![]() ![]() Cuestiones a tener en cuenta ✏️ Diarios de Viajes de Rumania
Cuestiones a tener en cuenta, datos prácticos. Hemos viajado en un grupo de catorce personas por nuestra cuenta, cuatro parejas con sus hijos jóvenes y adolescentes. Los vuelos se reservaron en febrero aproximadamente: Madrid – Munich – Bucarest y...![]() Diario: Rumania: del sur al norte y volver⭐ Puntos: 5 (10 Votos) Etapas: 16 Localización:![]() Hemos viajado en un grupo de catorce personas por nuestra cuenta, cuatro parejas con sus hijos jóvenes y adolescentes. Los vuelos se reservaron en febrero aproximadamente: Madrid – Munich – Bucarest y al volver al revés. Las escalas un poco largas pero nos permitieron ver Munich a la ida, que no está nada mal. A la vuelta ya fue un poco más complicado, ya explicaré por qué. Salieron por unos 173 euros por persona. Los alojamientos se reservaron por Booking. Los vuelos los hemos hecho con Lufthansa, cómodos y sin ningún problema. En el viaje de ida teníamos dos maletas a facturar y el resto eran de cabina. Como teníamos una escala en Munich larga preguntamos a ver si se podían facturar también las de mano directamente a Bucarest y nos dijeron que sí, algo que nos vino muy bien pues pudimos visitar Munich sin ningún impedimento. De otro modo habría sido engorroso. Moneda Antes de pagar en cualquier sitio te preguntan siempre si quieres hacerlo en cash o con tarjeta. Lo ideal es llevar euros e ir cambiando allí más allá de las condiciones que tiene uno con su entidad para pagar con tarjeta en moneda extranjera. En algunos sitios hemos pagado en euros, en otros en lei. Es mejor cambiar en la ciudad o en los pueblos. En los días que hemos pasado allí ha oscilado entre 4,5 / 4,6 lei por euro el cambio, normalmente bastante estable. No cambiar en el aeropuerto (4,10 lei) o sólo lo imprescindible para una carrera en taxi. Taxis hemos visto de todas las clases pero es un servicio que no hemos utilizado, así que no puedo decir gran cosa sobre ellos. Hay lugares para cambiar en todos los sitios, no hace falta recurrir a los bancos. Transporte Nos hemos movido en coche de alquiler. Los coches se contrataron con Klass Wagen, una furgoneta Renault Transit para 9 personas y con espacio suficiente atrás para las maletas y un Skoda Octavia automático. La furgoneta se contrató con un intermediario y a pesar de que en teoría llevaba seguro a todo riesgo, estos de Klass Wagen nos contaron una milonga sobre que había que hacer un seguro adicional sobre ella pues de otro modo podríamos tener problemas con la policía en caso de accidente. Como el año pasado en Polonia tuvimos una mala experiencia preferimos curarnos en salud y pagar los 300 euros adicionales al montante total que era de unos 1470 euros por los dos vehículos. Mi consejo es contratar con ellos directamente, no a través de intermediarios pues con el Skoda, que contratamos así, no hubo ningún problema. Los precios que manejan suelen ser competitivos. Ellos te recogen en el aeropuerto de Bucarest y te trasladan a su base, unos 10 minutos a lo sumo. No tienen oficinas en el aeropuerto. A la vuelta, el camino inverso. El tema del seguro adicional es algo que debe de ser habitual pues una amiga que también ha viajado a Rumanía con su familia nos relató lo mismo con otra compañía. La gasolina está en unos precios parecidos a los de España, un poco más barata si acaso, dependiendo de los surtidores entre los 5,55 lei y los 5,60, unos 1,20 euros. La red viaria deja mucho que desear: dobles vías hay en las carreteras de acceso y salida de Bucarest pero salvo la que une la capital con la zona del Mar Negro, para el resto y especialmente hacia el norte, se acaban enseguida. Muchas de ellas no tienen ni siquiera arcén y hay que andar con cuidado pues, como he dicho antes, en cualquier momento puedes encontrar un carro tirado por un caballo, una vaca que cruza o un señor que con un desprecio olímpico por la vida, va en silla de ruedas por la calzada sin ningún tipo de señalización. Se pueden encontrar hasta osos a la vera del camino aunque esto no es usual. Mucha gente circula en bicicleta, bicicletas viejas y sin luces y como los pueblos se disponen sin solución de continuidad a lo largo de la carretera, puedes encontrar a gente paseando al bebé en su carrito justo al lado de la vía. Los pueblos pequeños sólo son a lo largo, nunca a lo ancho. Después de una primera hilera de casas, a lo sumo dos, se encuentra el campo, no hay nada más. Hay también muchos pasos a nivel, con barreras y sin ellas, aunque cuando uno mira las vías duda mucho de si por allí ha pasado algún tren en la última década. Nos encontramos sin embargo en Sighisoara con un chico andaluz que estaba recorriendo Rumanía en tren y bicicleta y nos dijo que el tren funcionaba bastante bien y que moverse por pistas en bicicleta no era complicado. Circular en bici por las carreteras locales o comarcales a mí me parece jugársela. Algunos adelantamientos que vimos en la Transfagarasan o fuera de ella fueron terroríficos. Los rumanos aparcan donde les parece y no les importa demasiado pegar la hebra con algún conocido aunque tú tengas que hacer alguna que otra maniobra dudosa para seguir tu camino. Por regla general no puedes calcular más allá de 50 km / h pues no hay circunvalaciones para las localidades que son más grandes. Busteni recuerdo como una travesía especialmente complicada o el tramo de las gargantas del Bicaz y el Lacul Rosu con muchos kilómetros de cola. La policía de tráfico brilla por su ausencia. En el mejor de los casos está allí y observa con indiferencia lo que ocurre. Resumiendo, paciencia, paciencia y precaución. Alojamiento Los hoteles han sido de tres estrellas la mayoría y en alguna pensión también nos hemos alojado. Todos muy correctos, limpios y bien situados, luego pondré los enlaces correspondientes. En algunos de ellos encontramos problemas con el desayuno, bien porque no lo ofrecía, bien porque no era del gusto de todos. Si no se trataba de un desayuno continental al uso, consistía en una tortilla francesa, una rebanada de pan, algo de embutido tipo jamón york, salami y demás, un poco de mantequilla, mermelada, pepino y tomate, todo ello en un plato. El café había que pedirlo expresamente y para la leche te daban cápsulas para añadir al café. Una cosa que nos llamó la atención es que en la calle o en los supermercados hay máquinas de café como las que existen en las oficinas. Sí hay que advertir que en un par de hoteles, el cargo en la tarjeta por el alojamiento se ha hecho antes de terminar la estancia, dándose el caso de que en el hotel Monopoly de Bucarest tuvimos que volver a por el dinero en efectivo con el que habíamos pagado, porque no nos advirtieron de que el cargo ya se había hecho a la Visa con la que se había hecho la reserva. Fueron incapaces de dar marcha atrás en el pago con la tarjeta y devolverlo en ella. En Brasov nos ocurrió algo parecido con alguna habitación pero no hubo problema para que nos devolviesen luego el dinero. Comida y bebida En general se puede comer bien y barato en Rumanía, aunque en las localidades turísticas el precio sube. Normalmente por unos 10 euros se come bien. Suelen tener sopas, que están buenas, mucho cerdo, mucho pollo, ternera y algo de pescado, especialmente salmón y a veces trucha. Las ensaladas son buenas y las raciones, generosas. La cerveza no suele ser cara aunque en general un poco floja para mi gusto. Ursus, Silva, Ciuc, Tuborg… Si quieres ya Paulaner o similares el precio sube. La italiana Peroni está también muy presente. Hemos probado la polenta o la mamaliga que para nuestro gusto es algo insípida pero que los rumanos utilizan para acompañar a casi cualquier cosa. Los camareros en los restaurantes no son amables, más bien secos, especialmente los hombres. Las mujeres tienen otra actitud, siempre hablando en general. Desde que te piden la comanda hasta que te sirven puede pasar fácilmente una hora. Tengo la duda de si esto ocurría por ser un grupo grande, aunque por lo que observamos no era esa la impresión. Les molesta que les cambies las mesas de sitio para acomodar al grupo, te dicen que es imposible y en ocasiones nos ocurrió que no nos dieron de cenar por considerar que ya era muy tarde. La gente empieza a cenar a las 19:00 y todo lo que sea acercarse a las 20:30 es andar en el filo. Son poco flexibles con las peticiones que se salen de sus esquemas y les cuesta acomodarse a lo que demanda el cliente si no es lo que ellos acostumbran a hacer. Seguridad No hemos percibido en ningún momento peligro de ningún tipo, ni en Bucarest ni en ningún otro lugar a pesar de que la policía que hemos visto se dedicaba más a charlar y departir amigablemente que a otra cosa. Lo último He enlazado la información a las web que me han parecido más interesantes: los hoteles están todos enlazados por booking pues así fue como los reservamos. Para la información de las ciudades hay webs completas como la de www.romaniatourism.com pero también hay otras que he enlazado y que están muy bien, por ejemplo www.larumania.es. Cada cual luego verá cual le resulta más útil o más completa según su gusto e intención. Índice del Diario: Rumania: del sur al norte y volver
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