a lo alto del puerto, la niebla desaparece como por arte de magia y el sol vuelve a brillar con fuerza. Mañana tenemos día de descanso .

---