Hoy sería un día muy tranquilo, tanto o más que el de ayer, pero completo ya que aprovecharíamos también para realizar alguna compra.
Nos levantamos casi como todos los días, para desayunar a eso de las 9:30. Volvimos a la habitación para arreglarnos y salir a visitar la ciudad. A eso de las 11:00 salimos del hotel dirección al Duomo. Esta vez iríamos en metro ya que ayer se nos hizo el camino un poco largo hasta la catedral.
Esta catedral es una de las mayores iglesias góticas del mundo, su construcción duró más de 500 años comenzando en el siglo XIV.
La visita comenzará por su espectacular tejado, compuesto por más de 130 agujas, gran número de estatuas y gárgolas.
Después se accede al interior, igual de bello y sorprendente que su tejado.
Salimos de la catedral y nos adentramos en la Via Torino (Barrio Carrobbio). Es un barrio bastante interesante para patear, repleto de tiendas más alternativas y curiosas. Ese periodo de tiempo lo aprovechamos para hacer alguna que otra compra. Las tiendas de ropa no son tan exclusivas como las que hay por el centro, pero son igual de interesantes ya que suelen tener ropa de creadores locales y a mucho mejor precio. Si lo tuviera que comparar con un barrio de Madrid, para los que lo conozcáis, se asemeja al barrio de Malasaña.
Paramos para comer en un pequeño bar que tenían porciones de pizza muy ricas. Tomamos dos porciones gigantes más una cerveza grande por 9€.
Seguimos perdiéndonos por las calles del barrio Carrobbio y descubrimos una cafetería que nos llamó la atención, allí entramos para degustar su delicioso café. Tenían cafés de todo el mundo, zumos naturales de variedad de frutas, tés, aguas con sabores

Desde allí llegamos hasta el Castello Sforzcesco, nosotros no entramos dentro. Tan solo nos quedamos en el patio central admirando los arcos y su envergadura.
Una vez habíamos descansado en sus jardines, nos dispusimos a ir en busca del famoso Teatro La Scala de Milán. Estaba lleno de gente ya que había actuación.
Aprovechamos lo que quedaba de tarde para finalizar con las compras. Para cenar, realizamos la misma operación que el día anterior, nos metimos en el supermercado, compramos algo de comer y nos lo subimos a la habitación.
Tenemos que reconocer, que Milán nos ha sorprendido gratamente. Íbamos sin ningún tipo de expectativa y sin embargo nos ha gustado.