Día 9: trenes y más trenes. ✏️ Diarios de Viajes de Europa Norte

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22 de julio.
Rumbo Stavanger. ¿Cómo? Sí sí, de Estocolmo a Stavanger, coge un mapa y mira bien lo lejos que está uno del otro. Locura, todo el día y la noche en un tren.
A las 13:20 salía el tren que necesitábamos coger y que no podíamos perder hacia Stavanger, ¿recordáis que la estación central está en obras? Teníamos que coger dos metros y un cercanías hasta llegar a Flemingsberg que era donde cogíamos ya el tren directo hasta Oslo. El trayecto se nos hizo relativamente corto y ameno pues lo pasamos jugando a las cartas y charlando, ya que teníamos la suerte de que estábamos solas en el vagón. Una vez en Oslo, oh! Sorpresa! Esta estación también está de obras!! Así que para llegar a donde salía el tren nocturno hacia Stavanger había que coger un Bus. ¡Señor! Dame paciencia.


Todo salió bien, la espera a ese bus nos bajó un poco los ánimos pero llegamos al lugar donde se cogía el nocturno con tiempo y todo en orden. Este tren nocturno era distinto, las cabinas no eran de 6 si no de dos. Mucho mejor. Si cogéis este tren nocturno de Oslo a Stavanger que sepáis que una vez entras y localizas tu cabina, tienes que ir a cafetería a registrarte y que te den la llave. Nosotras no lo hicimos por despiste, no lo sabíamos, aunque lo ponía en un cartel que no leímos, y el revisor vino de muy mala gana a nuestras cabinas a regañarnos y darnos la llave. Cierto es que la culpa fue nuestra, pero el señor podría ser más amable. En fin. A dormir se ha dicho.

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