Nos despertamos temprano, a las 7 de la mañana pero nos quedamos mirando la tele en la cama y para las 7:50 estábamos desayunando. Nico se decidió por un desayuno americano: Waffle con bacon (panceta) y salchicha y yo preferí algo más normal para esa hora del día: una factura con salsa de cereza y de tomar otra vez ese café horrible y sin gusto. Si bien nos seguíamos levantando sin despertador ya nos empezaban a pesar los días.
Ese día teníamos planeado ir a EPCOT, que abría a las 9 de la mañana, así que a las 8:58 ya estábamos arriba del bus. Apenas entramos, como todos los días anteriores, fuimos a alquilar los traductores y nos dirigimos a The Land porque lo primero que pensábamos hacer era sacar FastPass para SOARIN que es la mejor atracción del parque y así lo hicimos.

Como había poca gente hicimos la fila para el momento. Es un espectáculo único, se trata de un asiento con forma de ala delta que se eleva 12 metros frente a una pantalla gigante que pasa diferentes imágenes de Estados Unidos. Uno tiene la sensación de ir volando porque siente el viento en la cara y lo que más nos gustó a nosotros fue el momento que sobrevuela los campos de naranja porque se siente el aroma. A las 10 ya estábamos saliendo y nos sorprendió tanto que como teníamos el Fastpass decidimos guardarlo para volver.

Salimos de ahí directo para Living with the land, se trata de un viaje en bote que al principio muestra la evolución del cultivo por medio de muñecos y luego entra en invernaderos reales. Van enseñando diferentes maneras de cultivar plantas en lugares reducidos y sin tierra y la forma de riego implementada para cada caso. Es muy curioso lo que lograron, nunca había escuchado eso de hacer crecer una lechuga o una zanahoria dentro de un caño sin estar enterrada. Buscando en Internet me enteré que eso se llama Hidroponia, es muy común y lo puede hacer cualquiera en su casa, aunque no creo que se pueda lograr con el mismo color y tamaño que los vegetales de ellos. También hay criaderos de peces y reptiles y al final del recorrido muestran cómo la NASA cultiva la comida en el espacio. Este atracción también es muy linda y recomendable 100%.

A continuación, aprovechando que ya empezaba, fuimos a The circle of life, es una película que enseña sobre la naturaleza y el cuidado del medio ambiente, contada por los Timón y Pumba, los personajes de la película del Rey León.
Saliendo de este sector, y después de sacarnos unas fotos por el lugar, a las 11, fuimos para The Seas with Nemo y Friends, una ostra móvil que recorre un acuario gigante de verdad mientras que en los vidrios se pueden ver partes de película con los personajes de Buscando a Nemo.

Esta atracción sale a un lugar con diferentes peceras donde muestran los peces reales que inspiraron los personajes de la película. Dentro de ese mismo sitio hay otros acuarios con tortugas gigantes, delfines y a un costado encontramos un estaque de manatíes que estaban almorzando. Estos mismos acuarios se pueden ver desde el restaurant Coral Reef, donde uno come con los animales que nadan de fondo y hasta se pueden ver buzos dándoles de comer a los delfines. Lamentablemente, por más que intentamos con muchos meses de antelación, no pudimos conseguir lugar, otra excusa que dejamos para tener que volver.

En casi todas las atracciones de todos los parques hay unas máquinas donde se pueden poner monedas que, después de pasar por una prensa, salen con un dibujito de algún personaje o de la atracción que se trate. Generalmente se encuentran en los locales de venta de recuerdos. Gastamos unas cuantas monedas en estas maquinitas y nos trajimos algunas muy lindas de recuerdo, entre ellas una de Dory, la pececita que ayuda al papá de Nemo a encontrarlo.

Cuando salimos ya eran casi las 11:30 y quisimos entrar a Turtle Talk with Crush, una película interactiva donde los chicos hablan con Crush, la tortuga de la película y esta les contesta las cosas que le van preguntando. Debe ser bastante original, sobre todo ver cómo reconoce a cada persona que le habla pero como había que esperar mucho tiempo y nosotros teníamos muchas cosas para seguir viendo, decidimos irnos.
Seguimos para Imagination, donde había una muestra de camiones de bomberos.

De ahí fuimos a Journey Into Imagination With Figment, un viaje por los sentidos donde hay pruebas de olfato y de visión con un dragón muy simpático.
Saliendo, encontramos un lugar con juegos interactivos (ImageWorks) y esta vez me tocó a mí, moviendo las manos y los pies, el mismo dragón de la atracción creaba música dependiendo del movimiento de cada uno.
A un costado encontramos un stand muy original con adornos de cristal hechos con la foto de cada uno. Cómo eran tan lindos quisimos llevarnos uno de recuerdo así que elegimos un modelo acorde al viaje. Nos sacaron una foto con un programa 3D y cuando estuvimos de acuerdo con la imagen elegimos la inscripción para poner y otra imagen más. Como no se entrega en el momento nos dieron horario para retirarlo a partir de las 19 hs. Un recuerdo original, nos salió U$S 100 porque estaba de promoción.

A la 1 volvimos a The Land para subir otra vez a SOARIN; esta vez ya había mucho olor a naranja en la sala desde que entramos, no fue una sorpresa como la primera vez, que en medio de la atracción y entre las imágenes sentimos ese aroma tan sorpresivo.
Antes de seguir, como teníamos hambre porque era la 13:30, nos comimos un pretzel salado riquísimo que cambiamos por un snack.

Fuimos a Querida encogí a la audiencia, otra película en 3D muy entretenida donde el profesor Szalinski reduce a los espectadores al tamaño de un ratón y todos vivimos una aventura entre los estornudos del perro de la familia y una víbora que se escapa y nos quiere comer.
Como había salido el sol y queríamos descansar un poco, decidimos sacar algunas fotos originales en diferentes sectores del parque.

14:20 sacamos un fastpass para el Test Track porque había 70 minutos de espera para subir en el momento.

Nos fuimos para Ellen’s Energy Adventure donde la protagonista sueña que viaja a través de la creación del universo mientras aprende un poco de historia de la evolución para contestar un juego de preguntas. El sueño de Ellen debe haber sido muy contagioso porque no solo nosotros nos quedamos dormidos, a varias personas que viajaban con nosotros les pasó lo mismo.
Dejamos la parte de Future World para ir a World Showcase, la parte de los países. Esta vez íbamos a conocer ese sector de día porque las veces anteriores habíamos ido de noche.
Primero fuimos a comer algo a China para innovar en la comida como habíamos hecho siempre en ese parque. Como estaba bastante entusiasmada con las fotos que habíamos sacado en el parque, sobre todo con la de las flores y la esfera de fondo, me había inspirado y era capaz de hacer cualquier cosa por tener mejores tomas:

En Lotus Blossom, el restaurant de comidas rápidas de ese país, pedimos pato a la naranja con arroz para mí, que estaba muy bueno y para Nico un arroz con calamares y una empanada china, gaseosas y helado de frutilla para los dos. Al costado había un lugar para agarrar sobrecitos de salsa de soja y de esa salsa agridulce como la que tenía mi pato a la naranja, también había un sobrecito con algo verde pero no quisimos probar porque no sabía que era. Si bien nos dieron tenedor y cuchillo se podía usar palitos chinos.
A un costado estaba Mushu sacándose fotos pero la fila de gente era tan grande no me pude sacar una foto con él. Una lástima porque a uno de nuestros peces le había puesto Mushu en honor a él!!!

Entramos a los locales de recuerdo y Nico me regaló una camisa muy linda, pensábamos comprar unas batas de baño estilo kimono para nuestras mamás pero quisimos ver primero las de Japón por si eran más lindas.

A las 4:50 fuimos a ver Reflections of China, la película en 360º que muestra los principales lugares de ese país y las costumbres de su gente. Antes de entrar había una señora tocando un instrumento que no sé cómo se llama. Es un lugar muy lindo para ir porque es una cultura totalmente diferente a la nuestra y se puede aprender mucho.
A las 5:17 entramos a Maelstrom, la atracción de Noruega que consiste en un viaje en bote por diferentes partes de ese país. El trayecto es lindo salvo por algunas caídas. En un determinado momento el bote empieza a hacer una parte del recorrido para atrás y ahí me imaginé que venía una caída, lo que no me agradó demasiado, igualmente hay que aclarar que la caída es para adelante y no hacia atrás. Nos habían recomendado comprar pullovers de noruega pero para nuestro gusto no eran muy lindos y además eran bastante caros.

Por último hicimos México, es un lugar muy agradable, con puestos de regalos y un restaurant, cuando entramos había un grupo de mariachis tocando. Enseguida hicimos “Gran fiesta Tour Starring The Three Caballeros”, también es un paseo en bote por diferentes zonas de México con la compañía de Donald, José Carioca y Panchito. A la salida pudimos sacarnos una foto con el Pato Donald que justo llegaba al lugar y vimos a un señor haciendo figuras con vidrio que la verdad eran una maravilla.
De ahí volvimos para Future World fuimos juntos a hacer Mission Space, es una atracción donde se experimenta la misma sensación que tienen los astronautas en el espacio. Por suerte hay dos intensidades: la naranja que es la más intensiva y la verde que es mucho más moderada y no tiene la parte de los giros; solo suben 4 personas y cada uno tiene un rol preciso. No hace falta decir que cada uno se subió a una diferente. Nico dice que fue fantástica y que cuando el cohete despega el cuerpo se le apretó contra el asiento, estaba muy contento. Yo subí muerta de miedo y en mi pobre inglés logré entender que cada participante tenía que ir haciendo lo que pedía la máquina y si no lo hacíamos o lo hacíamos mal se iba a mover más. El tema es que nosotros no éramos 4 sino 3 y ahí empecé a pensar que si no había una persona que ocupase el asiento que faltaba, el aparato ese iba a empezar a moverse para todos lados porque no había subido una persona más. Tenía un susto de aquellos y tocaba los botones míos y los del asiento de al lado para que no se sacudiera tanto. No hubo problema porque en realidad está preparado y no hace falta que uno ande tocando cuanto botón tiene adelante pero tenía tanto miedo al vértigo que no quería que se moviera y tocaba todo.
A la salida teníamos el Fastpass para hacer Test Track; subió solamente Nico porque es una prueba automovilística donde uno es el crash dummies (esos muñecos con unos círculos amarillos y negros en las sienes que ponen arriba de los autos y los estrellan contra la pared). Solo con estar en la entrada de la atracción se puede ver a la gente arriba de los autos gritando mientras van girando a casi 100 km/h. Ni loca me subía a eso.

Aproveché la espera para comprar la comida del espacio que tenía entre ceja y ceja desde que estábamos programando el viaje. Las frutas salían U$S 4,95 y la comida completa (pollo con arroz y postre de chocolate) U$S 9,95.
También compré una remera de Hummer en el local de recuerdos de Test Track para guardar para el cumpleaños de Nico. La puse en la mochila para que no la viera junto con las demás cosas que ya habíamos comprado y me fui a la salida para esperarlo. Ahí había una muestra de camionetas, todas Hummer, y me quedé con la cámara de fotos preparada porque cuando saliera de la atracción y viera eso seguro se volvía loco. Así fue, se sacó el gusto y se sentó en la camioneta para probarla y sacarse fotos.

A las 20 hs. Teníamos reserva en Marrakesh, el restaurant de Marruecos. El lugar era hermoso, el salón impresionante con una arquitectura perfecta. Todos los mozos estaban vestidos con los gorritos rojos marroquíes con un estilo muy Aladdín. En un momento apareció una odalisca y empezó a bailar entre las mesas pero nosotros estábamos muy lejos porque el restaurant es enorme. Como no teníamos idea de la comida marroquí le pedimos consejo al mozo que nos atendió. Nos aconsejó probar de todo un poco con un plato variado que tienen que se llama Royal Feast. Como la entrada no estaba incluida en el Dining Plan tuvimos que pagar un plus pero no fue mucho (U$S 10).
La comida consistía en una sopa muy rica con pedacitos de pollo y verduras, venía con una empanada árabe, tipo la china, con canela encima que le sacaba bastante el gusto. Después nos sirvieron una porción pollo con salsa, y una pata de cordero con garbanzos y una especie de polenta con verduras salteadas. La pata de cordero era muy sabrosa, lo que no me gustó mucho era esa especie de polenta; todo estaba muy rico pero para mi gusto muy condimentado. Será que uno no está muy acostumbrado a comer la comida así pero valió la pena la experiencia. Nico quedó muy satisfecho, le encantó todo. Es un lugar que volvería a repetir para probar otro tipo de cosas porque en las otras mesas se veían comidas muy tentadoras también.
A la salida otra vez estaba Illumination pero Nico ya no quería volver a verlo, y yo iba caminando estirando el cuello sobre las cabezas de la gente para lograr ver alguna partecita del show. ¡Qué lindo que es!
Recorrimos los países que no habíamos visto: en Canadá y Francia no pudimos entrar a las atracciones porque pasan películas con partes de sus regiones pero ya habían terminado. En Reino Unido, Marruecos e Italia tienen solamente locales de venta de recuerdos. La atracción de Estados Unidos, “The American Adventures” estaba cerrada por mantenimiento así que tampoco la pudimos ver.
Por último entramos a Japón donde nos compramos un set de sushi (U$S 25), las 2 grullas para apoyar los palitos chinos (U$S 3,75 c/u), una caja de 5 pares de palitos chinos para comer (U$S 9,50) y una bata de baño de Hello Kitty para mí (U$S 32).
Como no encontramos las batas para nuestras mamás volvimos a China para comprar las que habíamos visto a la tardecita pero ya era tarde y estaba cerrado. Nos quedamos con las ganas y nos sirvió para aprender que cuando se ve algo que te gusta hay que comprarlo en el momento.
Como ya era tarde fuimos a devolver los traductores y a averiguar por el lugar donde habíamos hecho el cristal con nuestra foto porque no lo podíamos encontrar y había que retirarlo. Después de varias vueltas por la entrada encontramos el local y nos lo entregaron. Era una belleza! La verdad que es un recuerdo muy lindo de la visita y de nuestra luna de miel.

Otro día más se había ido; quedaban más por delante pero este era el segundo parque del que nos despedíamos sin saber hasta cuando.
Volvimos a nuestra habitación y comprobamos que no había caso, por más propina que dejábamos Rose (la señora que nos ordenaba la habitación) no nos hacía esos regalitos que otros mostraban en el foro con las toallas, como perritos o canastitas. Me quería traer uno de recuerdo! Iba a seguir intentando.

Otra vez nos acostamos y nos quedamos dormidos al instante. Los parques son muy lindos pero hay mucho por recorrer y a la noche se nota todo el peso del día. ¡A descansar que al otro día hay que seguir!